- David, es el tercer día llamándote. Lo ideal sería que respondas hoy porque, si no recordas, mañana nos vamos a Francia y necesitamos esos contratos cuánto antes.
- David, en media hora tenemos la presentación en vivo y seguimos sin saber de vos. A la media noche partimos a Francia, respóndenos.
- Espero que al menos hayas visto la maldita presentación. Maldición, Jost, ¡estás arruinando nuestro trabajo!
- David, ya volvimos a Alemania y seguimos sin saber de vos ¿Podrías devolver los llamados? El 13 volamos a Los Ángeles a unas entrevistas, vamos solo Tom y Yo, sería interesante que tal vez te aparezcas y pretendas trabajar.
By Samanta
- ¿Tenés noticias de Jost?
- No, nada
- Tendrías que hablarlo con la banda y demandarlo
- No, Sam, no puedo hacerlo
- ¿Por qué no?
- Los chicos confían en él
- Pero porque no saben cómo en verdad es... Los últimos días solo hablamos de lo poco profesional que es, Bill
- Sí, pero no es tan fácil. Hace diez años trabajamos con él... Hasta el último c-d no tuvimos tantos problemas... Todo empezó en la última gira, más o menos
- Y bueno, con más razón, lleva años así
- Sí, bueno, no, porque al final nosotros decidimos dejar de aparecer
- Pero él quiso obligarlos a hacerlo igual... ¿Por cuánto tiempo es el contrato?
- Firmamos hasta terminar la cuarta gira, así que ésta sería la última... Ya estábamos buscando renovar el contrato
- ¿En verdad? No podés permitirlo
- ¿Y qué voy a hacer? Decirle a los chicos "miren, David es un idiota así que mejor no renovamos y nos quedamos sin manager"
- Exacto. Estoy segura que muchas agencias pelearían por trabajar con ustedes... aunque tu hermano no sea lo más profesional y agradable
- Hey, que es mi hermano — dijo riendo
- Ya sé, ya se, estaba molestando. Igual, en verdad, Bill... no les costaría conseguir a alguien mejor
- No sé, Sam, es más difícil que eso, es buscar y tener reuniones y no tenemos tiempo para mil cosas más
- Podrías complicarte menos y fijarte con quién estás hablando en éste momento — dije mientras me levantaba del sofá e iba a la computadora, a unos metros de dónde estaba, que tenía una nueva notificación
- ¿Estás bromeando? — Martín me hablaba en skype, me estaba llamando
- No, Bill... discúlpame, tengo que atender un llamado, hablamos luego ¿te parece?
- No hay drama, pero me debés esa charla
- Sí, sí, chau
- Besos — dijo y colgué. Acto seguido, acepté la video llamada de Martin y lo recibí con una sonrisa
