3

15.2K 1.3K 542
                                    

Incluso para él ha sido demasiado esta noticia. No puedo creer se desmayara.

Me bajo de la cama para acercarme a su cuerpo que yace tirado en el suelo, tratando de moverlo un poco para hacer que despierte teniendo el éxito en cero.

- Sebastian... - abro uno de sus ojos encontrando el color carmesí del iris – cobarde despierta... - ya un poco impaciente le jalo el lado derecho de su mejilla logrando que se mueva.

Abre lentamente los ojos viendo hacia el techo sin decir algo o siquiera verme.

- ¿Qué tan real es lo que me ha dicho? – lo primero que dice y es una tonta pregunta ¿preso del shock? Quizás....

- Por desgracia muy real – aun en el suelo, me acomodo para sentarme colocando mi espalda en el colchón - ¿crees que bromearía con algo así?

- Tal vez usted no – se levanta para igual sentarse – pero él si – refiriéndose a Undertaker.

- Lo mismo pensé, créeme, pero las evidencias fueron muy claras.

- ¿Qué evidencias?

- Bueno, esto es algo que no sabes y que simplemente él sin más acertó – frunce ligeramente el ceño ante el comentario – llevo algo de tiempo sintiendo... - juego con las manos para tratar de darme a entender – cosas extrañas.

- ¿Extrañas?

- Si... nauseas matutinas, a veces después de la comida, en el peor de los casos vómitos como el de hace un rato, dolor en el abdomen, me he sentido muy cansado y hasta eso tú lo has notado, antojos. Todo eso le resté importancia ya que venían por lapsos de tiempo.

- ¿Por qué nunca dijo nada?

- Te repito. Minimicé la situación. No soy muy fanático de expresar mis malestares y lo sabes.

- ¿Y cómo es que Undertaker se dio cuenta?

- Me dijo que podía percibir en mi interior una pequeña presencia aquí – le señalo mi vientre – y después al preguntarme todo esto que ya te dije, lo aseguró.

- ¿Lo tocó? – pregunta con cierto tono de molestia, extrañándome su actitud.

- Si, un poco – su ceño se pronunció - ¿qué sucede?

- ¿Por qué dejó que lo tocara?

- Para mostrarme lo que yo me estaba negando a creer desde que me dijo eso y que quizás tú te hubieras dado cuenta si no se te hubiera ocurrido la idea de hacerme responsable de mis baños – con una ceja alzada le señalo.

- Es posible... más ahora ya sabe porque traté de alejarme – con frustración posa una mano en su rostro - ¿y cómo es que usted pudo "percibir" esa presencia si no tiene poderes? – suelto un suspiro de estrés.

- ¿Sabes? Para ser un demonio eres muy testarudo. Espera aquí.

Me pongo de pie y busco en la cama una sábana delgada para ponérmela encima sin dejar que vea lo que hago: desabotono mi pijama.

Sin botones que estorben, me acerco al filo de la cama para sentarme en él, colocando la sábana en mis piernas para taparme desde las caderas para abajo.

- Acércate – le ordeno notando que no está muy convencido. Tal vez por aun el temor... siento un escalofrío recorrer mi espalda con solo la idea... – ¿quieres pruebas? Te la voy a dar – dicho esto hace lo pedido quedando de rodillas – dame tu mano – me mira como si me hubiera salido otra cabeza – Sebastian... no va a pasar nada ya te expliqué lo que sucedió y si fuera así te golpearía, créelo – con la amenaza accede.

Hermoso accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora