Narra Roberta:
Mi mamá y mi papá estaban demasiado adormilados como para tomarse muy en serio mis palabras, pero yo estaba hablando en serio, muy en serio.
Desde que mi papá me tiró dentro de mi habitación y cerró con fuerza la pesada puerta delante de mi nariz, mi cabeza comenzó a buscar posibles soluciones para la horrible situación que me había tocado vivir. Y gracias a mi hermoso cerebro, logré crear un buen plan.
Quizás no era el mejor plan del mundo... quizás ni siquiera significaba mi felicidad por completo.. pero por estar junto con Diego estaba dispuesta a sacrificar muchas cosas.
Martin: A ver Roberta, por qué no te vas a la cama, si? tu cabeza de adolescente está un poco revolucionada esta noche..
Roberta: No. Basta. Deja de hablarme como si fuera una estúpida solo por tener 16 años...
Alma: No es así, hija. Claro que no te creemos una estúpida, pero en este horario la gente normal simplemente duerme.
Roberta: La gente normal también le permite a sus hijos ser libres de elegir a su pareja.
Alma: Ya estás mezclando las cosas otra vez..
Roberta: No me interesa lo que me digan, me van a tener que escuchar.
Martin: (se levantó y se puso su bata, después se sentó en el sillón junto a la cama y me miró) Te escucho, si eso te hace feliz.
Yo miré a mi mamá, ella se levantó su largo pelo en una cola alta y se sentó derecha en la cama, todo esto sin sacar sus ojos cansados de encima mio.
Mica: Yo... lógicamente ya me dí cuenta de que ustedes no me quieren con Bruno.
Hugo: Si no te dabas cuenta me veía obligado a dudar de tu capacidad, hija.
Mica: (lo miré mal) No me gusta que acotes de esa manera. Si vas a acotar, que no sea para agredirme ni a mi ni a Bruno.
Martin: Entonces por favor anda al punto.
Roberta: Dentro de dos semanas me tengo que ir.. lejos (ambos asintieron) y yo antes de irme quiero hacer muchas cosas.
Alma: Si tiene que ver con...
Roberta: Mamá por favor, déjame terminar. (la corté) Tengo planeado viajar con Diego, a la costa... no es lejos, y serían solo unos días...
Martin: ¿Vos estás loca? Realmente pensas que te voy a dejar ir así como si nada?
Roberta: (apreté la mandíbula, no quería gritarle como él acababa de gritarme) Si ustedes me dejan viajar con Diego por unos días... el tiempo que esté en Europa, prometo no comunicarme con él, de ningún modo.
Martin: ¿Perdón?
Roberta: Ese es mi trato.
Alma: Pero hija..
Roberta: Miren, no sé qué piensen si? Pero yo ya lo pensé mucho y quiero hacer eso.
Alma: ¿Por qué..?
Roberta: Eso no les importa. Solo quiero hacer ese bendito viaje con él y entonces van a tener lo que tanto desean. (tragué en seco) Voy a concentrarme pura y exclusivamente en mi carrera allá en Europa.
Sabía que sería muy difícil para mi estar tan lejos por tanto tiempo sin comunicarme con él de ninguna manera, pero lo iba a hacer porque eso significaba que podría estar con él durante estas dos semanas. Las volvería únicas, inolvidables e irrepetibles. Estaba bien segura de que valía la pena.
Además, no me iría lejos por siempre ¿verdad? en algún momento volvería, y entonces el trato habría terminado y yo podría volver a comunicarme con él.
A él no le gustaría. Claro que no le gustaría... era más que obvio que intentaría comunicarse conmigo una vez que yo esté lejos y hasta querría que no hagamos el viaje.. Pero pasar juntos unas "vacaciones" era lo mejor que podría pasarnos.
Yo no lo olvidaría. A penas terminara el viaje, correría a sus brazos...
Martin: No voy a negar que la oferta es tentadora...
Roberta: No quiero escuchar toda la introducción, solo quiero saber si van a aceptar.
Martin: Es que sos muy chica para irte tan lejos con un desconocido.
Roberta: No seas hipócrita papá. Me dejaron con él, completamente sola y me cuidó durante meses... decían que era muy confiable...
Alma: Pero no sabíamos que él sería capaz de establecer una relación amorosa con una chica de tu edad.
Roberta: No hizo nada malo. Solo se enamoró.
Martin: Hija.. alguna vez pensaste realmente qué es lo que él está buscando en vos?
Roberta: Yo..
Martin: Los chicos mayores no buscan cosas serias en chicas de tu edad.
Roberta: Diego no quiere acostarse conmigo, papá si es eso lo que te preocupa.
Martin: (abrió grandes los ojos) Roberta..
Roberta: No dije nada malo. Solo te quité una preocupación de encima.
Alma: Martin.. (él la miró) ¿Qué pasaría si nos encargáramos de que todo sea seguro, legal y que ella vuelva a casa en tiempo y forma?
Roberta: No soy un paquete.
Alma: Nosotros te amamos, si hija? Eso ya deberías saberlo.. solo queremos cuidarte, protegerte...
Roberta: El no me va a lastimar!
Martin: ¿Te molestaría si nos encargamos de asegurarnos que el viaje sea seguro?
