Capitulo 20:

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Narra Roberta:
¿Cómo decirle que no si me miraba con esos ojitos llenos de esperanza? ¿Cómo decirle que no si era la persona más dulce que había conocido en vida?
Me quedé en silencio unos segundos, solo para no quedar como una loca obsecionada, y después de hacerlo sufrir un poquito, hablé.

Roberta: Claro que quiero...
Diego: Tardaste tanto en contestar que pensé que ibas a decir que no..
Roberta: ¿Eso te hubiera dolido, Diego?
Diego: ¿Que si me hubiera dolido? Me hubiera roto en dos...
Roberta: (acaricie su mejilla) Eso es tan tierno...
Diego: Bueno entonces si nosotros somos novios ahora..
Roberta: Si me vas a preguntar por mis papás y demás, no sigas..
Diego: Si, iba a hablar sobre eso..
Roberta: Eso no importa Diego, están lejos y... no me importa lo que piensen.
Diego: Bueno pero a mi si, y creo que a vos también debería importarte, Roberta.
Roberta: Nadie va a meterte preso..
Diego: Eso ya lo sé.. sos una nena pero, jamás abusé de vos... es solo que, no quiero que ellos directamente me vean como alguien malo en tu vida y quieran sacarme de ella..
Roberta: Ellos no van a hacer eso porque yo no se los voy a permitir.
Diego: Roberta...
Roberta: Ya voy a pensar en una manera de hablar con ellos..
Diego: Una manera de que "hablemos" con ellos..
Roberta: Bueno si, que hablemos.. Pero falta mucho todavía..

Realmente, no me importaba lo que ellos pudieran llegar a pensar. Solo no quería que me separaran de él. Sabía que si lo hacían me moriría, ¿por qué todo tiene que ser tan complicado? La edad no debería importar...

Diego me acercó a él, interrumpiendo de la mejor manera mis pensamientos y me besó, con cuidado al principio, pero luego fue abriéndose paso y el beso terminó siendo mucho más caliente de lo que esperaba que fuese.

Roberta: Esto ahora tiene que ser algo así como.. ¿un secreto?
Diego: Un secreto hasta que seas mayor de edad (?
Roberta: Falta mucho!
Diego: (río) Era broma.. no podríamos mantener una relación en secreto por dos años..
Roberta: Técnicamente falta un año y medio, porque ya tengo 16 y medio. (sonreí)
Diego: Y esa noticia se supone que es buena?
Roberta: Deberías alegrarte, las posibilidades de que vayas a prisión van disminuyendo.
Diego: Dijiste que ibas a dejar que me metan preso. (achinó los ojos)
Roberta: Ya lo sé, tonto.. era solo una broma..
Diego: Bueno, creo que tendrías que irte, sino Nora va a sospechar..
Roberta: Nora ya sabe que pasa algo entre nosotros Diego, siempre lo supo.
Diego: Eso ya lo sé, pero que estés mucho tiempo dentro de mi cuarto es demasiado sospechoso.
Roberta: (rodé los ojos) Como quieras...

Me alejé de él un poco y caminé hacia la puerta, fingiendo un "enojo" porque prácticamente me estaba echando de su cuarto.
Claro que no tardé en escuchar las palabras que quería escuchar.

Diego: Pará Roberta...
Roberta: ¿Qué pasa?
Diego: Si vamos a estar juntos.. por favor, no quiero escenas de este tipo.
Roberta: ¿Escenas?
Diego: Inmadureces.
Roberta: ¿Me estás diciendo inmadura?
Diego: No, no es eso...

Me empecé a reír en su cara, logrando que su cara se transforme por completo. Estaba confundido, con el ceño fruncido y los brazos colgando a cada uno de sus lados.

Diego: ¿De qué te reís?
Roberta: De que no estaba hablando en serio, Diego.. (me acerqué)
Diego: Entonces lo del enojo fue una actuación?
Roberta: Más o menos.. (rodeé su cuello con mis brazos) Pero no me gusta para nada que me digas inmadura.
Diego: Es la única palabra que se me ocurre para describir los planteos de nena de doce..
Roberta: (suspiré) Voy a intentar cambiar eso.. pero vos (lo señalé) Vas a prometerme que no vas a hacerte el "grande" y no vas a decirme inmadura nunca más..
Diego: Te lo prometo..
Roberta: Sos tan fácil.

El se rió y me besó otra vez. Esta vez el beso duró poco, y me fui de su cuarto.

...

Me quité los auriculares de los oídos cuando me pareció escuchar que alguien golpeaba la puerta de mi cuarto.
Grité "adelante" por el simple hecho de que no tenía ni las más mínimas ganas de levantar mi hermoso y cómoda cama. Esperaba ver entrar a Diego, ya que no lo había visto en toda la tarde porque había estado haciendo trámites para mis papás. Pero no era él, sino Nora.
Fruncí el ceño, preguntándome si ella estaba acá para decirme que me aleje de Diego otra vez o algo así, y si lo hacia, le daría una patada justo en medio de tu cabeza y la haría volver por dónde vino.
Gracias a Dios no vino para eso. No sé por qué digo gracias a Dios, porque, realmente el motivo por el que estaba en mi cuarto ahora, era uno mucho peor.

Nora: No quería interrumpirte pero..
Roberta: No importa, ya estás acá. Además no me molesta.
Nora: Hay un chico abajo que quiere hablar con vos.
Roberta: ¿Un chico?
Nora: Es Javier..
Roberta: Decile que se vaya.
Nora: Le dije que probablemente no querías verlo, pero insistió y dijo que era algo muy importante..
Roberta: No quiero verlo.
Nora: Entonces le digo que se vaya..
Roberta: Si...

Ella se fue y yo me puse los auriculares otra vez. Pero cinco segundos después estaba bajando las escaleras a las corridas para ver qué quería Javier. No era que me importara él ni mucho menos, solo quería dejarle bien en claro que quería que él se vaya bien a la mierda y no vuelva nunca.

Roberta: Esperá...

Llegué justo cuando Nora comenzaba a cerrar la puerta de entrada en su nariz, literalmente. El sonrió de costado, al parecer bastante contento con que yo haya decidido ver su estúpido rostro otra vez.
Ese chico si que me desilucionó. Lo quería mucho, y de un día para el otro, se convirtió en la persona a la que le deseaba el peor mal de todos los males.

Nora: ¿Estás segura...
Roberta: Si. Podés irte, y dejarnos solos?
Nora: Si, si eso es lo que querés..

Ella comenzó a alejarse, completamente extrañada por mi actitud. Pero bueno, yo no podía andar por la vida explicándole a todo el mundo cada cosa que sentía.

Javier: Nora me dijo que no querías ni verme..
Roberta: Es que realmente no quiero verte.
Javier: ¿Entonces por qué estás acá?
Roberta: Primero quiero saber qué tenés para decirme tan "importante" y después, quiero decirte yo un par de cositas, que te aviso desde ya, no son muy agradables..
Javier: Me imagino que no lo son..
Roberta: Al punto.
Javier: Roberta yo.. hoy me comporté como un idiota si? Bueno, en realidad, me vengo comportando como un idiota desde hace mucho. Quiero que sepas que, si me acosté con Paula, pero no tengo una relación con ella ni nada parecido. No la quiero. Y que bueno, hoy te traté mal porque me acusaste de algo que yo no hice y no sé.. me saqué de quicio..
Roberta: Eso no te justifica. Y tampoco arregla las cosas que te hayas acostado con Paula solo una o dos veces y porque tenías ganas, eso no te vuelve inocente.
Javier: Ya lo sé. Pero te quiero.
Roberta: Si esa es tu manera de querer.. no quiero imaginarme cómo sos cuando odiás a alguien...
Javier: Eso nunca vas a saberlo, porque es imposible que yo te odie...

Se acercó tan rápido a mi que no tuve tiempo ni de moverme. Para cuando me dí cuenta, me estaba besando.. ¿Me estaba besando?
Forsejeé como una idiota hasta que logré separarme de él, y tuve que contenerme para no pegarle otro cachetazo.

Roberta: ¿Qué hacés?
Javier: No pensé que te iba a caer tan mal..
Roberta: No entendés que no te quiero ni ver?

Le dí un empujón hacia la puerta, buscando desesperada sacarlo de mi casa, porque con ese estúpido beso me había descolocado por completo. Pero me tomó del brazo y me acercó a él, besándome otra vez. ¿Qué estaba buscando?

Intenté zafarme de él, pero me estaba agarrando de la nuca presionándome contra él, para que no pudiera separarme de él.
Entonces de la nada, alguien se ocupó de sacarlo de encima mio.
Otra vez todo fue muy rápido. Solo llegué a ver a un Diego lleno de furia tirándolo contra el piso y subiéndose encima de él para pegarle. Levantó el puño dispuesto a pegarle, mientras Javier se limitaba a mirarlo aterrado, pero yo le grité y se detuvo.

Roberta: No lo golpees Diego! Por favor..

La realidad era que.. siendo Javier menor de edad, si se le cantaba las pelotas podía ir a decirle a sus padres que Diego lo agredió y teniendo en cuenta que el poder y el dinero que tenían sus padres.. sería difícil zafar de esa.

Diego: Te salvaste solamente porque ella me lo pidió.. pero escuchame una cosa (lo agarró del cuello de la remera) No le vuelvas a poner una mano encima porque no me va importar nada y voy a matarte a golpes, me escuchaste?

Javier solo asintió varias veces, con miedo, se levantó y salió de la casa.

Poco a poco Diego fue recobrando sus colores normales de la cara y se acercó a mi.

Diego: ¿Estás bien?
Roberta: Si... Diego, sé que viste que nos estábamos besando pero..
Diego: Tranquila Roberta, ya sé lo que pasó, te ví intentando quitártelo de encima, no tenés que explicarme nada..

Continuará...

Don't Forget MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora