- ¿Te sentís bien?
- Sí, sí, estoy bien
- Dios mío, Bill ¿qué te pasó? – siguió Samanta, levantándose de su asiento al verme volver junto a Tom
- Nada, solo estaba mareado. Disculpen que los haya asustado – dije intentando sonreír y sentándome dónde antes me había acomodado Sam. Nadie dijo nada así que dirigí mi vista a Sam - ¿Qué te pareció?
- Eso... ¡Me encantó, chicos! La verdad es que me sorprendieron
- ¿Dudabas de nuestra capacidad? – dijo Tom, con tono de superioridad, mirándola, aún de pie él
- De la de tus compañeros no – replicó y las risas invadieron el lugar. Él se dio la vuelta y se dirigió al minibar
- Tom, no seas idiota. Vos solo te buscás esas respuestas – lo retó Gus, pero para nuestra sorpresa volvía con varias botellas de cerveza en la mano.
- A mí no me ofende una señorita – y empezó a repartir las botellas, una a una - ¡Por nosotros!
- ¡Por ustedes! – dijo Sam
- Nosotros – volvió a decir Tom, sonriendo y guiñándole un ojo... Quien lo entiende. Todos brindamos y bebimos
- Sam – dije un rato después – creí que venías acompañada hoy
- Sí... bueno, sí pero ya no
- ¿Acompañada? – preguntó Geo
- Sí, es que quería que mi novio los conociera... ya que gasto tanto tiempo en ustedes
- ¿Novio? Bill, ¿ya te la sacaron? – estiré una pierna para golpearlo y él solo rió, como siempre – bueno, bueno ¿Íbamos a tener que firmar autógrafos? Creí que no nos conocías de antes
- No, Geo – respondió – es que en un principio la empresa la manejábamos los dos - ¿eh? Eso no lo sabía... - y bueno, por cosas suyas dejó de hacerlo - ¿por qué me suena esto? Dirigí mi mirada a Tom que también se notaba confundido
- ¿Puedo preguntar algo? – dijo Tom en medio de la charla. Ella asintió - ¿cómo lo conociste? – ambos la miramos fijo
- Bueno... él tenía una banda en Estados Unidos para la que yo organicé un tour y – él la interrumpió
- ¿A qué se dedica ahora? – ella era ahora la confundida, atacada por las preguntas de Tom y las miradas de ambos.
- Eh... es profesor de música ¿por qué? – No... no, esto no puede ser verdad. Lo miré, esperando que cambiase la charla
- ¿Cómo se llama? – con la mirada le rogué que parara. Esto solo tenía que ser una coincidencia. Mi cabeza recordó aquella charla en el jardín de Jessy
- ¿Qué es lo que haces en Argentina? ¿Sos de allá o...?- dijo Tom
- No yo... nací acá... Bueno, no acá en Los Ángeles pero me mudé hace unos años porque... Me mudé y estuve trabajando allá en una empresa haciendo tours y demás, hasta que me cansé y ahora soy profesor de música
- Trabajaba con su novia – dijo Jerry – esto tiene que ser una coincidencia
- Martin ¿pasa algo? – yo cerré los ojos e inhalé con todas las fuerzas que pude, levantando la cabeza al techo, intentando evitar seguir ahí.
