Hermoso accidente

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- ¿Qué clase de demonio eres? - digo quejándome.

- ¿Y ahora a qué se debe esa acusación? Por que duda, no es - responde mientras termina de arreglar el... Pequeño desorden que dejamos.

- Porque... - me detengo un momento al sentir la pena de lo que estaba por decir en voz alta.

- ¿Por qué? - de un momento a otro ya lo tengo de frente aproximándose cada vez más a mi rostro mirándome con esos ojos que son capaces de desnudar tu alma - por su sonrojo debe ser algo vergonzoso para usted - sonríe complacido y se aleja para llevar las cosas con las que hace no tanto limpió mi cuerpo.

Pero no quería decir que no tomaría un baño, solo fue para no sentirme... Raro.

- No es eso... - digo bajando un poco la voz evadiendo la mirada.

- ¿Entonces?

- Por...

- Entenderé si NO puede decirlo - ese “NO” hizo rechinar mis dientes. Me estaba retando.

- ¡Porque fuiste un animal! Ahora me duele todo el cuerpo. Más la cadera y... Otras zonas...

- Oh, es así - ME CABREA. Su tono y esa maldita sonrisa... - de ser ese modo creo que hice un verdadero y placentero trabajo, mi lord. Además de que actué bajo las necesidades de su estado anterior de su cuerpo. Recordará bien que a pesar de que eyaculó varias veces su erección no cedía y por más que yo empujara dentro de...

- ¡Cállate! No digas esas cosas en voz alta.

- Pero es la verdad. Relataba lo que sucedió.

- No era necesario decirlas...

- Pareció que usted lo había olvidado.

- Me temo que no... - respondo apretando los dientes.

- Entonces no olvidó esto.

Antes de que pudiera procesar lo que dijo, él ya se encontraba demostrándome a lo que se refería: sus labios sobre los míos.

- Estará bien si usted en cualquier momento quiere darme uno - me guiña el ojo junto con un tono coqueto de su parte.

- ¿Q-qué? - sé que nuevamente debo de estar sonrojado, la diferencia es que mi rostro debe estar tapizado de rojo.

- Yo también podría hacerlo, así como hace unos segundos o como el de ahora - vuelve a repetir su acción, pero con un poco más de presión que estuve a punto de responder - ¿no cree? Cualquier momento, cualquier hora.

- Definitivamente NO frente a Brisell - respondo escandalizado.

- ¿Y por qué no? Si somos sus padres.

- S-si, pero eso hará que ella tenga una imagen equivocada.

- ¿Cuál?

- De que solo debe de tener esas muestras de afecto con la persona con quien se vaya a casar.

- Entiendo, entonces debemos casarnos.

Quedo totalmente mudo al sentir las palabras atorarse en mi garganta a causa de su comentario que sé bien que era broma. La mirada que me acaba de dar me lo confirmaba.