❄Ju san🔥

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¡¡¡EXIJO QUE VENGA EL RESPONSABLE DE ESTE RESULTADO ALTERADO!!! —el hombre que armaba el revuelo seguía vociferando como si nada, yo solo pensaba en el dolor de cabeza que tendría una vez terminado el turno—. ¡¿Acaso no sabe quién soy señorita?!
—Lo... Lo... Lo sentimos En... En... Endeavor-san —me congelé al escuchar ese nombre, ¿cómo el antiguo héroe profesional estaba aquí por unos análisis clínicos?—. Pero no es posible que hayamos alterado los resultados de ningún...
¡¡¡NO ME IMPORTA LO QUE TÚ DIGAS, MALDITA MOCOSA!!! —respondió el hombre, asustando más a la recepcionista. Aún que yo también tenía un poco de miedo de tener que enfrentar a mi suegro de esta manera, pero no me quedaba de otra—. ¡Quiero hablar con el administrador del hospital!
—Primero señor, tendré que pedirle que modere su tono de voz —intervine en medio de la pelea, notando que Endeavor no venía solo, estaba acompañado por otro hombre mayor y la pareja Todoroki (quienes estaban algo alejados como para notar mi presencia)—. Estamos en un hospital y hay pacientes que necesitan paz y tranquilidad, sus gritos se escuchan desde el sub-suelo. Segundo, ¿cuál es el problema aquí para causar tal escándalo?
—¿Quién eres tú? —preguntó el hombre que acompañaba al héroe profesional, con una cara más calmada al igual que su tono—. Eres demasiado joven para formar parte de la administración de este hospital.
—Soy médica en este hospital, no formo parte del cuerpo administrativo —respondí en la manera más respetosa que pude—. ¿Puedo ayudarlos con su problema?
—Algún inepto en el laboratorio alteró los resultados de este análisis médico —Endeavor me enseñó unos papeles, cuando noté con atención vi que eran los análisis de ADN que Shoto se hizo con Kazuya y Yukito—. Aquí figura que mi hijo tuvo a un par de bastardos y que no son de su esposa —susurró esta parte, por mi lado sentía que la sangre comenzaba a hervirme—; además nos entregaron un diagnóstico médico, indicando que mi nuera sufre problemas de fertilidad...
—Señor, aquí no hay forma de alterar un análisis de ADN. Así que su hijo se acostó con alguien y tuvo dos hijos, producto de una relación sexual —respondí medio a regañadientes—. Con respecto a su nuera, podemos pedir que se le haga una consulta con otro médico en búsqueda de otra opinión.
—Yo quiero que el doctor que diagnosticó a mi hija de la cara —añadió el hombre que acompañaba a Endeavor, así que se trataba del padre de Momo—, ella vino aquí para hacerse un control de rutina...
—A mi denme la cabeza del tonto del laboratorio que realizó este estúpido análisis de ADN, aquí buscan arruinar la carrera de mi hijo —con cada segundo que tenía la cara de este cretino frente a mí, menos conseguía aguantar mis ganas de darle un puñetazo—. Quiero el nombre de la ramera que quiere engatusar a mi familia...
—¡Óigame claro, porque no lo repetiré de nuevo! —hasta aquí llegó mi paciencia—. Las pruebas genéticas no son fáciles de alterar, su hijo tiene hijos fuera del matrimonio. Acéptelo —dije todo eso en susurro, para que evitara causar más griterío en esta discusión—. Si le cuesta entenderlo, mandaré a seguridad para que lo escolte a la salida porque ningún administrador le dará respuestas sobre este examen médico —contuve mi tono de voz, pero se veía a kilómetros que estaba más que enfurecida—. Respecto al otro caso, quizás pueda dar con él médico que diagnosticó a la paciente, pero no creo que esté en el hospital en este momento.
—Se lo agradecería si pudiese localizarlo —respondió el señor Yaoyorozu, haciendo una reverencia—, y lamentamos haber causado un escándalo sensei.
—Con su permiso —me retiré del lugar, notando la cara de Shoto y Momo sobre mí. Los ignoré para no darle la oportunidad a Endeavor de cuestionar mi relación con su hijo.

Pedí que me dieran una respuesta con respecto al paradero del médico que diagnosticó a Momo unos días antes, mientras no sabía que hacer con la rabia que tenía acumulada en mi pecho. Uno de los médicos vio que estaba a punto de explotar y me recomendó ir a la sala de examinación psiquiátrica, una cámara insonora y la utilizaban para estudiar los comportamientos de los pacientes. Le pedí si podía quedarse del otro lado del vidrio, en lo que desahogaba mi rabia. Gentilmente aceptó ser el pobre receptor de mi furia. Caminamos por los pasillos y entré en la cámara con un semblate serio que daba miedo.
Una vez dentro, había algunos cubos de telgopor y figuras blandas esparcidas por toda la habitación. Tome los cubos y descargué mi don en ellos, destruyéndolos por completo, lancé las figuras blandas por doquier y grité como una desquiciada. Pasaron 20 minutos, pero sentí que fue una eternidad lo que duré allí dentro. Salí con la garganta y las energías gastadas que sentía las ganas de regresar a mi casa con mis hijos y descansar por el resto de la semana.

¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora