¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)

❄️Nii ju kyu🔥.2

  Esa mañana, el bicolor salió de la casa diciendo que hablaría con su padre sobre el asunto del bebé. Rei-san llevó a los niños al preescolar, ya que debían preparar algunas cosas para el festival cultural que tendrían dentro de poco y yo me quedé en casa, tomando un baño de sol. Era la única manera que no sentía las nauseas matutinas tan molestas. A las pocas horas que todos se habían ido, Fuyumi-san entró a la casa y me felicitó por la noticia de mi embarazo.
  De más está decir que Shoto le pidió que me vigilara, así que solo pude quedarme en la sala, mirando un programa de televisión. Mágicamente, las nauseas habían desaparecido, pero ahora sentía unas enormes ganas de comer una combinación extravagante de agridulce. Le pedí a Fuyumi-san si podía preparármelo y ella lo hizo sin cuestionar, aún que estaba casi segura que habrá puesto una cara asustada ante mi petición. Considerando que tampoco me dejó acercarme a la cocina, no le quedaba otra más que amoldarse a mis extraños antojos.
  Decidí que sería mejor cambiar de posición, ya que me sentía incómoda en la forma en la que me encontraba sentada. Me acerqué a la ventana y miré hacia el exterior, el clima de cambio de estación era tan hermoso que me daba lástima que estuviésemos terminando el verano. Las hormonas hicieron acto de aparición, provocando que me pusiera a llorar como una niña quién perdió a sus padres en un paseo.

   —*_________*-chan, ¿qué sucede? —preguntó alarmada mi cuñada, asomándose por la puerta y extendiéndome mi pedido de comida.
   —Lo siento... No es nada... Solo las hormonas de embarazada —le respondí, buscando mi pañuelo en el bolsillo de mi chaqueta—.  Ver que está por terminar el verano me puso mal.
   —Ya veo —respondió ella, entregándome el bowl con comida—. Este... *__________*-chan, ¿soy yo o tu barriga está más grande que cuando llegué?
   —Ay no, hubiera deseado que no pasara —volví a echarme en llanto, pero esta vez si se trataba de frustración y tristeza—. Pasó lo mismo cuando me embaracé de los gemelos.
   —¿De qué hablas?
   —A causa de mi don, los niños se desarrollaron más rápido de lo que le toma al feto en un embarazo normal —intenté calmar mis llantos, para no hipar en la explicación—. En teoría, un feto tarda entre 7 a 9 meses, yo parí a los 5 meses.
   —Muchas mujeres desearían estar en tus zapatos —me alentó Fuyumi-san, sobando mi espalda—, además, cuando te conocí, nadie se hubiera imaginado que hubieses estado embarazada de gemelos.
   —Tiene un lado bueno y uno malo —añadí, levantándome con un poco de dificultad—. Sí, no sufro la espera de tener que cargar con un peso extra por tanto tiempo; lo malo, es que todo lo que tiene un periodo prolongado y estable en los embarazos, todos los síntomas, yo los sufro de manera esporádica y rápidamente —me llevé la mano a la cabeza—. Básicamente es un gasto mental y físico mayor.
   —Entiendo —dijo ella, por mi parte sentí un mareo repentino y casi no me caigo al piso—. ¡Wow! Tranquila, ¿por qué no mejor te recuestas en la cama mientras llamó a un médico?
   —Te lo agradezco —Fuyumi-san me ayudó a llegar a mi cama, me depositó con cuidado y yo solo respiré profundamente.
   —¡Ya volví! —escuché la voz de Shoto resonar por la casa.
   —Bienvenido —respondió Fuyumi—. *__________* está en la habitación, no se sentía bien. Iba a llamar para que viniera el médico de la familia.
   —De acuerdo, gracias nee-san —escuché los pasos de Shoto acercarse a la habitación, yo me acomodé lo mejor posible—. Ya estoy en casa... —al verme, noté que me observaba de manera extraña—. ¿Dime qué no alucino al pensar que tu vientre está más hinchado?
   —Tu hermana opina lo mismo, temo que sea un embarazo similar al de los gemelos —respondí yo, él se acercó a besarme en los labios y luego posicionó una mano sobre mi pequeño bulto—. Quería hablar contigo respecto a las consultas.
   —Dime.
   —¿Será posible qué hagamos todo el procedimiento aquí, en la casa? —a juzgar por su reacción hacia mi pregunta, sabía que no estaba del todo de acuerdo con mi idea—. Sé que puede ser algo arriesgado, pero no quiero dar a luz en el hospital. Tuve una horrenda experiencia con el nacimiento de los gemelos y...
   —Tranquila, respira conmigo —respondió él, intenté igualar su respiración—. Primero, llamaré al médico de la familia para que te revise, ¿de acuerdo?
   —Está bien.