1.1.- Cupido

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— Miyagō Raku. —le sonrió a ambos— El placer es todo suyo.

— Vaya que sí. —Keisuke le volvió a sonreír— Oh mierda, preciosa, estás sangrando. —señaló su frente.

— Te llevaré a qué te revisen. —se ofreció Draken— Luego te acompañaré a casa.

— No es nada. —limpió la sangre con su manga— He recibido golpes peores, y si voy al hospital el idiota de mi hermano me mata.

— ¿Segura? —insistió Kei— Yo también puedo acompañarlos.

— Segura, estaré bien.

— Miyagō Raku. —repitió Draken— Me pareces conocida de algún sitio, ¿tienes hermanos?

— Sólo te estás haciendo el interesante para llamar su atención.

— No, en serio me parece familiar.

— Tengo un hermano mayor, su nombre es Rōnin.

— ¡Já! Lo sabía. —tronó los dedos— El Samurai sin dueño, ¿no? Wow, espera. ¿Tu hermano es la mano derecha de los Haitani? —ella asintió— ¿Entonces tú estabas con ellos cuándo tomaron Roppongi?

— Ajá, ¿qué tiene?

— ¡Te dije qué no salieras! —Rōnin entró corriendo a las canchas y la tomó bruscamente del auto— ¡Vámonos a casa!

— ¡Rōnin me estás lastimando!

— Suéltala. —ordenó Ran— No es necesario. Raku, ¿qué mierda pasó aquí? —miró a todos sus atacantes aún en el piso— ¿Qué te pasó en la cara?

— Me atacaron.

— ¿Fueron ustedes? —ahora Ran se giró a Keisuke y Draken, que se habían quedado estáticos al ver a los reyes de Roppongi— Van a lamentarlo.

— No, Ran. —se soltó bruscamente de su hermano— De hecho, de no ser por ellos no sé qué me habría pasado. Llegó cuando estaban por lastimarme, —señaló a Baji— y él acabó con los que nos faltaban. —ahora señaló a Draken.

— ¿Exactamente por qué te atacaron? —preguntó Rōnin.

— Estaban molestando a dos mujeres y las defendí, me persiguieron hasta aquí. Fueron ellos dos en específico los que comenzaron. —señaló a dos de los que Draken había abultado.

— Mírame bien, pedazo de mierda. —Ran tomó del cabello al de arriba y lo obligó a mirarlo— Si Raku dice que dejen en paz a alguien, lo hacen. Si Raku dice que te pongas en el fango para que ella pase, lo hacen. Si Raku dice que salten en un pie, lo hacen. ¡Si Raku ordena que traguen mierda, lo hacen! ¡¿Entendieron?! —pateó el pequeño bulto de personas— ¡Todos de rodillas! —Draken y Baji, atemorizados por el aspecto tan imponente de Ran casi lo hacen. La pelirroja los detuvo indicando que sólo mirarsn— ¡Pregunté si entendieron! —pateó en la cara al que la amenazó con la navaja— ¡¿Acaso tienen idea de con quién se están metiendo?!

— ¡Entendimos! —respondieron al unísono— ¡Lo sentimos mucho!

— ¡Lárguense de aquí antes de que los mate!

— Ahora vámonos al doctor. —Rōnin miró a Baji y a Draken— Ustedes también, tienen que darte puntadas. —miró a Keisuke— Y a ti sólo por si las dudas.

— ¡Ya te dije qué estoy bien! —chilló ella.

— Puedes hacer berrinches con Ran, pero conmigo no. —volvió a tomarla del brazo— ¡Vámonos!

Arrastras y empujones terminó metiendo a Raku en el carro, los otros dos los siguieron, sin saber exactamente en que se estaban metiendo.
Pasaron el camino escuchando los insultos de la pequeña Miyagō que iba entre ambos y los reclamos de su hermano que iba de copiloto.

Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora