¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
___________Georgia...__________
Tenia la botella de whisky en mi mano mientras los cinco estaba frente a mi, mis ojos estaban hinchados y llenos de lagrimas, poco a poco perdía la estabilidad en mis piernas, ellos ya no estaban a mi lado físicamente, si no que ahora estaban frente a mi, tres metros bajo tierra..
— No tenían que irse.. — le doy un sorbo a la botella — se que no fui la mejor pero no tenían que causarme este dolor.
Fruncí el ceño, se estaba acercando a mi, cuando ya estaba cerca mis lagrimas aumentaron, solté la botella y me puse de pie tomando sus mejillas
— ¿Como es posible?
— Debemos irnos Georgia..
— Estas vivo..
— No mi, Geo... vámonos por favor.
— ¿Por que me hiciste sufrir tanto? — le di un golpe en el pecho — me duele que me hallas mentido, no debiste jugar así conmigo.
Tomo mis manos, una corriente recorrió todo mi cuerpo, su calidez de sus manos, esa paz y tranquilidad que causa en mi
— Mírame bien.. — hace su mirada mas profunda — no soy Aarón, mi Geo..
— No me digas eso — negué — tu eres mi lindo sokoviano, mi esposo, tu y yo tenemos dos preciosos hijos — le sonreí— te juro que no estoy molesta, tuviste que fingir tu muerte para salvarnos, lo entiendo, créeme..
— Vamos a casa Geo..
— ¿Por que me dices Geo? — me sepsro un poco — Creí que era tu Georgina.
Me sonrió para tomar mis manos.
— Vámonos mi Georgina.
Le sonreí, entrelazamos nuestras manos, le hizo una seña a no se quien, no le tome importancia y solo seguí caminando junto a el.
Mi mirada siempre estaba en el, llegamos a su auto, unos soldados subieron a los otros autos, subimos, empezó a conducir, mi mirada solo estaba en el, lleve mi mano a la suya la cual estaba libre, la tome para entrelazarla..
— Vámonos lejos.
— ¿Que?— dijo sin desviar la mirada del camino.
— Vámonos, a Sokovia como lo teníamos planeado, con nuestros hijos, tu y yo..
— ¿No quieres quedarte?— dice con algo de lastima.
Lo pensé un poco y a mi mente llego una sola pregunta ¿Y Evans?, baje la mirada, no podía dejarlo, no quería hacerlo, pero también quería ser feliz con Aarón.