45.- Desear.

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- Draken, por favor. -Takemichi tiraba de su chamarra intentando detenerlo pero él sólo seguía avanzando- No creo que sea buena idea.

- Si tienes una mejor, dímela.

- Tú no eres así, ¿cómo crees qué lo tome ella? ¡Va a matarme!

- ¿Y a ti por qué?

- Porque se va a desquitar con el primer idiota qué se le ponga. Da la casualidad qué ése idiota siempre soy yo.

- Ya te dije qué no. -al llegar al parqué dónde se habían conocido vieron a Raku caminar por ahí, texteando en su celular y escuchando música por los grandes audífonos de casco qué llevaba- Mira, allí está. Voy a aprovechar y...

Un montón de hombres aparecieron de la nada rodeándola de poco en poco. Ella se detuvo y bajó sus cascos para mirarlos a todos.

- Siempre supe qué atraigo a los pandilleros cómo miel a las abejas, pero nunca pensé qué en estas cantidades. -bromeó- ¿Ekuripusu? Qué nombre tan ridículo.

Ambos amigos se quedaron helados intentando averiguar de dónde habían salido tantos hombres rodeando a Raku y sin qué ellos se dieran cuenta.

- Ekuripusu. Jamás había escuchado de ellos, ¿y tú?

- No, ni siquiera en el futuro. Creo qué he cambiado tanto este presente qué surgió una nueva pandilla, ¿quiénes serán?, ¿por qué van contra Raku?

El primer pandillero fue hacia ella y antes de siquiera rozarla, su talón se impactó en su cabeza dejándolo inconsciente.

- ¿Quién de ustedes va a decirme de dónde demonios salieron?

- Maldición. Me encanta verla así. -gruñó Draken.

- Tienes gustos muy extraños.

Otro sujeto corrió hacía ella y el impacto volvió a repetirse.

- Tengo qué salvarla.

Antes de qué se abriera paso entre las pandillas alguien más lo hizo, Ozanai entró aplaudiendo con Kiyomazu detrás de él.

- Draken, Kiyomazu estuvo acosando a Raku desde antes de qué su madre muriera, si se detuvo fue porqué ella lo golpeó hasta cansarse.

- ¿Qué?

- Lo recuerdo bien, -Takemichi miraba con atención a su amiga- fue la primera vez qué la vimos fuera de si. Kyomi-san acababa de morir y él la acorralo cuando íbamos de regreso a casa. Akkun intentó defendería pero Kiyomazu era una bestia, Raku... Ése día fue horrible, pensamos qué iba a matarlo, le rompió las manos y una rodilla. Estuvo inconsciente una semana, nunca se atrevió si quiera a mirarla.

- Entonces, ¿por qué él seguía yendo tras ustedes?

- Porque me metí directamente en problemas con él y le pedimos a Raku qué no se metiera. Formaba parte de la ToMan, ¿recuerdas? La queríamos lejos de las pandillas. Draken, esto no me gusta. Él no volvió a mirarla, mucho menos a los ojos.

Draken miró a Kiyomazu, estaba viéndola a los ojos.

- Esperaba qué fueras más aterradora. -Ozanai se detuvo frente a ella y la miró de pies a cabeza- Pero sólo eres una niña.

- Ozanai de Moebius, ¿cierto? -Raku lo miró de la misma forma- Esperaba qué fueras menos patético. -luego miró a Kiyomazu- Pero llevas de perro faldero a alguien cómo y el nombre y traje de tu pandilla es tan ridículo. Creo saber quién te envía, mi padre.

- Igarashi Raku. -Kiyomazu se acercó a ella- El jefe sólo nos mandó a simplificar las cosas.

- No vuelvas a llamarme por ése nombre. -lo amenazó- ¿Quieres otra lección? Tengo mucho para ti.

Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora