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Abro lentamente los ojos, cayendo en cuenta que me quedé dormido siendo una no sorpresa al ser algo que ya me acostumbré a que pase después de cumplir el primer mes de gestación.

Al menos no fue como la vez que me dormí en la tina... Y el paranoico de Sebastian prácticamente tiró la puerta provocando que con ese ruido despertara de golpe. Juro que cuando eso pasó, sentí los dos corazones que ahora tengo en mi interior, subirse a mi garganta.

Aquella noche fue un poco difícil conciliar el sueño ya que ALGUIEN estaba muy alborotado.

- Sí. Lo digo por ti - acaricio mi vientre al notar que está activo y sabe lo que pienso.

El carruaje se detiene, comprendiendo que hemos llegado. Mi pulso se aceleró de los nervios que había tratado de olvidar...

- Mi lord - Sebastian abre la puerta ofreciendo su mano el cual tomo para apoyarme a bajar - sean bienvenidos a su casa temporal.

- Tengo una duda - empiezo a hablar mientras contemplo el lugar - ¿la compraste o la construiste? - tengo la ligera respuesta.

- Como ninguna casa o residencia cumplía con sus requisitos, me vi con la necesidad de construirla ¿es de su gusto?

- Sí, está bastante bien. Buen trabajo, Sebastian.

- Me alegro que así sea - hace una reverencia con una sonrisa de satisfecho - entremos. Le daré un recorrido ¿o gusta explorar por su cuenta? - me pregunta mientras caminamos hacia dentro.

- Creo que exploraré. Tu mientras puedes preparar algo dulce y bajar las cosas del carruaje.

- Entendido, solo tenga cuidado al subir por las escaleras. Agárrese del barandal.

- Ya entendí. Sé subir y bajar escaleras - le digo con los ojos en blanco.

- Por su condición, la construí de un solo nivel.

- Lo sé - suelto un suspiro exasperado - además no necesitamos mucho, si estaremos en un lapso de meses. Por eso, esto está bien. Se siente cómodo.

- Me encargué de que así sea.

- Bueno, iré a ver el resto de la casa.

- No dude en llamarme por cualquier cosa, por favor.

- Si, si - le doy la espalda para emprender el recorrido.

Para ser más pequeña comparado a la mansión principal e incluso a la residencial, es amplia a lo que aparenta ser desde fuera. Tiene varias habitaciones, el cual ya intuí cual es el mío, y todos los lugares necesarios.

Me quedo en la pequeña biblioteca que al parecer se tomó la molestia de crearla con algunos de mis libros favoritos y varios nuevos.

Por la ventana noto la naturaleza que a su vista es un escenario muy tranquilo. Incluso hizo un establo para los dos caballos que se quedarán con nosotros. Piensa en todo.

- Supuse que estaría aquí - la única persona con la que estaré, entra junto con una bandeja - ¿ha encontrado algo interesante?

- Todo está en orden - me siento en una silla junto a una mesa que pareciera que existe por esa razón: para tomar el té de la tarde en un ambiente que me encanta.

- ¿Y cómo se ha sentido? - empieza a ordenar las cosas en la mesa, deleitándome del dulce aroma del postre.

- Al menos yo bien - al intentar tomar el tenedor, lo dejo caer ruidosamente al sentir en mi interior como una especie de pateo algo fuerte.

Hermoso accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora