❄️San ju nana🔥.2

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  —¡Mina! Me lastimas —decía, al mismo tiempo que mi amiga me arrastraba unas cuantas calles abajo—. ¿Qué te ocurre?
   —Lo siento, pero Eijiro está dentro y no quería hablarlo estando él cerca —miraba hacia su alrededor paranoica, eso me preocupaba—. Ya sé, ya sé. Parezco una loca, pero tampoco se como expresarme en una situación como esta.
   —Está es la parte donde preguntó: ¿qué fue lo que hiciste ahora? —me cruce de brazos, mientras levantaba una ceja.
   —Aghhh... De acuerdo, tú ganas —dijo ella, tomando el bolso pequeño que traía consigo y lo abrió en mi dirección—. Aquí está la razón de mi nerviosismo.
   —¿Ehhh? —ella insistía en que mirara el interior y yo le seguí la corriente. Quede con una cara de shock al ver a lo que se refería Mina. Había 4 pruebas de embarazo, todas positivas.

  No duré un segundo más y salté a abrazarla, además de felicitarla por el bebé. Me imaginaba la cara que pondría mi primo al enterarse de la noticia. Le dije que tendría que decírselo lo antes posible, ya que probablemente no podría guardar su secreto por mucho tiempo si Eijiro comenzaba a preguntarme. Volvimos caminando a la casa, ya que los pobres hombres deben preguntarse qué demonios me ocurrió.
  De regreso en casa, empuje a mi amiga a que conversara con mi primo acerca del embarazo en privado. Así que, los arrastre hasta la habitación de invitados en el primer piso. Bajé y Fat tenia a los gemelos sobre su regazo, leyendo una historia, Toya estaba en su silla dormido, mientras Tamaki-san observaba con una sonrisa tierna desde la cocina y preparaba algo con la ayuda de Tetsutetsu. Antes de unirme les, escuché a Eijiro soltar un grito varonil, probablemente de felicidad.

  Bajo las escaleras a máxima velocidad y levantó a los gemelos en el aire. Kazu y Yuki observaban a su tío sin entender el motivo de tanta emoción, sin embargo, parecía disfrutar este nuevo juego. En el momento en el que Fat iba a preguntar el motivo de tanto alboroto, Shoto entró a la casa que regresaba de trabajar. Su cara delataba lo agotado que estaba, así que todos se fueron, agradeciendo la hospitalidad y mi esposo fue a darse una ducha.
Les pedí a los niños que fueran a su habitación, ya que su padre y yo teníamos una conversación seria pendiente. En cuanto Shoto salió del baño, cubriéndose solamente con una toalla atada a la cintura, me dio una sonrisa encantadora pensando que olvidé sobre la conversación seria que le pedí al llegar a casa. Yo levanté molesta la pieza de lencería y su rostro cambió drásticamente.

—No quiero excusas tontas —empecé con el sermón—, sin mencionar que no me gusto para nada esto. Lo encontré en el mueble de Toya cuando iba a cambiarlo, solo digo que podrías haberte fijado mejor lo de los muebles. ¿Esto es de Yaoyorozu?
—Sí... No estoy seguro si es de Yaoyorozu —ahora sentía que explotaría en cualquier momento—. Puede ser de cualquier chica...
—Ah, así que lo que dices es que: dejas que cualquier chica se acueste en tu casa —le lancé con algo de furia la lencería al rostro—. Y yo pensando que quizás Momo se olvido esto cuando saco sus cosas del lugar, te felicito Shoto.
—No *__________*, espera —intentó tomarme del brazo—, no es lo que piensas. De verdad.
—¿Lo dices enserio? —pregunté en tono irónico—. Esta es tu casa, la que compartiste con Momo cuando estaban casados. ¿A quién crees que pueda pertenecerle?
—No lo sé —de repente, su teléfono sonó—. Dame un segundo, es Natsuo-nii.
—Quizás no haya un segundo para darte después —respondí saliendo del cuarto.
—¿Sí?... ¿De qué tanga?... ¡¿Es tuya?! —realmente no quería preguntarle porque mi cuñado estaba interesado en lencería sensual femenina—. ¡¿Sabes en el lío en el qué me metiste?! ¡La dejaste en el mueble de Toya y *_________* lo encontró!
—Perdón Shoto, estaba tan apurado que no me di cuenta —puso el altavoz para que oyera la conversación con su hermano—. Era un regalo para Hisako por nuestro aniversario de mes de noviazgo, pero cuando iba a dárselo, entré en pánico debí haberlo escondido allí cuando cuidaba a Toya.
   —Pues la próxima vez que quieras hacerle un regalo de ese estilo, déjalo en el paquete o en una caja —hablé molesta, pude oír como Natsuo tragaba grueso—. Estoy a punto de mandar a tu hermano a dormir afuera.
   —Fue mi culpa, cuñada linda. No te molestes con Shoto, él no tuvo la culpa —vi a mi esposo, quien se mantuvo tranquilo. Suspiré y le hice una seña para que continuase charlando—. Iré a recogerlo en 15 minutos.
   —Más te vale.
   —¡Mamá! ¡Toya está llorando! —escuché a Yuki gritar desde el comedor.
   —¡Ya voy! —salí de la habitación y vi a Toya protestando en su corral—. Aquí está mamá, Toya. No llores bebé —lo cargué en mis brazos—, mamá está aquí.
   —¿Ya resolviste lo qué querías hablar con papá? —preguntó Kazu, ayudando a Rei-san a poner la mesa—. La abuela dijo que la cena ya casi está lista.
   —Sí, ya resolví el asunto que necesitaba discutir con su padre y acaba de salir de la ducha hace un rato —llevé a Toya hasta su silla en el comedor—. Esta al teléfono con su tío Natsuo.

¿Estás dispuesto a darlo todo cómo padre? (Todoroki Shoto x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora