❄️San ju🔥

373 16 2
                                    

  Volvimos ya casados, los niños se quejaron en todo el trayecto de vuelta por no haberles avisado de esta ceremonia. El intercambio de votos y de sortijas fue maravilloso, realmente era un esposo grandioso con el cual me casé. La noche de nupcias fue un sueño, mandamos al diablo las indicaciones del médico y le di el mejor regalo de casamiento con una noche llena de acción y amor posible. Después de todo, había sido muy paciente en no presionarme por la propuesta de matrimonio.
  Los hermanos Todoroki fueron a recibirnos al aeropuerto, los niños fueron corriendo a quejarse de nuestra última actividad antes de volver a casa. Ambos, Natsuo y Fuyumi, nos miraron con una mezcla entre sorpresa y felicidad. Nosotros intercambiamos una mirada cómplice y elevamos nuestras manos con las sortijas en los dedos, mostrando que era cierto. Los hermanos fueron a estrujar al menor, quejándose de que podría haberles dicho algo al respecto y no ocultar este evento tan importante en su vida.

   —¡¿Cómo no nos dijiste que planeaste esto?! —le recriminaron sus hermanos, mientras buscaban la manera de unirme al abrazo y a los gemelos por igual—. ¡Tú tampoco te salvarás de esta, *________*-chan!
—Ya entendí, lo dejan más que... —me dejaron sin aire, aprisionada por el abrazo.
   —Hay que celebrarlo cuando lleguemos a casa —sentenció Fuyumi, quién tomó las manos de los gemelos y los guio hasta el auto—. ¡Vámonos!
   —No se qué le alegra más a nee-san: de que hayamos vuelto del viaje o que los gemelos estén en casa —habló Shoto en voz alta, yo lo tomé del brazo y le besé de la mejilla.
   —A mi me alegra de que pensaras en planificar unas maravillosas vacaciones.

  De regreso a la residencia de Rei-san, pareció alegrarse de que hayamos disfrutado de nuestro viaje, los niños le comenzaron a contar todas las hermosas y maravillosas experiencias de viajar por primera vez en avión y el casamiento secreto entre Shoto y yo. Aparentemente, ella fue quién preparó a su hijo menor para tener la civil hecha, obviamente, sus otros hijos se quejaron porque su propia madre les había ocultado esa información.
  Almorzamos, nosotros les resumimos nuestras vacaciones y hablamos de varias anécdotas del viaje, hasta que los niños pidieron de ver la televisión y se prendió en el canal de chismes. El titular me dejó con la sangre helada: "Shoto-san, en medio del escándalo por abandonar la agencia de su padre. ¿Cuáles son los motivos del héroe profesional de abandonar una agencia que la gente presumía que heredaría del héroe n°1?". A juzgar por las expresiones del resto de los presentes (sin contar a Kazuya o a Yukito), ellos ya estaban al tanto de esto. Observé a Shoto, quién parecía bastante incómodo ante mi reacción. Le pedí hablar a solas con él en la habitación.

   —*___________*, puedo explicarte... —ya solos en la habitación, cerramos la puerta para que no se escuchara con claridad lo que discutíamos.
   —¿Cuándo pensabas decirme que renunciaste a la agencia de tu padre? —pregunté en un tono medio furiosa—. ¿En cuánto aparecieran los paparazzi para una conferencia de prensa?
   —No, me refiero a que, es muy reciente —yo largué un bufido y me eché en la cama—. Renuncié antes de irnos de vacaciones.
   —¿Era por eso qué estabas tan tenso? —él solo asintió—. ¿Qué harás?
   —Le pedí a Midoriya de hacer una transferencia y trabajar con él —al menos, su padre no podría interferir en su vida—, le dije al viejo que no me interesaba heredar la agencia.
   —Puedo preguntar, ¿por qué renunciaste? —Shoto se acercó a donde me encontraba y se sentó a mi lado. Sujetó una de mis manos y la besó.
   —Porque no soportaba que el cerdo de mi padre insistiese en dejarte —yo abrí mis ojos como platos—, aún se niega a aceptarte como la mujer que elegí para formar una familia. Ni siquiera mostró compasión en cuanto le dije que pasábamos por un momento difícil.
   —Shoto, no debiste renunciar por mí —me volví a levantar de la cama y caminé hasta la ventana más cercana, dándole la espalda—. Pudiste simplemente ignorarlo como venías haciendo desde hace meses.
   —No cuando apenas tuviste ese aborto —respondió él, volviendo a acercarse a mí y sujetando mis hombros—, ya me dejó en claro que no tiene intensiones de cambiar de parecer.
   —Es que... —volteé a verlo, con una voz medio entrecortada—. Por más de que digas que no te llevas bien con él, no me gusta ser la razón por la que no trates a tu padre.
   —Ey, no es para que te pongas triste —pasó su pulgar por donde había salido una lágrima mía—. Lo que me importa es nuestra felicidad y la de nuestros hijos. ¿Me entendiste? —yo solo asentí—. Quién no esté a favor de nosotros, está en todo su derecho. Pero no puedo dejar que mi padre te menosprecie como se le dé la gana, mientras yo estoy presente.

¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora