❄️San ju go🔥.2

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Los médicos se asomaron por la puerta, pidiéndonos gentilmente que nos retirásemos de la habitación por un momento para que pudiesen revisar a *___________*. Inmediatamente, llamé a Kirishima y a mi madre para contarles la buena noticia. Ambos se alegraron por el hermoso milagro de navidad, los niños miraron como Toya lloraba por el ruido de los fuegos artificiales afuera del hospital. Cuando nos permitieron el reingreso, veíamos que *__________* tenía otro color en la cara, parte de su ropa de hospital estaba mojada a la altura del pecho y veía que buscaba ocultarse debajo de las sábanas por la vergüenza.
Kazuya y Yukito no pudieron resistirse más y se abalanzaron sobre su mamá, llorando como su hermanito. Ella les acarició la cabeza, al mismo tiempo que buscaba evitar que le presionaran el pecho. Luego, fue el turno de Toya para que estuviese con su madre. Ella lo posicionó debajo de su ropa, amamantando a nuestro bebé.

-Me alegro estar despierta -su voz no parecía ronca, por más de haber estado cerca de 3 meses inconsciente-, además de los meses que no estuve consciente, ¿me perdí de algo importante?
-Hannah vino a darme una mano y nos presentó a Maya, su hija -eso pareció molestar un poco a *__________*-. Iremos a visitarlos en verano, así también puedes conocerla.
-De verdad me molesta no haber estado presente, quiero decir, despierta para conocer a mi sobrina -Toya quedó completamente dormido en los brazos de *__________*, no sabría decir si ese era la magia de las madres o simplemente nuestro hijo extrañaba estar con su madre-. Me cuesta creer que solo dormí 3 meses, ¿cómo han estado las cosas?
-Pues... Fue complicado tener que hacerme cargo, pero encontramos un sistema, ¿verdad chicos? -volteamos a ver en dirección a los gemelos, pero dormían pegados uno al otro en el sofá, veía que mi prometida aguantaba las ganas de reír para evitar despertarlos-. Estoy más que feliz de que por fin despertaras.

Me llevé a los niños de regreso a casa, los médicos dijeron que si mañana *___________* no presentaba problemas por haber estado tanto tiempo acostada, podría regresar a casa sin problemas. Los gemelos fueron a dormir inmediatamente en cuanto volvimos a la casa, además, mi madre también se quedó con nosotros por esta noche. Su casa todavía estaba en reconstrucción, aunque no sabíamos si la pondríamos en venta luego de la catástrofe que pasó meses atrás. Lo venía discutiendo con mis hermanos que era lo mejor que podíamos hacer y ellos dijeron que lo mejor sería que se quedara con nosotros, porque al menos, con los niños no se sentiría tan sola.
Sabía que *____________* no tendría problemas con eso, pero también quería escuchar la opinión de mi madre, ya que un día la escuché hablando con nee-san sobre el parecer algo invasiva en mi relación con mi prometida (a la cual, tendría que llevarla al municipio para casarnos civilmente). Fui hasta mi habitación y acosté a Toya en su cuna, luego me recosté sobre el futón mirando el techo. Tener a *___________* para ayudarme a entender mejor de cómo cuidar de Toya sería mucho, incluso si hubo cosas que tuve que aprender a la fuerza, me sentía más cómodo teniéndola a ella cerca.

Casi ni dormí por la emoción y al despertar, los gemelos vinieron a mi habitación para que fueramos a desayunar. Tome a Toya y lo puse sobre mi regazo, mi madre vino a la sala y tenia una sonrisa en su rostro. Mi alegría y la de los niños pareció contagiarla a ella también, era inevitable no sentirnos así por las noticias de que *___________* pronto estaría en casa.

-Buenos días -saludó mi madre desde la puerta de la sala-, ¿irán al hospital?
-¡Sí! -respondió entusiasmado Kazuya-. Los doctores dijeron que si todo estaba bien, mamá regresará a casa hoy.
-Bueno, recibimos un hermoso milagro de navidad este año -mi madre abrazó a los gemelos por detrás-, ¿no les parece?
-Un milagro... ¿Qué es un milagro, abuela? -preguntó Yukito, mientras seguía comiendo su desayuno.
-Bueno, un milagro es... Ya sabes, cuando algo pasa y nadie puede darle una explicación lógica. Por supuesto, tiene que ser algo bueno.
-Pues sí, podemos decir que lo de mamá es un milagro -ahora, una sonrisa se posaba sobre el rostro de los gemelos.
-¿Terminaron de desayunar? -tenía a Toya en brazos, ya lleno y desperezándose en mis brazos, como si acabase de despertar. Kazuya y Yukito salieron eyectados de sus sillas y fueron hasta su habitación-. Tomaré eso como un sí, bueno mamá, te encargo a Toya.
-Con mucho gusto -mi madre tomó a su nieto más pequeño en brazos y lo mecía-, ¿sabes algo? En muchos aspectos físicos se parecerá mucho a tu hermano Toya, pero se ve que tiene el carácter de ustedes dos.
-¿Cómo puedes decirlo así como si nada? -pregunté, poniéndome una chaqueta para salir-. Apenas cumplió los 3 meses hace poco.
-Pues, tú tampoco nos dejabas dormir en las noches cuando eras un bebé -ella sonrió hacía mi hijo, quien solo soltaba gorjeos-. Además, según me dijo *___________*-chan, ella y su hermano cuando eran unos niños, siempre hacían travesuras.
-Bueno, pero siempre lo amaremos porque es nuestro hijo -tomé delicadamente la mano de mi bebé y él respondió apretándola-. Incluso si se mete en algunos problemas.

¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora