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- Cuando vuelvas a ir a la mansión - a pesar de que no lo estoy viendo mientras toco las flores, sé que está observándome para prestar atención - dile a Finny que gracias por su regalo.

- Claro...

- ¿Existe alguna forma de conservarlas más tiempo? - le escucho inhalar y exhalar con pesadez.

- Es raro de usted el querer conservar unas flores, ¿qué le hizo cambiar de opinión? - al girar a verlo, lo encuentro con los brazos cruzados retándome con la mirada.

A veces no lo entiendo...

- Son MIS flores - enfaticé - el que sean un regalo las hace diferentes ¿qué tiene de malo? - imito su acción cruzando mis brazos - ¿está mal? - si tuviera oído de demonio, juraría que escucharía crujir su quijada.

- No... No está mal...

- Bien - asiento con la cabeza - para la noche del 24 de diciembre quiero que les prepares un banquete como agradecimiento - ante mi nueva "orden" abrió los ojos completamente.

- ¿Qué? Pero si ese día... - extrañamente cambió su semblante callando de la nada.

- ¿Qué pasa ese día? ¿Es noche buena y luego navidad? - digo con sarcasmo.

- No... Es decir, si - ser testigo de notar a Sebastian lidiar con lo que quien sabe que sea, es raro mas ya no inusual - si son esas fechas, pero...

- ¿Pero qué? - ya me estoy desesperando - ¿hay algo importante que tengamos pendiente? Lo cual dudo.

- No, pero no puedo dejarlo solo por ninguna circunstancia - suelto un muy pesado suspiro.

- Sebastian... Todavía falta algo de tiempo. No seas paranoico. Si fuera tú, me haría un chequeo para asegurar si no me estaría convirtiendo en un humano de verdad - lo miro con malicia sabiendo que es de sus comentarios favoritos.

- Me encuentro perfectamente bien, le agradezco la "preocupación" - sonríe de forma falsa - y no, no es caer en la paranoia, simplemente me preocupa que pueda nacer antes y que no esté aquí. Debemos actuar rápido cuando llegue el momento sin que nos agarren las sorpresas.

- De humano a humano - refiriéndome a él (ya con su ceño fruncido al entenderlo) y a mí - pase lo que pase, la sorpresa va estar presente. No sabremos si será de madrugada, de día o se apiadará de tarde o de noche, ¿ves? Sorpresa - enfatizo con las manos.

- Si, tiene razón - dice resignado - hablando de sorpresas, ¿ha tomado la decisión de los nombres?

- Hmn... - juego con las sábanas entre mis dedos al seguir aún en cama - de la última vez que lo platicamos... No. Supongo que en su nacimiento se determinará. Hay tantos nombres para ambos sexos.

- Sin duda alguna, o al menos si tiene favoritos, ¿no? - sacudo la cabeza a pesar de que es una pequeña mentira.

- Todos son posibilidades.

- Quizás cuando vea su rostro, sabrá escoger el nombre ideal. Admito que tiene talento para ello, excepto conmigo - dice resignado alzando sus hombros - hubiera agradecido una mentira ¿sabe?

- Ah, vamos, ¿sigues molesto por eso? Debes de admitir que mi perro tenía un nombre elegante - tuve que morder mis ganas de reír al ver su rostro casi retorcer - bueno, ¿cuáles son los planes para hoy? - pregunto saliendo de las sábanas y poder bajar.

- Por supuesto que desayunen - se acercó a ayudarme y yo aceptando sin rechistar - le haré su examen de "cuidados" tanto práctico como teórico; avanzar en la decoración de la cuna; su caminata para estirarse; el té de la tarde con porción ALTAMENTE racionada.

Hermoso accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora