Capítulo 28

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-          Me olvidé de decirte algo – dijo Samanta mientras preparábamos la mesa para cenar, yo solo me giré a verla esperando que siguiera hablando - ¿viste que te dije que íbamos a México? – asentí - ¿Te molestaría que un día antes pasemos por Los Ángeles? Tengo otra reunión, si tenemos suerte es cerca de la casa de tu hermana y podemos pasar juntos ante de volar a México. – Los Ángeles ¿dijo Los Ángeles? ¿Dijo ir a ver a Jessy? Jessy significa... significa volver a ver a Bill. Sonreí, era imposible evitarlo. – Veo que no te molesta – rió y noté lo que estaba pensando. Volví a enseriarme

-          Jessy se va a alegrar – dije y seguí con lo mío, tranquilo, aunque por dentro sentía la emoción recorrer cada célula y ella siquiera podía sospecharlo, siquiera debía.

Cenamos como siempre, charlando, riendo, comentando diferentes cosas de nuestro día. Como siempre. ¿Es que habíamos caído en la monotonía o soy solo yo buscando excusas para no sentirme tan mal conmigo mismo?

Todos los días eran iguales. Iguales a todos los que venimos pasando hace tres años. Ella se levanta, se baña, baja, vuelve a subir, busca su ropa, me levanto, desayunamos, se va, me voy. A veces pasaba días al teléfono, a veces no. La mayoría del tiempo hablando con un tipo de una banda que le interesa para la agencia. A veces pensaba que hubiese pasado si hubiese pensado en traerme algún contacto de Bill, de Tom. Lo más cercano es Jerry y él... no le puedo pedir nada. Siquiera se su apellido, no sé nada de él y de todas formas lleva más tiempo en mi cabeza que mi futura mujer. Mi futura mujer... todavía no creo que sea el momento justo para pedirle que sea mi mujer.

By Samanta

Las semanas se pasaron entre entrevistas, reuniones, charlas con productores, Bill que seguía dudando si enviar al frente a Jost y Universal que no quería dar lugar a una firma de autógrafos que les pedí hagamos. No, claro, porque cuando les dije de traerlos dijeron que no y lo hice por mi cuenta ¿qué van a dar ahora? Lo bueno de esto es contar con Ludmila, que me ayudó bastante cuándo le dije que le pida a sus amigas del fans club que empiecen a invadir las cuentas de éstos pidiendo la firma de autógrafos. Lo ideal era que siguieran viendo cuántas eran las personas que iban a asistir y, pocos días después volvimos a entrar en contacto. Claro que Jost nunca entró en ésta charla porque nunca apareció, suerte que dijimos que yo iba a manejar todo lo que de América se tratase. Llegamos al acuerdo de hacer meet and greet y, aunque costó, otra vez, conseguí lo que quise. Pocos días antes del concierto se anunció esto, aunque yo no estaba de acuerdo en la forma en que los podían conseguir, bastante había hecho.

Todavía no habían rastros de Martín dándome el anillo y varias veces casi digo que lo había visto, pero con suerte pude rematar la charla de alguna u otra forma que mis comentarios pasen desapercibidos.

Llegué al punto de creer que mis charlas casi diarias con Bill le molestaban, no estoy segura de ello. El respaldo de decir que es trabajo no me va a durar por siempre y las ganas de hablarle no se van, a pesar de estar segura que a quien amo es a Martin. Empezamos a llevar una relación más de amistad que de socios o como quieran llamarlo. Yo seguía intentando convencerlo de que dejen a Jost, el seguía de fiesta y evadiendo el tema. En persona ya no lo iba a poder evadir, aunque después de tantas semanas de haber tenido solo una respuesta de Jost y siquiera a ellos, sino a mí, diciendo que no iba a estar ni en México ni Argentina, creo que Bill tendría que estar pensándolo un poco más... quiero creerlo. Aunque hoy mi única preocupación es que llegue el 12, verlo y saber que todo volvió a la normalidad. Que esos nervios que me generó en un principio habían desaparecido. Me voy a casar. Me voy a casar y en mi cabeza solo puede haber un hombre y ese es Martin, no hay más que hacer. Bill es un cliente más, al igual que su hermano y sus amigos. Un cliente con el que tengo buena relación, un cliente con el que me llevo bien... bastante bien y él... reí al volver a encontrarme pensando éstas cosas.

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