Capítulo 12

66 5 4
                                    

Mi teléfono sonaba, el sol entraba por la ventana, alguien me abrazaba. No podía abrir los ojos del cansancio. Estiré mi brazo en busca del celular tanteando la mesada que estaba al lado de mi cama – ¿Uhmm?

-          Bill ¿dónde están?

-          ¿Quién habla? – dije aún dormido

-          Tu madre, Bill, ¿quién más? No me digas que seguís durmiendo ¿y tu hermano? Me dijo que se iba a encargar de despertarte

-          Yo... Tom... - recordé la escena de hoy temprano y abrí los ojos. Quien me abrazaba era Tom. Tomé su brazo y lo corrí fuertemente para que se despierte, él solo se quejó. – Nos dormimos... ya nos levantamos y Salimos

-          Los estaba esperando para almorzar

-          Lo siento, mamá... ya nos levantamos y vamos – Tom no se inmutaba

-          Los espero – dijo en un tono enojado y colgó. La jodimos.

-          Tom – dije sentándome en la cama - ¿Por qué te dormiste? – él seguía sin moverse y yo comencé a zamarrear uno de sus brazos y él volvió a quejarse – Son las 2 de la tarde, Tom

-          ¿Cómo? – dijo incorporándose rápidamente en la cama - ¿Cómo permitiste eso?

-          ¿Yo? ¡Vos viniste a despertarme y te acostaste! ¡Andate de mi cuarto y cámbiate así nos vamos!

-          Yo ya estoy cambiado, solo faltás vos – le eché un vistazo y era verdad. Bufé. – Avisame cuando estés listo – dijo volviendo a tirarse en mi cama, tapando su cara con su antebrazo. Yo me levanté y fui rápidamente a la ducha y me cambié. 20 minutos más tarde estaba listo. Tom se levantó y nos fuimos. Teníamos dos días para disfrutar de nuestra madre, al fin.

By Samanta

Últimamente estoy más cansada que nunca. Vivo durmiéndome en cualquier lugar y eso no está bueno. Me desperté a mitad de la madrugada para recostarme en mi cama.

Por la mañana volví a mi rutina y ya desde temprano comencé a trabajar... solo unas horas, después me tengo que juntar con Ludmila, hoy nadie más que ella puede ayudarme con éstos chicos.

Lo primero que hice fue controlar los contratos que Bill había enviado por la noche y enviarlos a sus respectivos correspondientes. Terminé de firmar contratos para otras bandas y en cuestión de minutos ya tenía las respuestas que esperaba. Tokio Hotel confirmado para una nota en tres radios estadounidenses, una revista, premios Telehit y 40 principales. Todo marchaba mejor de lo planeado. Para el medio día ya tenía listo todo lo que debía y llamé a Ludmila para recordarle que hoy nos veíamos "no deberías recordármelo, usualmente la que olvida éstas cosas sos vos. Te veo en una hora" escribió. Lo único que vengo notando éstas últimas semanas es cuán abandonada tenía mi vida personal, a mi familia, amigos y a Martin. No sé si todos se pusieron de acuerdo en recordármelo o si es la primera vez que presto atención a sus comentarios. Me comencé a vestir, íbamos a ir a almorzar a un restaurante.

El clima era agradable, ambas estábamos de buen humor y la charla fluía sin problemas hasta que su pregunta llegó - ¿Están confirmados? – yo solo asentí y ella sonrió de una forma que no la vi sonreír nunca

-          Shhhhh – hice poniendo un dedo sobre mis labios – calmate – y la miré seria. – Esto no sale de acá hasta que lo confirmen oficialmente – Ella solo siguió sonriendo y asintió. – Tengo varias preguntas que hacerte – sus ojos se llenaron poco a poco de lágrimas y la veía temblar e intentar disimularlo. Apretó los ojos y exhaló lentamente, al parecer sus manos comenzaron a transpirar porque empezó a frotarlas contra su bermuda antes de volver a ponerlas en la mesa. No se quedaba quieta - ¿querés ir primero al baño? Tomá algo de agua – le dije riéndome ya casi de su reacción. No salían palabras de su boca aunque lo intentase así que simplemente se paró y se fue en dirección al baño. Yo me relajé en mi silla hasta que ella volvió. Había recuperado color en su cara y se la veía un poco más tranquila. Yo solo la miré y ella asintió - ¿Los siguen muchos?

GirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora