❄️San ju roku🔥

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  Después de examinarnos mejor tanto a la bebé como a mí, me trasladaron a una habitación para descansar por fin. Shoto fue a continuar admirando a nuestra hija en la zona neonatal, probablemente comience a informar a la familia la llegada de la nueva integrante Todoroki. Los gemelos deben estar saltando de emoción ante la noticia de que, por fin, su hermanita ya estaba con nosotros. Una niña. Pensar que cuando estaba embarazada de los gemelos deseaba desesperadamente que fuera una niña, para no recordarme a Shoto. Luego de casi 6 años, ese deseo por fin se cumplía. La consentida de la familia ya estaba aquí.
  En la mañana, me desperté con un poco de dolor (común si consideramos que di a luz a un ser vivo) en el abdomen y en la zona baja de mi cuerpo. Me resultó muy difícil levantarme de la camilla para ir al baño, pero en cuanto volví a recostarme, una enfermera ingresó con mi hija en su cuna. Estaba plácidamente dormida, era una ternurita. Quise tomarla entre mis brazos e ir a la habitación de Shoto para conmemorar el día de su cumpleaños. Por suerte, la bebé no había despertado al sentir que había cambiado de lugar.

   —Buen día, dormilona —susurré suavemente, mientras mecía a mi hija—. ¿Qué dices si vamos a saludar a tu papá? Sí que resultaste ser su mejor regalo de cumpleaños por adelantado.
   —Es una bebé muy tranquila —informó la enfermera, anotando algunas cosas en su informe—, le hicimos los análisis muy rápido y lloró poco.
   —Es porque es una bebé fuerte, como su padre —acariciaba delicadamente su mejilla. Antes de que me moviera a la silla de ruedas, vi a Shoto entrar caminando (con ayuda de un andador) y se sentó en la silla cerca de la camilla. Pero no venía solo, Kazuya y Yukito se asomaron por la puerta—. Ah, veo que te me adelantaste. Buenos días, cumpleañero.
   —Gracias —los gemelos veían a su hermanita en mis brazos, con unos ojos centellantes. Yo les mostré una sonrisa, mientras les hacía señas para que se acercaran—. Vengan niños, no sean tímidos y conozcan a su hermanita.
   —Hola hermanita —Yuki fue el primero en acercarse, se quedó a la altura de mis pies—, que linda es.
   —¿Podemos cargarla mamá? —preguntó Kazu, saltando al lado de su padre, lleno de ansiedad y emoción por tener cerca a su nueva hermana.
   —Deja que tu padre la cargue un poco, hay que darle cierto privilegio por su cumpleaños —le extendí a Ángela a Shoto, quién sonrojado y con una sonrisa de punta a punta, cogió a la bebé en sus brazos—. ¿Lo felicitaron?
   —Sí, vinieron a mi cuarto antes de entrar —respondió Shoto, meciendo a nuestra hija—. Estaban super emocionados por conocer a su hermanita.
   —Mamá, ¿cómo te sientes? —preguntó Yukito, intentando subirse a la camilla—. ¿Estás feliz?
   —Sí, estoy feliz —respondí, abrazando a mi hijo menor, mientras veía que Shoto ponía a Kazuya en su regazo y, a su vez, lo ayudaba a sostener a Ángela—. Estoy feliz de que tengamos a nuestra familia aquí.

  A las pocas horas, Rei-san vino en compañía de mis tíos, Eijiro, Mina y Yoichi (mi sobrino y ahijado). Rei-san fue la primera en tener a Ángela en brazos, luego, cuando mis cuñados ingresaron al cuarto, veía a Natsuo-san soltar lágrimas de felicidad y le daba la mano a su sobrina. Vi el flash de Fuyumi-san, sacándoles una foto a su madre y su hermano en tan hermoso momento. Luego, mi primo me entregó a mi hija y le pidió a Mina que le permitiera cargar a su hijo y nos sacamos una foto los primos con nuestros hijos.
  Después, mi tía nos sacó una foto a los 5, para que sea una nueva foto familiar. Esa sería la foto que luego le enviaría a Hannah e Isami. Cuando volvimos a quedar solos, Shoto admiraba como alimentaba a la bebé y le hacía caricias mientras ella comía. Que le haya gustado su regalo inesperado de cumpleaños, es quedarse cortos, parecía embobado y a la merced de nuestra hija.

   —*___________* —yo hice un sonido, en señal de que continuara—. Te prometo, que los cuidare con mi vida.
   —Por favor, no lo hagas sonar como si morirías por nosotros, porque te daré una golpiza —respondí, depositando a Ángela en la cuna, quien estaba plácidamente dormida—. Los meses que estuviste en coma fueron un infierno para mí.
   —Disculpa —dijo él, poniendo una mano sobre la mía—, sin embargo, quiero que sepas que los amo más que a nada en el mundo. No quiero que nada les pase.
   —Lo sé —respondí, acariciando su mano. Mi esposo se acercó, depositando un beso pasional y luego, buscó acomodarse en la camilla para recostarse a mi lado. Yo descansé mi cabeza en su torso—, solo intenta vivir para ayudarme a criar a nuestros hijos.
   —Tranquila, no dejaré de luchar por tu bienestar y el de nuestros hijos —sentí que él también depositó su cabeza sobre la mía—, no cometeré el mismo error que el imbécil de mi padre.
   —Hay... Algo de lo que quería conversar contigo sobre Endeavor —pensé bien en mis palabras, ya que sentí que se tensó al mencionarlo—, él estuvo conmigo el día que la agencia me llamó y me notificó de tu accidente. Hablamos y, realmente, quiere conocer a los niños...
   —¡Absolutamente no! —se levantó del respaldo de la camilla, con un tono algo furioso—. De ninguna manera dejaré que mis hijos estén cerca de ese monstruo.
   —Shoto, él tiene derecho a conocer a los niños al menos una vez —intenté que se calmara y entrara en razón—. Sí, entiendo que te sientas traicionado, dolido y molesto con él después de todo lo que nos hizo.
   —Pero no le da motivos para modificar su carácter y decisiones ahora —mantenía su tono de voz irritable, pero en un volumen bajo para no despertar a Ángela—. Mi respuesta es no, no dejaré que mi padre vea a los niños.

  El resto del día lo pasamos en el patio del hospital, Ángela quedó en la sala de recién nacidos con las enfermeras y el resto tuvo que retirarse por haber terminado el horario de visitas. Permanecimos allí, apreciando el atardecer de aquel hermoso día, sentados en una banca pegados por un abrazo por parte de mi esposo. Debajo de la bata de hospital, guardaba el regalo de cumpleaños que tenia preparado para Shoto. Gracias a Fuyumi-san (quien me lo trajo desde la casa) podía dárselo en persona.
  Volvimos a mi habitación de hospital, le pedí que se sentara a mi lado en el sillón y le entregué la pequeña caja envuelta. Él pareció sorprendido ante mi sorpresa, abrió su regalo y encontró una pequeña caja grabada con nuestras iniciales, además de un anillo con mi inicial. Yo traía un anillo igual, pero con la inicial de Shoto. Dentro de la caja, había una secuencia de fotos nuestras cuando comenzamos a salir, de mi embarazo de los gemelos, de Kazuya y Yukito cuando eran pequeños y algunas más recientes.

  Me besó en los labios en agradecimiento por el regalo y, para cuando nos separamos, una enfermera vino con una cuna móvil donde dormía Ángela. Shoto cargó a la bebé delicadamente, mientras se posicionaba a mi lado mirando hacia el exterior estrellado. Llamamos a los gemelos, antes de volver cada uno a nuestras camillas en nuestras habitaciones.
  Me encontraba a punto de dormir, cuando sentí que alguien se encontraba en la puerta del cuarto. Tomé a Ángela y me escondí en el baño de la habitación (algo me daba mala espina) y cerré la puerta con seguro. Escuché como la puerta de la entrada se abría lentamente y los pasos lentos de alguien alejándose. Cuando sentí que no había moros en la costa, la bebé comenzó a quejarse y eso alertó a quien estuvo a punto de entrar que había alguien.
  Intenté calmarla lo mejor que pude, la acuné, busqué acallarla, pero todo termino en un llanto incesante. Vi que buscaban forzar la cerradura de la puerta del otro lado, ahora si comenzaba a tener miedo por nosotras. Entonces, oí un sonido sordo y alguien toqueteó en una secuencia extraña.

   —___________, soy yo, Endeavor —la cantidad de cosas que aprendí de crecer en una familia de héroes, era que no podía dejarme engañar fácilmente—. Tranquila, todo estará bien.
   —Si de verdad es Endeavor, dígame lo primero que me obsequió para ganarse mi perdón —era una pregunta que me ayudaría a saber si realmente era quién decía quien es—. Solo así, le abriré la puerta.
   —No te di nada, más que mis disculpas de rodillas en la casa de Rei —confirmé su identidad y abrí la puerta. Ángela aún lloraba en mis brazos, Endeavor nos abrazó con cuidado de no lastimar a su nieta—. Me alegro de que no les pasara nada, ¿estás bien? ¿La bebé?...
   —Estamos bien, gracias a usted —mi hija continuaba en su llanto, en los ojos de mi suegro veía el deseo que tenía de cargar a su nieta—. ¿Le gustaría sujetarla?
   —¡¿Puedo?! —preguntó sorprendido y yo, por mi parte, asentí mientras le entregaba a Ángela. Con cierto miedo, colocó sus manos debajo del cuerpo y la cabeza de mi pequeña y, automáticamente, dejó de llorar—. Es hermosa, es muy parecida a ti.
   —¡*__________*! ¿Se encuentran bien? —Shoto se asomó por el marco de la puerta que daba al pasillo y vio la escena con un rostro indescifrable para mi—. ¡¿Acaso tu estás detrás de todo esto!?

 ¡¿Acaso tu estás detrás de todo esto!?

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¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora