Capítulo 31

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Ha llegado el fin de semana.
Nos dirigimos hacia lo que era antes mi casa, que ahora se encuentra ahí mi hermano, ahí nos reuniremos toda la familia Schmidt. Digamos que el señor Villalpando no va muy contento pues por mi hija me enteré que le dijo que no quería venir, no le gusta y más con la noticia que tendremos que dar. ¡Muy bien! ¡Que bonito, Villalpando! Un punto más que te llevas para que te dé una paliza por idiota.

Hablando de él...
Los últimos días he seguido así sin hablarle ni nada, lo único que le digo es si quiere de desayunar o algo así, él intenta abrazarme, besarme, hablarme más y todo pero yo no cedo, es un completo idiota y que diga que toleré lo que me hizo y no lo mandé muy lejos. Al siguiente día después de lo ocurrido me lleve una gran sorpresa, Ángel me contó que vio todo eso y no saben cómo ahora detesto más a Alonso, hace sus estupideces y él lo vio ¡que gran ejemplo les da! Después de eso Ángel casi no se despega de mi y más cuando su padre está cerca, una vez hasta se quedó conmigo, lo amo, es un gran detalle de su parte el querer cuidarme mientras Alonso sigue durmiendo en el sofá.
En la tarde mis amigas llegaron a mi casa a contarme que también están molestas con sus esposos y ¿cómo no? También llegaron borrachos, sólo que al menos ellos NO se sobrepasaron.

Ayer fui al doctor ya que se cumplió apenas el primer mes de embarazo, me ha dicho el doctor que voy bien pero debo comer más ya que se nota que bajé un poquito de peso pero es imposible, casi todo me da asco, nunca me había pasado esto en los demás embarazos ¡oh! Y cómo siempre Alonso no fue a acompañarme al menos.

Esto cada vez empeora.

Alonso aparcó el auto frente a la gran casa de mi hermano, me vienen muchos recuerdos de mi infancia. Todos bajamos, Ángel se apresuró tomando mi mano y yendo juntos a la puerta, por ahí alcancé a escuchar un bufido.
Toqué el timbre y a los segundos se abrió la puerta dejándome ver a mi mamá.

- ¡Hija!- dijo ella muy feliz después de darme un abrazo.- Mira cómo estás, más hermosa.

- Ni se diga de ti.- besé su mejilla.

- Hola abuelita.- le dijo Ángel.

- Hola corazón.- besó también su mejilla.- Pasen.- se hizo a un lado cediéndonos el paso.

- ¡Abuelita!- Avril la abrazó también y mi mamá la cargó.

- Buenas tardes señora.- dijo Alonso.

- Hola Alonso.- entramos y ella cerró la puerta.

- ¡____, llegaste!- Fernanda se acercó a nosotros para saludar.

- Hola, que gusto verte.- sonreí.

- Lo mismo digo y mira que grandes están tus hijos.- besó a cada uno.- Hola Alonso.

- Hola.- él besó su mejilla.

- Vamos afuera al jardín, allí están tu papá, Kendall y los niños.- dijo mi mamá y la seguimos todos al jardín.

- Hija.- mi papá dijo al verme. Se levantó de una silla y fue a abrazarme.- ¿Cómo has estado?

- Bien papá ¿y tú?- besé su mejilla.

- Igual bien, me alegro de verte.- besó mi frente.

- ¡Abuelito!- mi mamá bajó a Avril ya que se movía bruscamente. Cuando tocó el piso ella fue corriendo a brazos de mi papá.

Él la cargó.

- Hola princesita ¿cómo estás?- sonrió.

- Muy bien.- ella besó su mejilla.

- Por cierto, hola Ángel y Alonso.- saludó a los que faltaban.

- Hola abuelo/suegro.- dijeron en un unísono, sus voces casi iguales.

- ____.- dijeron a mis espaldas.

- Kendall.- me giré a verlo y lo abracé.

- Hola a todos, que bueno que llegan. La comida ya está casi hecha.- dijo.

- ¿Y tus hijos?- le pregunté. Kendall tiene 3 hijos: Kevin de 19 años, Keith 15 años y Kenny apenas de 2 años. Me sorprende que haya tenido puros varones.

- Kevin salió con su novia, dijo que lo disculparan.- mi papá interrumpió.

- Ese chamaco, era reunión familiar.- negó.

- Yo se lo dije, pero anda de rebelde y pues ni modo. Cómo decía; Keith está arriba jugando videojuegos y Kenny creo lo trae Fernanda.- dijo buscándolo con la mirada.

- Oh, que bien. Quisiera cargar a Kenny, ¿puedo?- sonreí.

- Claro que sí, deja voy por él.- dicho esto se separó de mi y entró a la casa.

A los minutos volvió con su bebé, es idéntico a él, los otros chicos se parecen a su mamá pero él es igual a Kendall, con sus ojos verdes, rubio y con su nariz.

- Aquí está el travieso de Kenny.- dijo burlón.

- Ay pero que hermoso está, hola bebé.- lo cargué y besé su mejilla. El bebé de inmediato soltó una risita y me abrazó.

- ¡Mamáaaaa tengo hambre!- alguien gritó.

- Keith deja de gritar, ya casi está la comida.- lo regañó Fer.

- Bueno, perdón. Hola a todos.- dijo y luego miró a Ángel.- Ángel ¿cómo estás?- lo abrazó del hombro. Me encanta que se lleven bien.

- Bien y ¿tú?- dijo mi hijo.

- Igual, ven a jugar conmigo en los videojuegos.

- Buena idea. Mamá ¿puedo ir?- me miró.

- Vale, pero en un rato los llamaré para que vengan a comer ehh.

- Sí, vamos Keith.- le dijo y se fueron.

Nos sentamos en las bancas que aún seguían en el jardín desde que vivía aquí.

- Y cuéntame Alonso ¿qué tal tu trabajo con el hermano de Fer?- dijo mi papá después de un rato. Lo miré y pude notar cómo se tensaba y sin mencionar que ha estado todo serio, no le gusta estar aquí, yo lo sé pero que se aguante.

- Bien, todo bien suegro.- respondió.

- Por cierto, ¿cómo está mi hermano?- preguntó Fer.

- Ehh..bien, ahí anda muy trabajador.

Claro, que hasta se emborracha con sus amigos y hace enojar a su esposa, claro.

- Ahora que recuerdo, ____ ¿para qué quisiste hacer una reunión familiar? ¿Algo nos vas a decir ó qué?- se dirigió a mi Kendall. ¿Será momento de decirlo?

Los Villalpando 2ª Temp. ➸ Alonso Villalpando | CD9.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora