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- ¿Es de su agrado el té? - pregunta el ser uniformado quien ahora acomoda la cama para hacer de las sábanas lo suficiente para proporcionar calor.

- Sí... - contesto sentado mientras bebo la taza de té y lo observo de re ojo en su deber.

Cuando me bañaba hace unos minutos atrás, decidí apurarme para evitar la incomodidad que se había formado en el ambiente. Cuando él regresa con lo que ahora tomo, yo ya había terminado, por lo tanto debía salir de la tina, lo cual fue todo un drama de mi parte, porque no quería que me viera, y mucho menos tocara sin nada de ropa.

Discutimos un poco, no bajaba mi postura, ni él la suya de que era infantil lo que decía. No me importó, eso sirvió para que diéramos con la solución: él me extendería la toalla cuando me pusiera de pie en la bañera, por supuesto, sin ver, evadiendo la mirada mientras me abrigaba con lo ofrecido al rededor del cuerpo. Una vez completado, así como me ayudó a entrar, fue la salida; estuve entre sus brazos que al final su uniforme acabó empapado.

Al estar en el suelo sobre una alfombra de baño, le di la indicación de ir por aquel libro que me servirá para dar una introducción a la práctica de mañana, dejándome de nuevo solo para que pudiera terminar de secarme y colocarme la pijama.

Como no se demoró tanto, le di una nueva orden que es justo lo que está finalizando por hacer, y que al salir del baño, sirviera él té que ya he acabado.

- Vendré por usted en una hora para que cene ¿le parece? - anuncia tomando las cosas del té mientras yo me adentro en las sábanas, quedando sentado con las intenciones de leer.

- Si...

- Y por favor - habla antes de irse por la puerta - no se vaya a dormir - se va con una sonrisa educadamente burlona.

- Quisiera decir que no seas así de fastidioso... Pero me temo que ya lo eres - le digo a la única personita que está conmigo, recibiendo su desacuerdo con una patada - como no quieres que lo diga si haces eso.

A pesar de que sufro las consecuencias, he de admitir que masoquistamente disfruto tener estas pequeñas discusiones con él/ella. Además de que si pudiera imaginar su expresión en su rostro, sin duda tendría el ceño fruncido; justo lo que alguien ha señalado que es probable que lo herede...

De solo recordar el quién lo dijo, me ha producido que me estremeciera al conectarse con otros recuerdos que ahora solo quiero olvidar.

- ¿Quieres que te lea un poco? Aunque no sea un cuento... Pero prometo que lo haré. Del momento tengo que aprender a cuidarte ¿estás de acuerdo? - con un movimiento afirmativo, que ya es instintivo en mi saberlo, me responde - bien. Vamos a comenzar.

..............

- Es bueno verlo despierto y leyendo - ingresa al cuarto al haberle dado permiso - ¿Qué tal va?

- Pues... - froto mi mano en mi cabello - suena complicado...

- Y tal vez lo sea, pero con la práctica irá agarrando costumbre.

- Si, pero... - hay algo que realmente me... - hum...

- ¿Preocupa?

- ¿Ah?

- ¿Qué si hay algo que le preocupa? - ¿lo dije en voz alta o lo intuyó? Sea cual sea, prefiero quedarme con la duda.

- Es por... - toco mi vientre percibiendo una agradable calidez - no sé como explicarlo - suelto un suspiro - no es lo mismo tratar a alguien de mi tamaño a algo tan... Pequeño y... Frágil como lo es un bebé...

Hermoso accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora