Dear Piper

Treinta y tres

Hola :]
Estaba en duda de subir este capitulo porque ultimamente no me siento muy bien con respecto a mi escritura. La ansiedad está en su pico y me estresa mucho seguir el ritmo de la historia.

Espero que tenga sentido alguno y realmente espero sepan entender si me tardo mas tiempo en subir capítulos nuevos.

Gracias por seguir la historia, que estén bien! Saludos

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Casi dos semanas pasaron, y esa mañana Lorna decidió que había tenido suficiente con el drama. Últimamente, la convivencia con Piper bajo las condiciones impuestas por la rubia, era imposible. Parecía que estaba viviendo con un ente. La rubia solamente salía de la habitación para ir al baño, y de vez en cuando comía algo. Pero ya no hablaba, ni mucho menos reía. Había algo muy mal allí que la castaña desconocía, y no lo toleraba más.

-¡Basta! O me dices que pasa o te vas de mi casa,Piper-las palabras de la castaña salieron de su boca con tanta firmeza que Piper, cuando estaba por entrar al baño, casi se tropieza.

-¿Qué has dicho?-la rubia no terminaba de entender a que se referia, o se hacia la que no entendi. Era mejor dejar las cosas asi.

-Me has oido, Chapman. ¿Qué es lo que está pasando aquí? Por que te comportas así... toda depresiva ¿necesitas ayuda profesional?- lo dijo más molesta de lo que pretendió. Pero la situación la tenía exasperada, quería ayudar a su amiga y no sabía cómo.

-Es que..-lágrimas amenazaron con salir-no puedo, Lor... en serio no puedo- comenzó a llorar. Lorna suspiro y le hizo señas para que se acercara hasta el sofá donde ambas se terminaron sentando.

-Llevas semanas en las que solo te veo en la cena, ya ni los recesos compartimos. Creí que la separación con Zelda era algo que tu querías... no pensé que estarías así de mal-comentó tomándola de la mano. Piper negó.

-Esto nada tiene que ver con Zelda.. en realidad es..-meditó muy bien sus siguientes palabras. Sabía que al contarle la ponía en compromiso, no quería traerle más molestias de las que ya claramente le estaba ocasionando...-es una tontería que no debería preocuparte-finalizó con una sonrisa con el afán de terminar el tema, pero Lorna no cedió.

-Si fuera una tontería no estarías así de depresiva Piper. Si no quieres hablar conmigo al menos acepta ayuda profesional..-la miro con una mueca. La rubia asintió y tomó una bocanada de aire muy grande.

-Es complicado... muy complicado Lor... al punto de que si alguien lo sabe yo podría perder mi licencia-confesó y fue como si volviera a respirar. Era muchísimo para afrontar sola, necesitaba de alguien.

-Woah, espera. Dime que no has matado a nadie por favor-la observó con un poco de pánico, tomándose el pecho. Piper rio de forma honesta como hacía tiempo que no se la veía.

-No a ese extremo pero si es serio... ¿Y sabes qué es lo peor? Después de pensarlo mucho, tengo en claro que no me arrepiento... ni un poco...- confesó nuevamente liberándose un poco más. El semblante de Lorna se torno un poco más serio, la forma errática de hablar de su amiga la preocupada un poco.

-Piper, por si no lo sabes.. yo siempre estaré de tu lado y puedes confiar en mi...-le apretó el muslo y la rubia la abrazo con fuerza.

-Gracias... prometo que en cuanto pueda te contaré.. siento estar así, pero no puedo evitarlo. Intentaré- fue lo mejor que pudo decir, no le era para nada fácil armarse de valor y enfrentar ciertas cosas cuando no se estaba de ánimo.