Capitulo 50:

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Narra Roberta:
Diego me agarró del brazo y me llevó hacia su moto, mientras murmuraba palabras que no llegué a entender, pero estoy segura que tenían que ver con lo que acababa de pasar.
Me causaba gracia verlo así. Sus celos estaban completamente a la vista... y si sentía celos, sigfinicaba que todavía algo le pasaba conmigo, ¿verdad?

Sacudí rápidamente la cabeza cuando me encontré a mi misma pensando en eso con una sonrisa. "¿Qué te pasa Roberta?" Me reté por dentro; "¿Estás loca? ¿De verdad te alegra que el tipo que te te trato de cualquiera y te engañó todo este tiempo sienta o no siento cosas por vos? ¿Tan estúpida sos?"...

Me llevé las manos a la cara, intentando callar la vocesita dentro de mi cerebro que era más insoportable que cualquier otra cosa...

Diego: ¿Y ahora qué te pasa? ¿Ya te arrepentiste?
Roberta: No, no me arrepentí. Y no te interesa lo que me pasa.
Diego: Te vas enfermar así vestida..
Roberta: ¿Tengo que repetirte por qué estoy así y de quién es la culpa?
Diego: No gracias.
Roberta: Perfecto.

Agarró su moto y la llevó hacia donde estaban los demás hombres y mujeres que iban a correr la carrera; es decir el punto de partida.
Yo lo seguí, en silencio y una vez ahí, nuevamente sentí muchos ojos sobre mi. Incluso tuve que aguantarme las ganas de callar a una que otra mina, solo porque sabía que peleando contra ellas no tenía oportunidad.

Dieron la orden de comenzar a prepararnos para partir y Diego me dió un pañuelo que yo debía atar a mi cintura para mantenerme pegada a él.. ya sabía cómo era esto; pero no por eso se me quitaba el miedo...
Era peligroso, muy peligroso.

Me senté de espaldas a él y nos até con el pañuelo. Cuando terminé con el nudo y alcé la cabeza, una chica estaba parada ahí en frente mio, mirándome aún peor que todas las demás.
Era bastante baja de estatura, también chiquita de cuerpo, pero para ser sincera tenía unas increíbles curvas; pelo marron y ojos marrones... ¿Quién era y por qué nos veía así?

Xxx: ¿Así de fácil me reemplazás? ¿Te gustan las pelirrojas ahora?
Diego: Paula.. (murmuró)

Se movió para que yo quité el pañuelo, así que lo desaté y él se bajó de la moto, y caminó hacia ella. Le sonrió de forma seductora e intentó acariciar su mejilla, pero la chica, o mejor dicho "Paula" como él la llamó, lo esquivó.

Diego: Hey.. ¿qué pasa?
Paula: ¿Vos te pensás que yo soy estúpida? ¿Por qué vas a correr con ella? ¿Quién es ella en primer lugar?
Xxx: Es la ex, la Estrellita.
Roberta: Me llamo Roberta, no Estrellita. (lo corregí, ya furiosa de que todo el mundo me llame así)
Paula: Así que Roberta... tu ex, la que te hizo cornudo y encima públicamente..
Roberta: Yo no..
Diego: No te metas, Roberta. (me cortó)

Yo me aguanté la ganas de gritarle un montón de barbaridades y solo me quedé ahí sentada, mirándolos con desprecio porque... realmente yo no tenía por qué estar ahí... En ese momento yo debía estar en mi cama, pensando en lo hermoso que había sido mi show...

Paula: ¿Me vas a explicar?
Diego: No te tengo que explicar nada. Ella está acá porque quiero correr con ella y punto.
Paula: Te encanta todavía no, la pendeja te vuelve loco..
Diego: Eso no te interesa! (le gritó) Y no me asfixies, ya te expliqué miles de veces que no me gusta que me controles, que no soy de tu propiedad y no tengo por qué darte explicaciones de lo que hago y dejo de hacer..
Paula: Perfecto. Entendí perfectamente.

Ella dió media vuelta y se fue. Diego volvió hacia la moto, es decir donde estaba yo, con la misma cara de despreocupación que llevaba antes.

Así era él ahora aparentemente... No le importaba nada ni nadie. Todo le parecía insignificante...

Roberta: Diego, yo..
Diego: Vos nada, no importa, concentrémonos en lo importante, que es ganar esa plata..
Roberta: Está bien, como quieras.

Volví a atar el pañuelo y esperamos unos pocos minutos más hasta que todos los demás corredores y sus respectivas parejas estuvieron listos. Yo no podía dejar de temblar como una hojita... detestaba este tipo de cosas con toda mi alma..

Cuando escuché el disparo que anunciaba el comienzo de la carrera, cerré los ojos y los apreté con fuerza, mientras se me escapaban algunos gritos de terror.
No sabía exactamente qué cara tenía Diego en este momento; pero lo escuchaba soltar insultos porque probablemente no íbamos al frente...

Para cuando dobló en una esquina, mi cuerpo entero se sacudió de golpe y sentí que iba a vomitar... Nos acercábamos lentamente, o mejor dicho rápidamente, a la parte más horrible...

Diego hizo que la moto anduviera solo en la rueda de atrás, así que yo quedé de cara al piso, cerca, demasiado cerca del asfalto.. podía sentir la tierra golpeándome la cara... La adrenalina y el miedo me recorrían de pies a cabeza..

Pero entonces pasó algo que no estaba en los planes de nadie. Comenzó a escucharse la sirena de la policía, y de la nada, esta estaba acercándose a nosotros.

Diego soltó un par de maldiciones y dió media vuelta, para ir hacia la dirección contraria.

Esto claramente no era legal; así que la carrera quedó completamente interrumpida y todos comenzaron a correr en diferentes direcciones, para escapar de la policía.

Recuerden que yo seguía atada a Diego, así que mientras él manejaba hacia la dirección contraria, yo podía ver a la policía acercándose.. y ellos podía ver mi cara...

¿En qué momento quedé metida en esto?

Diego aceleró tanto como le fue posible, y en un curva, los perdimos...

Roberta: ¿A dónde vamos??! (exclamé)
Diego: A un lugar que es seguro..
Roberta: ¿Qué lugar? Llevame a mi casa!
Diego: No puedo hacer eso ahora! La policía nos vió y nos va a estar buscando, tenemos que escondernos.. al menos hasta mañana..
Roberta: Pero..
Diego: ¿Querés ir presa Estrellita? Porque nadie te va a creer si les decís que estás acá en contra de tu voluntad..
Roberta: Dejá de llamarme así y no, lógicamente no quiero ir presa..
Diego: Entonces hacé silencio..
Roberta: Quiero desatar esta porquería.. me está dejando sin aire..
Diego: Mejor dejalo así hasta que lleguemos, no quiero perderte a mitad de camino..
Roberta: Pero si no vamos tan rápido..
Diego: Por ahora..

Entonces aceleró al máximo otra vez y yo grité de miedo.. Odiaba la velocidad con todo mi corazón..

(...)

Diego detuvo la moto frente a un edificio que parecía viejo y poco higiénico... Yo me quedé parada, mirando con cara de nada, mientras él solo estaba ahí, esperando a que yo reaccionara.

Diego: ¿Qué pasa? ¿No es como los hoteles cinco estrellas a los que estas acostumbrada?
Roberta: ¿Qué es este lugar?
Diego: Este es un lugar en el que me esconden cuando me persigue la policía...
Roberta: Yo no quiero entrar acá..
Diego: Ay por favor, entrá que nada malo va a pasarte..

Me tomó del brazo otra vez y luego de que él escondió su moto en la entrada, fuimos hacia lo que supuse que era la recepción.
Un hombre gordo y sin pelo dormía sobre el mostrador...

Diego: Beto!! (le gritó, despertándolo)
Beto: Dieguito!
Diego: Necesito la habitación de siempre..
Beto: Pasá tranquilo..
Diego: ¿Y si pasa la policía qué le decís?
Beto: Que yo no conozco a ningún Diego Bustamante.

Diego sonrió y después avanzó hacia unas escaleras que seguramente daban a las habitaciones, yo lo seguí, mientras sacaba mi celular de mi cartera (que todo el tiempo habia tenido cruzada).

Diego: ¿Qué hacés?
Roberta: Tengo que hablar con mi papás.. deben estar desesperados, y también con mi representante..
Diego: (me sacó el celular de la mano) No voy a dejar que llames a nadie. ¿Querés que nos atrape la policia?
Roberta: Yo no soy una delincuente, ok? Y no te voy a seguir a vos a todos lados.. (volví a agarrar mi celular)
Diego: Quizás no a todos lados, pero esta noche si.

Continuará...

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