No me importaba si Shoto me estaba observando de cerca, no me importaba que tuviera dudas respecto a Yukito (quien me desobedeció y salió de su habitación sin mi aprobación) y ahora tenía que lidiar con varias cosas a la vez. Corrí hacia la habitación de mis hijos, estaba tirado en el suelo, completamente rojo de pies a cabeza. Le tomé la temperatura y estaba que se quemaba al rojo vivo, grité para que mi tía llamase a emergencias, en lo que intentaba enfriar un poco la temperatura corporal de Kazuya. Fui hasta el baño más cercano y abrí la llave de agua fría, tomé a Kazuya en mis brazos y lo dejé bajo el chorro de agua fría por unos segundos.
Debido al calor que su cuerpo producía, el agua se evaporaba demasiado rápido. Jamás se me había ocurrido algo del género, no sabía si su don se manifestó de manera precipitada y Kazuya no sabía como controlarlo. Ellos aún no habían desarrollado sus dones, por lo que estaban emocionados por saber que sería, esto me daba muy mala espina. Mi tía sacó a Yukito del baño, para que no tuviese que preocuparme por darle explicaciones o perder de vista a su hermano. Por su parte, Shoto me extendió parches congelantes para ponerle a mi hijo mayor.Intenté no ponerle todos, ya que un cambio brusco de temperatura no lo ayudaría a mejorar. Cerré el grifo y lo sequé para colocarle los parches, solo rezaba para que los paramédicos llegasen lo más rápido posible. Agradecía que no comenzara a atosigarme a preguntas, ya que de todas maneras no le contestaría nada en este momento. Cuando los paramédicos llegaron, subieron a mi hijo a una camilla y lo transportaron en la ambulancia. Dejé a Yuki bajo el cuidado de mi tía, en lo que iba al hospital con Kazu.
—Todo estará bien, cariño —tomaba su mano, mientras la acariciaba con calma—. Mami está aquí, no dejaré que nada malo te pase.
—Ya casi llegamos al hospital, campeón —lo alentaba el paramédico que estaba al pendiente de mi hijo—. Los médicos lo atenderán bien.El vehículo se detuvo y las puertas se abrieron. Todo fue tan rápido que apenas podía comprender lo que los médicos estaban diciendo, yo solo seguía la camilla y no soltaba la mano de mi hijo en ningún momento. Una de las enfermeras me interceptó cuando entraron a quirófano, por más que luchara para que me permitieran pasar, se negaba a dar el brazo a torcer. Sentí que mi voluntad por seguir luchando se desvanecía a cada segundo que las puertas no se movían, me dejé caer en una de las sillas del pasillo y esperé a que alguien me diera noticias.
No había experimentado un miedo como este en mi vida, pensé en lo peor escenario posible y me dejé consumir por el miedo por un segundo. Lloré en silencio, rogando a quien tuviese a mi hijo en sus manos que todo solo fuera un mal momento pasajero. Quedé tan sumida en mis pensamientos, que apenas noté unos brazos rodearme por detrás. Solo permanecí en la misma postura por unos segundos más, aún que había dejado de llorar. Al levantar la vista, me encontré con el rostro de Shoto mirándome fijo. Mi cara estaba pegada a su pecho cálido, que tenía una mezcla de emociones recorriendo cada centímetro de mi cuerpo.—¿Por qué viniste aquí? —pregunté, alejándome por fin de su pecho—. Ya te dejé en claro que...
—No voy a irme *___________*, entiéndelo —no quería verlo a los ojos, no en este momento—. Mucho menos ahora, que me debes una explicación.
—¿Cuántas veces tengo que decírtelo? No te debo nada —respondí cortante—. Me engañaste, manipulaste mis sentimientos y no te importé nunca. Te ibas a casar y nunca me dijiste nada al respecto, ¿sabes lo difícil qué fue enterarme de ello por los medios y no por ti?
—Sé que me equivoqué en no decirte las cosas desde el inicio, intenta ponerte en mi lugar *___________* —podría estar comportándome como una malcriada, el problema fue que me traicionó de tal manera que me era imposible creerle una sola palabra—. Mi padre seguía con delirios de grandeza, más después de la guerra contra la Liga. En cuanto conseguimos la paz, le fue imposible recuperarse.
—Sin embargo, no decirme a que me enfrentaba te pareció justo.
—Te equivocas —lo miré a los ojos, se veía que alguna lágrima se le escapó—. Jamás me dejó tranquilo el hecho que tenía que contarte las cosas, pero me dejé llevar por el miedo a como reaccionarías y pasó lo que pasó —un silencio inundó el espacio por minutos—. Intenté localizarte después de que desparecieras, pero me fue imposible.
—Pues aquí me tienes, igual de dolida y furiosa que cuando me dejaste —intenté mantener mi tono de voz lo más normal posible, pero la intensidad de ira que me dominaba—. ¿Qué es lo que quieres de mí?
—¡¡¡QUIERO QUE ME DIGAS LA VERDAD!!! —se exaltó, saltó de la silla al mismo tiempo que elevaba la voz—. ¿Acaso ellos...?
—Lamento interrumpirlos, pero recuerden que están en un hospital —nos interrumpió un médico—. ¿Es usted la madre de Kazuya-kun?
—Soy yo, ¿cómo se encuentra mi hijo doctor? —ignoré la presencia de Todoroki por unos minutos y miré al médico frente a mí—. ¿Qué causó la temperatura?
—Por suerte se encuentra bien, fuera de peligro —dejé escapar un suspiro de alivio—. El niño solo se asustó y desencadenó su don, como fue la primera vez que se manifestó, se salió de control.
—Muchas gracias doctor, se lo agradezco mucho —me incliné—. ¿Puedo verlo ahora?
—Sí, acompáñame por favor —el profesional me indicó el camino y yo lo seguí, pero también lo hizo Shoto—. Ahora está dormido, así que será mejor esperar a mañana para que le expliquemos mejor la situación. De ser posible, venga con su esposo para aclarar las dudas con respecto a su poder...
—Lo siento, no estoy casada —respondí con un poco de vergüenza—. El padre de mi hijo nunca le preocupó nada en lo que me respecta, ni siquiera sabe que me embaracé de él. Si necesita información de su don, puedo dársela sin problemas.
—Muy bien, entonces me retiró. Que tenga buenas noches, ___________-san —el doctor se alejó y noté que Shoto estaba molesto por lo que acaba de decir.
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¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)
Fanfiction_________ *_________* visita a su primo, Kirishima Eijiro, para su graduación en la U.A con pura ilusión de crear un momento familiar único. Lo que ella no esperaba, era que en el interín, conociera a un chico que no solo captaría su atención y su c...