¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)

❄Ju nii🔥

Luego de ese entrenamiento brutal, que mis hijos adoraron presenciar, estuve ocupada encargándome de las heridas de los estudiantes gracias al temperamento de Bakugo. De no ser porque Midoriya y Todoroki lo contuvieron en cuanto Aizawa-sensei lo ordenó, los estudiantes tendrían más heridas de las necesarias, dejándonos a Recovery Girl y a mí trabajo extra. Suspiré rendida y me acerqué al tumulto de estudiantes, quienes se amontonaron en un círculo como pudieron. Dejé recargar mi cuerpo con energía y después disparé un haz de brillo solar, que dejó cegado a más de uno. En cuanto recuperaron parte de la vista, se sentían un poco mejor, los que tenían fracturas graves estarían bajo el cuidado de Recovery Girl.
Después me ocupé de los héroes profesionales, quienes no habían salido ilesos de la batalla. Midoriya me saludó bastante nervioso, como siempre, además de felicitarme por recibirme como médica. Bakugo, quien no quería recibir el tratamiento, lo obligué a regañadientes que le curase algunas cortadas que tenía en la cara y un tajo importante en el brazo. Por último, con Todoroki solo me encargué que su pecho y piernas fueran curadas. Los gemelos permanecieron detrás de Aizawa-sensei, guardando cierta distancia entre los profesionales y ellos.

—Veo que trajiste contigo a los mocosos —comentó Bakugo, luego de curar las piernas de Todoroki. Me senté en el suelo, después de sentir que la cabeza no paraba de darme vueltas—, ¿acaso Kirishima está en una misión?
—¿Y te haces llamar su mejor amigo? —bromeé con el rubio, en lo que el me dedicaba una mirada asesina—. Recovery Girl me permitió traerlos por hoy, mañana se quedarán con mis tíos.
—¿Son tus hijos? —preguntó Midoriya, observando a mis hijos con más atención—. Se parecen a...
—A decir verdad, te admiran demasiado Midoriya —intenté cambiar de tema lo más rápido posible—. ¿Te molestaría si les saco una foto contigo luego?
—¡Para nada! —respondió en su modo nervioso—. Nunca pensé que tendría admiradores.
—¡¡¡CÁLLATE MALDITO FRICK!!! —y ahí volvíamos a las discusiones antiguas de Bakugo—. ¡Yo me convertiré en el n°1 este año! Así que ve preparando a los mocosos, que luego querrán tener mis fotografías.
—No lo creo Bakugo —respondió Shoto, con celos en su rostro—, aún te falta mucho para conseguir el puesto de n°1...
—¡¡¡¿QUÉ DIJISTE BASTARDO MITAD-MITAD?!!!
—¡Suficiente! —Bakugo frenó en seco, antes de darle con sus explosiones en la cara al bicolor—. Busquen pelea en otro lugar, el entrenamiento terminó y Katsuki —el nombrado volteó a mirarme—, mejora en tus relaciones con la gente ¿quieres?
—No te metas, brillitos —dijo el rubio a regañadientes, en lo que mis hijos se acercaban junto a Aizawa-sensei. Parece que mis hijos le tomaron cariño al profesor—. Y te faltó una parte, aquí.
—Incluso si pasaron 5 años desde que se graduaron, Bakugo aún tiene una pésima forma de acercarse a las personas, Midoriya le siguen viniendo los nervios por todo y Todoroki toma todo muy literal —el análisis de Aizawa-sensei fue demasiado directa, los tres hombres miraban a su antiguo maestro con cierto nerviosismo—. No te molestes en curar la herida de Bakugo, deja que la anciana se encargue y termina con las de Todoroki.
—Sí señor —me concentré en continuar cerrando la herida del pecho de Shoto, mientras Bakugo solo daba gritos maldiciendo. Yukito y Kazuya observaban entusiasmados a Midoriya, quien solo recibía los regaños de Bakugo—. ¿Te molesta la herida?
—Ahora no tanto, gracias —me alejé, incluso si solo quedó una pequeña cicatriz, no era tan grande como la herida que tenía en ese lugar—. ¿No encontraste un preescolar para inscribirlos?
—Solo busqué algunos, pero los inscribiré para la próxima semana —respondí, en lo que observábamos a los gemelos con cierta distancia para que no nos escucharan—. ¿Recibiste alguna respuesta del laboratorio?
—Todavía no —la espera parecía afectar nuestra ansiedad, sin las pruebas genéticas, no podíamos proceder con el plan y pasar al siguiente paso—, ¿qué tal te fue con tu familia?
—Hablé con mi hermana, me envió algunos análisis que realizó por mi familia —le mostré las imágenes que me envió Hannah la noche anterior—. La pobre hizo un espacio en sus planes de casamiento para enviármelas, al menos con la información tendré una mejor forma de intentar evitar estos resultados para Yuki.
—Si los datos de mi familia le son de utilidad para hacer lo mismo con Kazuya, avísame —agregó él, es algo en lo que no había pensado—. Sería mejor tener la información justa de ambos para tener un plan de entrenamiento y saber como enfrentar las consecuencias de sus dones.
—No es mala idea, pero esperemos a las pruebas para enviarle todos los datos —mi contrario solo asintió ante mis palabras, veíamos a los gemelos disfrutar de sacarse fotos y entrevistar al héroe Deku—. Incluso si es poco probable que pase, ¿qué pasaría sino fueran tus hijos?
—¿Qué dices? —preguntó como si dudara de mis palabras en este momento.
—Digo que, si Kazu y Yuki no fuesen tus hijos biológicos (lo cuál es poco probable que suceda), ¿qué harías?
—Seguiría intentando congeniar con ellos, especialmente enmendar un poco las cosas con Yukito —no sabía si intentaba hacerme sentir más tranquila o si se trataba de su verdadera respuesta—. Tienes unos hijos maravillosos *__________*. Si soy su padre, me sentiría como un tremendo idiota.
—No quiero que te culpes por no habértelo dicho, Shoto —le advertí, es verdad que él podría haberme dado una mano pero la culpa la tenía yo por no decírselo—. En cuanto noté las similitudes, debí haber ido a confrontarte. Me acobardé y lamento arrebatarte la oportunidad de que experimentaras todo el proceso...
—De nada nos sirve culparnos o lamentarnos por el pasado —tomó mi mentón y me obligo a mirarlo a los ojos—, lo importante ahora es que también cuentas conmigo para criarlos. Sin importar el resultado del ADN.