- ¿Qué tanto hablaban?
- Nada
- ¿Simpático? – dijo Georg
- No es la gran cosa – mentí. – podrías intentar hablarle vos – reí y él, por alguna razón se corrió y fue a hablarle. Con Tom lo miramos sorprendidos... a veces no capta el sarcasmo.
- Ahora sí ¿de qué hablaban?
- De nada, Tom.
- Bill...
- Hablamos de su relación con Sam
- ¿En verdad?
- Podes preguntarle – él gruñó ante mi respuesta.
- No deberías hablarle
- No lo estoy haciendo ahora
- No seas estúpido
Las horas pasaban y nosotros íbamos y veníamos del escenario para ver a los artistas que tocaban. En algún momento Martin se fue del camerino y Sam iba y venía constantemente. Más tarde la escuché frente a la puerta hablando con alguien
- Solo quince minutos, y te calmás.
- Sí, sí. Me calmo – decía la voz de otra chica
- No debería estar haciendo esto, así que no me dejes mal. – Poco después entró ella sola y se dirigió a mi
- ¿Te puedo pedir algo?
- ¿Es por la chica que está ahí afuera?
- ¿Cómo sabés? – dijo sorprendida
- Se escucha todo, Sam.
- Ya creí que eras psíquico. – reí – Es mi mejor amiga y bueno, yo soy Samanta – reía también ella – los quiere conocer y no me parecía justo llevarla al meet and greet que las otras personas ganaron.
- Traela – dije sonriendo. Ella sonrió de vuelta y volvió a la puerta, de la que luego entró una chica mucho más alta que ella. Llevaba un vestido de verano y zapatillas. Era como el opuesto a Samanta. Tenía los ojos bien abiertos, estaba muy poco maquillada. Sonriendo exploró todo el lugar con la mirada. La vi respirando con dificultad y me dio cierta ternura. Caminaba detrás de Sam, lento, nerviosa. – Bill, ella es Ludmila – dijo sonriendo
- Un gusto – dije estirando una mano para saludarla. Al tomarla la sentí temblar y le sonreí amigable - ¡Chicos! – llamé a los demás y se acercaron. Volví a mirar a la amiga de Sam y como sus ojos se cristalizaban
- ¿Y ella? – preguntó Tom a Sam
- Una compañera – dijo Sam – que creo que los quería conocer – y le guiñó un ojo sin que la otra lo notara
- ¡Ahhh! – siguió - ¡Un gusto! – y la abrazó, como si fuera que la conociera hace tiempo. Ella estaba completamente dura ante la reacción. Gus y Geo también la saludaron. Nos tomamos un tiempo para charlar. Ella titubeaba y nosotros le seguimos el juego a Samanta de que era una compañera de trabajo. Incluso nos tomamos unas fotos para que ella tuviera de recuerdo y poco después se fue
- ¿Qué fue eso? – dijo Tom confundido
- Es mi mejor amiga de la infancia y un día me enteré que era su fan... es una historia chistosa. Gracias – nos dijo a todos
