Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo Revengers

50.- El primer viajero del tiempo

El cielo lloraba con ella, ua estaba empapada y veía a Ran y Rindō moverse a su alrededor intentando abrir pasó para salir de allí, ella no escuchaba nada, incluso sentía que los veía en cámara lenta. Ran la tomó de los hombros y la agitó varias veces pero no lograba entender qué le decía, fue el hecho de que la pusiera de pie que la hizo reaccionar.

- ¡Tenemos qué irnos ya! ¡Mierda! ¡Rōnin está muerto!

- ¿Irnos? -giró a ver a su padre, presionaba la herida de su brazo con fuerza y sus socios le ayudaban- Irnos. -volvió a levantar el arma y antes de disparar un miembro de Ekuripusu la golpeó en la cara dando inicio a una pelea con ella, una pelea que ni de chiste podía ganar.

- Vámonos. -Rindō tomó a Ran del brazo- Ella no quiere escucharnos y la ley en cualquier momento puede llegar.

- ¡No! -ambos la miraron peleaba contra dos sin soltar la pistola- Su hermano acaba de morir, no la voy a dejar sola.

- ¿Crees qué no me siento mal? Acaba de morir Rōnin.

- No la voy a dejar. ¡Raku con un carajo!

La pelirroja rodó por el suelo y le disparó a los dos con los que peleaba, luego volvió a apuntarle a su padre y disparó, su tino había fallado y es que un segundo antes el socio de su padre se había movido. Había matado al hombre que sacó a Hiroki de prisión.
Ran la tomó por la chaqueta e intentó arrastrala de ahí para por fin irse.

- ¡Tengo qué matarlo! -forcejó con Ran y volvió a disparar.

- ¡Te dije qué ya es suficiente!

El otro socio seguía en pie, pero lo había lastimado, Hiroki estaba vulnerable, hacía que volvió a disparar. Pero nada salió. Hizo una una cuenta mental, ya había disparado siete veces, había acabado su cargamento.

- No, no, no. -volvió a disparar pero nada salía. Ran volvió a tomarla por los hombros.

- Es la última vez que te lo digo, vámonos.

Sonó un cañonazo, ambos se miraron asegurándose de qué no había sido la pistola de ella, luego Hiroki comenzó a reír a carcajadas, su arma aún seguía apuntando, ambos miraron en que dirección, Rindō había sido atravesado en el pecho. Ran dejó de preocuparse por ella y se echó a su hermano al hombro y comenzó a correr cómo si no hubiera mañana.

- Esto va a ser más divertido. Casarte de poco en poco.

- Estás loco. ¿Qué mierda te pasa? ¡Sólo mátame y ya!

- No, vas a quedarte viva hasta el final. No la dejen ir.

Raku peleó contra los hombres que se le cruzaban en el camino, en algún punto pensó que de verdad ya la había atrapado, esperaba darse un tiro en cuánto pudiera si la llevaba con él, pero nunca creyó estar tan feliz de escuchar el ruido de las sirenas de las patrullas. La policía estaría por llegar y las manos que la sujetaban la soltaron.
Corrió hasta dónde había entendido que la Kanto Manji se reunía, afortunadamente nadie la había seguido, subió dos pisos jadeando del cansancio y limpiando la sangre y sudor de su rostro hasta que se encontró con todos sus nuevos compañeros alrededor del cuerpo de Rindō.

- ¿Quién de los dos va a decirme qué ocurrió allá afuera? -Ran y Raku ni siquiera se miraron- ¿Qué?, ¿nadie? No llegaban a la reunión y cuándo lo hacen, Ran llega con su hermano en hombro intentando salvarlo y luego tú, toda llena de moretones, ¿y dónde está Rōnin?

- Está muerto. -se dejó caer de rodillas a lado de Rindō- Hiroki, mi padre lo mató, luego mató a Rindō-kun. -miró sus manos llenas de sangre, su chaqueta estaba igual, desesperada se sacó el uniforme.