¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)

❄️San ju nana🔥

—Shoto, cálmate por favor —me acerqué a mi esposo, quien solo hiperventilaba de rabia.
—¡Dame a mi hija, ahora! —Endeavor observaba con la misma cara de bobo a nuestra hija, tal como lo hacía Shoto cada vez que estábamos solos. Ahora, solo veía las llamas de ira, ante la escena de su padre sujetar a su adorada hija en brazos—. No lo repetiré de nuevo, devuélveme a mi hija papá.
—Shoto... —intenté interferir, pero Endeavor me entregó a Ángela en brazos y susurró un "gracias"—. Endeavor-san.
—Esta bien *__________* —Shoto lo vigilaba con la mirada, una mirada seria y penetrante—, que sigan bien.

Mi suegro salió a paso lento, mientras el personal del hospital y la policía hacían los papeles para transferirme de cuarto y averiguar que demonios ocurrió hace horas. Aparentemente, alguien del personal vendió mi nombre a unos villanos fanáticos de la familia Todoroki (en el mal sentido), buscaron eliminarme y a cualquiera que amenazó la antigua relación de Shoto.
No solo querían buscar mi propia muerte, tambien querían acabar con el sufrimiento de Momo al ser la "víctima de una infidelidad". La prensa no tardó en hacer una historia para sus fuentes de comunicación. Los periodistas eran tan molestos que hasta encontraron a los gemelos y los perseguían a todas partes, eso era lo que más me molestaba. Tanto Shoto como Eijiro se encargaron de enfrentar a los medios y pedir amablemente que dejaran de atacar a nuestra familia con difamaciones o insinuaciones estúpidas (claramente lo último quedó en una charla familiar).

  Los gemelos tampoco disfrutaron mucho ser el centro del paparazzi. En el jardín de niños ya eran la mira de burlas y hostigamiento, por ser hijos no reconocidos del héroe profesional Shoto-san. Yukito había comenzado a aislarse de sus compañeros y Kazuya se peleaba constantemente con sus amigos. Regresaban a casa llenos de moretones, raspones y con una cara fastidiosa.
  Cuando volví a casa con Ángela, Deku-san, Bakugo y Mina-chan tuvieron que ayudarnos a salir del hospital con un cordón de seguridad. Gracias al cielo, Shoto volvió un día antes. Yo solo rogaba que la tendencia de esta noticia terminase pronto. En la casa, tampoco tuvimos mucho descanso. Los entrevistadores y periodistas acamparon afuera para obtener la primicia, nosotros apenas conseguíamos dormir y Rei-san no podía salir en paz que la interceptaban para hacerle preguntas.
  A estas alturas, estábamos evaluando la posibilidad de mudarnos o buscar la manera de salir de la ciudad hasta que se normalice la situación. Ángela lloraba por tener su habitación cerca de la cerca donde salían las luces para las cámaras y el ruido que había en el exterior, no podía tener dos segundos de paz o dormir siquiera. Los gemelos a veces me intentaban ayudar a calmarla, pero estaba comenzando a perder la paciencia.

   —Esos periodistas lo único que conseguirán, será que los mande a volar lejos de la casa —hablaba conmigo misma, con mi bebé en brazos, meciéndola para intentar dormirla—. Shhh... Tranquila mi amor, todo estará bien.
   —¿Mamá? —Kazuya se asomo por la puerta, con una cara asustada—. ¿Cuándo se irán esas personas? ¿Por qué no nos dejan en paz?
   —No lo sé cariño —dije acercándome a él—, hazme un favor y quédate a cuidar a tu hermana en lo que busco a tu padre.
   —Está con Yuki en el cuarto de entrenamiento —deposité a Ángela en la cuna, por fin dormida, Kazu se puso a la par y se sentó en una silla que encontró por ahí—. Parece que están peleándose feo.
   —Ay, no otra vez —salí corriendo. Desde esta situación con la prensa, la relación entre Shoto y Yukito había empeorado. Nuestro hijo lo culpaba por la situación de sus amistades en el preescolar y que los periodistas no nos dejaban tranquilos ni siquiera en la casa—. Ya regreso, si pasa algo, busca a tu abuela.
   —De acuerdo.
   —¡Por ti esas personas nos persiguen a todas partes! —oía a Yukito gritar de rabia desde la sala—. ¡¿Qué planeas hacer con las personas delante de la casa?!
   —Primero, no permitiré que me alces la voz Yukito —de verdad la cosa comenzaba a salirse de control—; segundo, ya hemos pedido ayuda a la policía para que alejen a la prensa; y tercero, soy tu padre y no toleraré esta actitud tuya.