Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo Revengers

56.- La versión de Rōnin

🎋LÍNEA ORIGINAL🎋

— ¿Cómo qué se escapó? —Rōnin daba vueltas de un lado a otro— ¡Raku va a volverme loco! ¿Por qué no le dijeron nada?

— A mí no me hace caso ni de chiste. —respondió Rindō.

— Debes de entenderla, su mamá murió.

— ¡También era mi mamá, Ran! Les juro que siento que voy a volverme loco.

— Ella no es feliz aquí. —insistió Ran— Te odia.

— ¡Ya sé que me odia con un carajo! Voy a ir a buscarla, vuelvo más tarde.

— Vamos contigo. —Rindō se puso de pie— De hecho, le diremos a todos que vayan a buscarla.

— No, con nosotros tres debe de bastar. Me imagino dónde puede estar. Tú ve al cementerio, puede que haya ido a ver a mamá, —señaló a Rindō— y tú a casa de mis abuelos. —ahora señaló a Ran— Por favor.

— ¿Y tú a dónde irás?

— Al hospital.

— ¡¿Qué demonios va a hacer Raku en el hospital?!

— Ella no va a estar ahí, pero conozco a alguien que puede saber. ¿Recuerdan al idiota que salvó a Raku en esa pelea hace dos meses? —ambos asintieron— Se la vive con él, ah, ¿cuál era su nombre? ¡Le dicen Draken! Bueno, últimamente pasa mucho tiempo con él y con otro vago, conozco a alguien que sabe dónde puede estar ése vago.

Cuando Rōnin llegó al hospital buscó desesperadsmente a Shinichiro.

— ¿Qué quieres, Rōnin? Ya sabes qué estoy ocupado.

— Lo siento, lo siento. No te buscaría si no fuera urgente. ¿Sabes dónde está el amigo de tu hermano?

— ¿Baji-san?

— ¡Sí! ¡Ése!

— ¿Por qué quieres saber? ¿Se volvió a meter en problemas?

— No, es sólo qué mi hermana Raku volvió a escaparse de casa y creo que puede estar con él.

— Tu hermanita. —sonrió de lado— La mía escapó de casa hace un tiempo, no la he vuelto a ver, ni siquiera he podido buscarla. —Shinichiro miró a la nada— Quisiera hacerlo, pero Mickey me necesita más que nunca.

— ¿Cómo sigue? —Rōnin por un momento se olvidó de su hermana y se preocupó por alguien más— ¿Puedo verlo?

— Claro. Sígueme. —Schinichiro llevó a Rōnin hasta dónde estaba Manjiro, estaba más delgado de cómo lo recordaba hace tres meses de cuándo lo conoció, en verdad no había mejoría— Quisiera... Si yo hubiera estado ahí las cosas serían diferentes.

— No puedes seguir culpándote. —puso una mano sobre su hombro.

— Tú te sigues culpando, ¿no?

— Es diferente, yo soy un cobarde sin pelotas que no pudo defender a su mamá y a su hermana.

— Baji-san es... Es un buen tipo.

— Es un vago.

— ¿Y tú no?

— Es distinto, quisiera algo diferente para mi hermana.