❄Nana🔥

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  Tenía el cabello un poco más largo de lo que recordaba, traía una camisa negra acompañada de una corbata azul marino. Sentí que nuestros ojos se conectaron por bastante tiempo, así que decidí desviar la mirada para evitar más pensamientos hacia él. Por hoy, haría lo posible por no tener que interactuar más de lo necesario. Saludé a todas las chicas, incluyendo a Momo. Los chicos me abrazaban, mientras pedían para sacarse fotos para postearla en redes más tarde. Cuando sentí que Shoto se acercó, me preparé mentalmente para hacerlo de manera rápida y cortés.

   —Hola *___________* —se acercó para darme un beso en la mejilla, pero yo me hice un paso hacia atrás—. ¿Cómo te ha ido?
   —Muy bien, gracias por preguntar Todoroki-kun —noté que fruncía su ceño ante mi formalidad—. Felicidades por tu compromiso y matrimonio, hubiese querido enviarles un regalo.
   —Te lo agradezco, pero no es necesario —respondió él, alejándose un poco—. Felicidades por recibirte en medicina.
   —Muchas gracias... —estuvimos en un pequeño silencio, que no duró por mucho, ya que mi primo me sacó de allí para dejar los abrigos en el ropero de la discoteca—. Si me disculpas, quisiera dejar mi abrigo en el ropero. Fue bueno verte de nuevo.
   —Igualmente, es más —aquí viene—, quería aprovechar la oportunidad para discutir algo...
   —Tú y yo no tenemos nada que discutir —una parte dentro de mí, quería saltar de la alegría ante la respuesta que le di—, solo disfrutemos de la fiesta por hoy. ¿De acuerdo?
   —Está bien.

  Luego de dejar las cosas en el ropero, fuimos a bailar un poco en la pista. Ver a Bakugo lucirse en la pista de baile fue inesperado para la mayoría de nosotros, hasta algunas chicas se le acercaban intentando coquetearle, sin embargo terminaba ahuyentándolas al final. Kaminari y Mineta querían matarlo, ya que ellos ni siquiera atraían la atención de las chicas. Por otra parte, nosotras nos la pasábamos presumiendo quien conseguía moverse mejor (incluso si Momo se resistió al principio), todas elegíamos un momento de la canción para presumir un poco.
  De la nada, sin previo aviso, pasamos a canciones lentas. Una en especial, la misma que pusieron cuando bailamos por última vez con Todoroki. Sentí que alguien tenía la mirada fija en mí y cuando ubiqué al responsable, no me sorprendió que fuese él. Salí de la pista, diciendo que buscaría un trago. No me quitaría el sabor amargo de la boca, pero al menos me haría olvidarme un momento en la imagen de mí bailando tan cerca de ese cretino bicolor.

  Me acerqué a la barra y ordené un shot de tequila, el cantinero me guiñó un ojo y volteó a preparar la bebida. Observé la hora en mi celular y solo habían pasado 2 horas, la verdad si que me divertí demasiado que el tiempo se me pasó volando. Escuché el vaso ser depositado y lo tomé, pero antes de ingerirlo, vi que había algo en el fondo. Droga. Pedí para que me cambiaran el vaso, pero insistió en que lo bebiera ya que le había metido una menta en forma de pastilla. Yo no quise correr el riego y volví a exigir que me restituyeran la bebida.

   —Mira corazón, no hay nada malo en el coctel —realmente me estaba conteniendo para no darle una paliza a este tipo—. Así que, porque no lo disfrutas y te relajas.
   —No me arriesgaré a tomar algo que puede estar modificado de manera sospechosa —estiré el vaso en dirección al barista—, por lo que no lo volveré a repetir. Cambia el vaso o llama a tu supervisor.
   —Ya linda, no seas tan estirada —me enseñó su mejor cara de perrito mojado—. La casa invita.
   —¿Sucede algo? —escuché una voz grave a mis espaldas, no quise voltear a mirar—. ¿Acaso este idiota te está molestando?
   —Más que molestando, me toma de estúpida —le enseñé el vaso, donde aún había rastros de la pastilla en el fondo—. Puso droga en mi tequila y afirma que es una menta.
   —¿Por qué no lo comprobamos? —dijo con una risa maliciosa—. ¡Oye tú! El de cabello ridículo, ¿te apetece un trago gratis por la casa?
   —Oh, genial viejo —era un borracho en la otra punta de la barra, Bakugo le acercó vaso y el tipo lo tomó como si nada. A los pocos segundos, veíamos que llenaba de luces todo el lugar. Supongo que era una droga potenciadora de dones—. ¡Viva la vida loca!
   —¿Qué decías que era una menta, infeliz? —se acercó más al barista, mientras que el otro sudaba como nunca—. ¿Tanto te gusta el infierno qué estás dispuesto a tener un ticket de ida?
   —Ya... Ya... Ya le traigo su... su... su orden, señorita —y salió corriendo hacia la parte trasera del bar, volteé a encarar al rubio.
   —Gracias por defenderme, Bakugo-kun —le di un beso en la mejilla, en señal de agradecimiento. Por su parte, se sonrojó y giró la cabeza para evitar el contacto visual.
   —Tsk... Me debes una cerveza, pero de la buena —se quejó y se alejó de allí.
   —¿Me añadirías una cerveza a mi cuenta? —le pedí a un señor, mucho más competente que su compañero y asintió con la cabeza.

¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora