¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)

❄Ju nana🔥

ᴘᴏᴠ __________

  En la cafetería me senté y permanecí con la mente en blanco por varios minutos. La culpa me abandonó en cuanto Shoto se encargó de contarle a nuestros hijos la verdad, la ira hacia mi familia se disipaba poco a poco con los segundos pasando; y el cansancio de la mezcla de emociones jugaba un papel fatal en mantenerme despierta. Veía como varios tumultos de personas caminaban de un lado a otro, mientras yo (probablemente) tenía una cara tonta en el rostro.

   —Bueno, me alegro de que todo ya haya terminado —Mina se sentó delante de mí, sin que me diera cuenta—. *___________*, no tienes una buena cara. ¿Todo en orden?
   —La verdad, es que no tanto —tomé un sorbo de mi té e intenté cambiar mi expresión—. En lo único que puedo pensar ahora es en llegar a mi cama y dormir hasta que el cuerpo me grité por despertar.
   —¿Quieres tomar un poco de aire afuera? —yo solo asentí ante su invitación. Las dos nos levantamos de la mesa y caminamos en dirección al estacionamiento. Nos detuvimos frente al pequeño auto de Mina—. Aquí estaremos mejor, no tan lejos de la entrada del hospital por si necesito llevarte allí —ambas nos reímos ante la ironía de lo que acababa de decir.
   —Gracias por encargarte de todo este revuelo de la internación de Eijiro y los niños.
   —Ni me lo agradezcas *__________* —ella hizo una seña con la mano, como si le restara importancia—. Después de todo, estaba a cargo de cuidar a tus hijos. Son unos niños encantadores y muy apuestos, no puedo esperar menos con la genética que poseen.
   —Es cierto, te debo una explicación —la encaré con una pequeña sonrisa—. A decir verdad, no supe lo de mi embarazo hasta que fue muy avanzado, y eso que mi embarazo fue muy atípico a cualquiera que la ciencia conociera. Cuando los gemelos cumplieron los 6 meses de nacidos, las semejanzas con Sh...
   —Un segundo... ¿Oíste un click? —preguntó la peli-rosa, yo solo negué hasta que lo volví a escuchar. Esta vez, también acompañado de un flash—. Lo viste, ¿verdad?
   —Sí... ¿Qué deberíamos hacer? —pregunté intentando mantener la naturalidad de nuestra charla.
   —Vuelve adentro del hospital, quédate con los niños y Todoroki-kun hasta que te diga que la costa está despejada —asentí y volví al interior del edificio. Solo espero que se trate del detective privado que Isami me comentó y que mi hermano no haya incumplido con nuestro acuerdo.
   —¿Qué es mucho pedir tener un día tranquilo y normal? —me pregunté en voz alta, pero susurrando para mantenerme ese comentario para mi—. Ojalá sea lo que creo que es, de lo contrario...
   —¡Mamá! —los gemelos caminaron hacia mi, con Shoto y mi tía detrás de ellos—. Según los doctores, el tío Eijiro podrá salir mañana.
   —Aparentemente, tienen a un médico con una habilidad similar a la tuya —siguió comentando Shoto—. Las heridas de batalla, más la de cirugía, parecen haber desaparecido en poco tiempo.
—Me alegra oír eso —miraba con cierta inquietud hacia la puerta.
—¿Ocurre algo *____________*? —preguntó el bicolor, observando hacia afuera.

Intenté explicarle un poco la situación, sin que los gemelos se dieran cuenta sobre el asunto que estuviéramos hablando. Por suerte, mi tía se los llevó un momento hacia una zona apartada, mientras le explicaba con mejores palabras a Shoto sobre la situación. Por un lado, no pareció complacido con la decisión de mi hermano con contractar a una persona para que me investigara 24/7 cuando podía llamarme o buscar solucionar las cosas como adultos; por otro lado, él tampoco se sentía en una posición en donde no podía opinar ya que él lo había intentado en el pasado.
No pasó mucho tiempo hasta que recibí un mensaje de Mina-chan, avisando que se trataba de un extranjero y que buscaría algún contacto en la agencia para interrogarlo correctamente. Sin dudas, era el detective que mi hermano había enviado. Sin más preocupaciones rodando por mi mente, Shoto nos condujo a los gemelos y a mí de regreso a casa. Me preguntó si podíamos ir con los niños dentro de unos días para que su madre pudiera conocerlos, yo no me negué ante su petición, después de todo Todoroki Rei había demostrado ser una abuela excepcional, emocionada por conocer a sus nietos. Tenía más entusiasmo que mi propia madre, eso era seguro.