Roberta: Per..
Martin: Solo arreglaríamos el tema del hotel...
Roberta: Supongo que lo hacen porque me quieren y me quieren cuidar.. (murmuré)
Martin: Pero quiero creer que vas a cumplir con tu palabra..
Roberta: Claro que si. Yo acabo de proponérselos, no voy a faltar a mi palabra.
Alma: ¿Estás completamente segura de esto, Roberta?
Roberta: Si.. pero.. qué pasaría si después de este tiempo a solas con él, ustedes notaran que no me va a lastimar y...?
Martin: No hija, no. (me interrumpió) Nosotros sabemos muy bien lo que queremos para vos, y ese chico, aunque no sea capaz de lastimarte, no lo queremos cerca tuyo.
Yo solo moví la cabeza afirmativamente, no iba a discutir más con ellos, porque ya tenía mi decisión tomada y realmente ya me esperaba que ellos respondieran de esa forma.
Sabía que no lo querían porque tenías más de veinte años, porque pertenecía a una clase social inferior, y porque luego de su llegada mi relación prácticamente "arreglada" por ellos con Javier se fue al demonio.
Volví a mi cama, y me enredé entre mis sábanas... mi cabeza no dejaba de pensar en él... ¿Estaba realmente bien hacer eso?
Al Otro Día:
Giré en la cama, sintiéndome atrapada. Por algún motivo no podía mover mis piernas libremente y eso me estaba causando demasiada molestia.
Fue entonces cuando dí un giro de más y me caí de la cama. Todo mi cuerpo fue a dar contra el frío piso y abrí los ojos de golpe.
Mis piernas estaban enredadas en las sábanas... y tuve que luchar bastante para desenredarme y lograr ponerme de pie.
Adormilada, y también un poco dolorida, me metí dentro del baño, donde me desvestí por completo y me metí bajo la ducha.
Tardé un poco más de lo normal, ya que no planeaba ir a la escuela. Cuando terminé con mi largo baño, agarré una toalla blanca y me envolví con ella. Me ví frente al espejo y quise golpearme a mi misma por mi torpeza.
Tenía un horrible moretón medio verde-violeta-marrón al costado de mi cintura, casi en el muslo. Dolía mucho, y se notó al instante por mi piel blanca.
Quejándome terminé de vestirme, peinarme y maquillarme y salí de mi cuarto. Mis padres estaban desayunando.. si, aunque no lo crean, madrugué.
Roberta: Pensé que dormirían un poco más después de que los desperté a mitad de la madrugada.
Martin: Nosotros tenemos obligaciones.
Alma: Veo que ya no te pusiste el uniforme del colegio...
Roberta: ¿Tengo que seguir yendo? (pregunté, deseando que dijera que no)
Alma: No, vas a terminar el secundario con profesores particulares que te van a acompañar a donde vayas..
Martin: Estas semanas podrías ir, pero..
Roberta: Tenemos un trato.
Martin: Exacto.
Me senté con ellos y desayunamos. Yo aún no podía dejar de pensar en Diego y decidí que no le diría a Diego sobre mi trato con mis padres para que él no se opusiera y arruinara las mini vacaciones que quería que pasáramos juntos.
(...)
Miré la pantalla de mi celular un poco ansiosa. Iba a llamarlo para decirle que podía pasar por mi y entonces saldríamos juntos y yo le diría que íbamos a poder hacer el viaje.
Levanté la mirada otra vez. Estaba sentada en un banco del enorme jardín de mi casa, sola porque mis padres habían salido hacia su empresa y Nora (quién quedo como mi "niñera") estaba adentro, preparando la comida para ambas.
Diego: ¿Roberta? (dijo, un poco sorprendido)
Roberta: Hola mi amor.. (suspiré, amaba cuando pronunciaba mi nombre)
Diego: ¿Todo está bien? Anoche no te llamé porque tenía miedo de que tus padres se enojen mucho más..
Roberta: No pasó nada. Solo un enojo del momento.
Diego: ¿Estás bien, vos?
Roberta: Si, no te preocupes por mi.
Diego: Me estás llamando a escondidas de ellos, verdad?
Roberta: No.. aunque no lo creas, no..
Diego: Pero entonces... (el comenzó a hablar emocionado)
Roberta: Quiero que nos veamos.
Diego: ¿Puedo ir?
Roberta: Podes pasar por mi para que vayamos a dar una vuelta..
Diego: ¿Segura que tu papá no me va a echar a patadas?
Roberta: Muy segura. Jamás te haría venir si tu vida corre peligro.. (reí) Me cambio y te espero?
Diego: Allá voy a estar en menos de veinte minutos.
Roberta: Genial.
Diego: Te amo.
Roberta: Te amo más.
Corté, y me encontré a mi misma sonriéndole a la pantalla.
Mentirle no era la mejor opción...pero iba a hacerlo y deseaba que él me amara tanto como yo lo amaba a él, para que pudiera perdonarme...
Una mentira. Una pequeña mentira. Solo un tiempo sin tener ningún tipo de contacto. ¿No era demasiado, verdad?
Claro que si lo era, pero quería obligarme a creer que no lo era.
Continuará...