Capitulo 17:

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Narra Roberta:
Miré a Mia como si acabara de decir un total disparate. Ni siquiera podía imaginar que Diego fuera el responsable del video.

Roberta: Por supuesto que no.
Mia: Bueno, solo decía.
Roberta: Esto es raro, y da miedo.
Mia: Humm.. y si no fue él, entonces quién? No sé me ocurre nada.
Roberta: A mi tampoco.

Se quedó en mi casa por un par de horas, luego su chofer la pasó a buscar y se fue para su casa.Yo subí a mi cuarto pensando todavía en quién podría haber sido el o la responsable del video, pero no se me ocurría nada.
Me bañé, me puse el pijama y me acosté. Había sido un día largo y todavía no terminaba. Sabía que podía faltar tranquilamente a la escuela al día siguiente por la excusa de Diego, pero no quería quedarme todo el día dentro de mi casa, por lo que fingiría una recuperación milagrosa.

Al otro día:
Me desperté justo y exactamente diez minutos antes de que el despertador empezara a sonar. Lo apagué y me senté en mi cama, intentando despertarme de a poco.
Después de hacer la rutina de todas las mañanas, bajé a desayunar con mi uniforme puesto y mi mochila colgada al hombro.

Nora: Buenos días.. que raro que vas a ir a la escuela..
Roberta: Supuestamente estoy enferma..
Nora: Me dijo Diego que no te sentías de ánimo para ir y tuvo que mentir por vos.
Roberta: Si, fue un dulce, pero ahora si quiero ir.
Nora: (sonrió) Sos demasiado rara Roberta..
Roberta: (me reí) Lo sé. ¿Está el desayuno?
Nora: Ya se lo preparo..

Ella se fue para la cocina, y yo dejé mi mochila en el sillón del living, entonces la puerta se abrió y entró Diego con cara de dormido y la corbata de su traje mal puesta.

Roberta: Me parece que alguien se quedó dormido..
Diego: No sé por qué no sonó el despertador.
Roberta: Si, claro.. (sonreí) Buenos días Diego..
Diego: Buenos días, Roberta.. ¿Qué hacés despierta tan temprano?
Roberta: Voy a la escuela.
Diego: Qué? (se me acercó y puso una mano sobre mi frente) Fiebre no tenés..
Roberta: (saqué su mano) No es gracioso..
Diego: (sonrió) No pero, en serio.. ¿vas?
Roberta: Si. Me siento demasiado encerrada acá adentro.. además necesito despejar mi cabeza para pensar en cómo ayudarte con lo de tu hermano.
Diego: Olvidate de eso, Roberta.
Roberta: No. Y también tengo que pensar quién me grabó bailando y lo subió a internet.
Diego: Viste el video?
Roberta: Si.. y muero de verguenza.
Diego: ¿Verguenza por qué? Si bailar es lo tuyo..
Roberta: Será lo mio, pero no quería que subieran mi video a internet así como así, soy muy perfeccionista y me hubiera gustado editarlo yo misma y demás cosas, y lo peor de todo, es que mis padres van a matarme cuando se enteren.
Diego: Para mi que se lo van a tomar bien..

Me cruzé de brazos y lo miré directo a los ojos. La forma en que dijo esto último me hizo volver a pensar en que él podría haberlo echo.
El me miró un poco confundido por mi repentina actitud, de mirarlo sin decir ni una palabra.

Diego: ¿Estás bien?
Roberta: Si..
Diego: Bueno, voy a preparar el coche.
Roberta: No. Esperá.
Diego: ¿Qué pasa?
Roberta: Es sobre el video..
Diego: ¿Qué pasa con el video?
Roberta: ¿Lo grabaste vos, Diego?
Diego: (negó con la cabeza y sonrió) Desde que te conozco nunca tuve tiempo de filmarte bailando.. Creo que te ví unas dos o tres veces..
Roberta: (suspiré) Es verdad. Ese video es de antes del viaje de mis papás.
Diego: Es decir, antes de que me conozcas.
Roberta: Estoy más confundida que antes.
Diego: ¿Tenías otro chofer?
Roberta: No.. (se me vino algo a la cabeza) Pero tenía un estúpido novio.
Diego: ¿Javier? No creo, no le da el cerebro a ese..
Roberta: (me reí por su comentario) Para hacer maldades si que le da, te lo aseguro.
Diego: Si vos decís.. sos vos la que lo conoce..
Roberta: Hoy voy a matarlo.
Diego: Como quieras. Pero tranquila, no quiero andar de niñera en el colegio porque te portaste mal.
Roberta: ¿Me estás pidiendo que me porte mal pero discretamente?
Diego: Si.
Roberta: Ojalá mi mamá fuera así. ¿Querés ser mi mamá, Diego? (reí)
Diego: No precisamente tu mamá.

Mi sonrisa se borró y lo miré un poco avergonzada, mientras sentía cómo mis mejillas se iban poniendo rojas. Eso era un súper palazo, una súper indirecta. Si no lo cazaba, era porque era una idiota.

Roberta: Entendí eso a la perfección.
Diego: (sonrió) Te veo afuera, Roberta.

Se fue antes de que tuviera tiempo de borrar la sonrisa de tonta de mi cara. Giré sobre mis talones y me metí dentro de la cocina, donde Nora ya tenía listo mi desayuno.

Un rato después:
Me subí al auto con Diego y el viaje fue un poco incómodo. No del todo, porque de alguna manera ahora él se estaba comportando bastante diferente conmigo, me refiero a que se abría mas, no se escondía tanto detrás de su puesto de trabajo.
No mencioné lo de su indirecta, porque si lo hacía iba a volver al momento completamente incómodo. Nos la pasamos todo el viaje hablando de distintas maneras de matar a Javier si él había sido el responsable de que mi video llegara a YouTube.

Cuando bajé del auto, él hizo sonar la bocina como hacía siempre para que todos notaran que yo había llegado, sabía que me gustaba pasar desapercibida, entonces lo hacía a propósito.
Cuando Mia me vió, vino corriendo hacia mi, sonriente.

Mia: ¿No era que no ibas a venir por algunas semanas más?
Roberta: Cambio de último momento.
Mia: Perfecto. Así no me dejás sola.
Roberta: ¿Qué decís? Si tenés un montón de amigos.
Mia: Conocidos. No amigos.
Roberta: Lo que digas..

Ella era súper popular, incluso más que yo, y los chicos y chicas se le pegaban todo el tiempo. Que no me hable de soledad, porque realmente ella no tenía ni idea de qué era eso!

Mia: Mirá quién está allá..

Miré en la dirección en la que estaba señalando, deseando que sea Javier para poder cortarle las pelotas lo más rápido posible, pero era Paula.

Roberta: ¿Para qué me mostrás semejante espanto? (me reí)
Mia: Porque te está mirando desde que llegaste y creo que.. no, no creo, si viene hacia acá.
Roberta: La felicidad me dura tan poco a mi..

Mia se rió por mi comentario y a los cinco segundos Paula había llegado hasta dónde estaba yo.
Me sonrió y tuve la sensación de que sus ojos, ya demasiado claros, se aclaraban aún mas por lo brillosos que estaban..

Paula: Miren quién llegó..
Roberta: Roberta Pardo, un gusto, ¿nos conocíamos? Ah si, creo que te ví varias veces en las esquinas parando autos.
Paula: Yo no soy ninguna prostituta, idiota.
Roberta: Bueno, me robaste a mi novio, y supongo que no es la primera vez que lo hacés.
Paula: Ayy todavía estás dolida por eso. Y bueno, no te culpo, no pudiste darle todo lo que él quería y tuvo que ir a buscarlo en alguien más.
Roberta: No te metas en las cosas que no sabés.
Paula: Ay si, si lo sé. Javier me contaba todos y cada uno de los detalles de su infantil relación.
Roberta: No era una relación infantil! (grité)
Paula: No te alteres, no te alteres.. No venía a hablarte de Javier, en realidad..
Roberta: ¿Entonces qué querés?
Paula: Solo comentarte que tu chofer esta bien bueno.
Roberta: No te metas con Diego.
Paula: ¿Te gusta?
Roberta: Eso no te interesa!
Paula: Te gusta. (rió) Te aseguro que va a ser mio, entonces.
Roberta: (me acerqué a ella, desafiante) Andá e intentalo. Voy a estar sentada esperando para ver la patada que te va a meter. No le gustan las zorras, y a mi me quiere tanto, que te odia y le das asco tanto como yo.
Paula: No te creo. (pero ya no estaba segura)
Roberta: Andá y comprobalo.
Paula: Sos una idiota.. (se dió la vuelta y comenzó a alejarse)
Roberta: Y vos una maldita zorra!

Sentí una mano sobre mi hombro y me giré, pensando que era Javier y dispuesta a meterle un súper cachetazo, pero era Mia.

Mia: Ignorala, Roberta.. es lo mejor que podés hacer.
Roberta: Me saca. Tengo ganas de matarla. Primero Javier, ¿y ahora Diego? No, no se lo voy a permitir.
Mia: (rió) Roberta.. Diego jamás va a poner sus lindos ojos sobre Paula. Es una perra fácil, todo el mundo lo sabe.
Roberta: ¿Lindos ojos?
Mia: Tiene lindos ojos. (rió) No te podés poner celosa por todo, Pardo!

Me empecé a reír de mi misma, porque ella realmente tenía razón en todo. Diego jamás la miraría y yo no podía ser tan paranoíca.

Mia: Ahí viene Javier! (me gritó de repente)

Me dí vuelta y lo ví bajando de su auto, acomodando su pelo, y después acercándose a grandes pasos hacia donde estaba yo.
A medida que el se acercaba a mi, mi valentía y mis ganas de matarlo iban desapareciendo. No podía aflojar ahora, tendría que enfrentarlo en algún momento, y debía ser este.

Continuará...

Don't Forget MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora