29. Consecuencia

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Dean se levantó repentinamente por la pesadilla que estaba teniendo

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Dean se levantó repentinamente por la pesadilla que estaba teniendo. Agitado, puso sus manos en su cabello café y miró a su alrededor: sólo la ventana tenía las cortinas abiertas, la oscuridad se adueñaba de la poca luz que esta dejaba entrar.

 Agitado, puso sus manos en su cabello café y miró a su alrededor: sólo la ventana tenía las cortinas abiertas, la oscuridad se adueñaba de la poca luz que esta dejaba entrar

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La casa estaba en silencio. Su madre seguramente ya había llegado, pero no lo despertó. Y Lana quizá estaba dormida, ya era de noche.

Se levantó para asegurarse de que fuese así. Salió de su pieza un poco somnoliento y se acercó a la habitación de Lana que estaba con la puerta emparejada.

La habitación estaba en oscuridad. Al abrir la luz del pasillo alumbró parte del cuerpo de su hermana dormida. Dean se acercó a la lámpara de noche y la prendió para cerrarle la puerta. Si su madre ya estuviera en casa ya le hubiera prendido la luz, pero no había rastro de ella.

Dean volvió a entrar a su habitación sin nada más que hacer. Cerró las ventanas, prendió la lámpara de noche y se tumbó en su cama.

Miró por un instante su cuadro de honor de la secundaria y rodó los ojos.

Recordaba a Neimenia con odio, el cómo todos los señalaron sólo por molestar a un compañero debilucho y que eso hiciera que su vida cambiará completamente.

Apartó su vista y la enfocó en la foto de que estaba atorada en la esquina superior de su espejo. Era Ebi.

No podía creer que fueron amigos en primaria, le daba asco pensar que se emocionaban al ser emparejados y hacer bailables estúpidos para días festivos. Por suerte esa amistad no duró mucho, lo único que tenía para ella era odio.

La foto sólo la tenía para maldecirla y recordar el repudio hacia ella.

Se giró, molesto y tomó su celular. Frunció el ceño al ver la cantidad de mensajes y llamadas de parte de sus amigos.

-Que molestos -se quejó. Seleccionó a Uniel y le regresó la llamada.

-¡Al fin! -exclamó Uniel con tono desesperado.

-¿Qué? ¿Me vas a reclamar algo?

-¡Todo se fue a la mierda!

-¡Ay! ¡Uniel sé directo! ¡De por sí es molesto que me llames hasta que conteste!

-¡Van a venir psicólogos a la escuela!

-¿Y? Ya hay un psicólogo en la escuela y es un inútil

-¡No es eso! ¡Van a investigar más que nada a Ebi!

-¡¿Qué?! ¡¿Dijo algo?!

-¡No! ¡Leo estuvo en la reunión y nos dijo que querían investigar a Ebi! ¡Lo estuvo sugiriendo la maestra Agnes por lo del programa anti bullying y dijeron que si ella decía algo iban a expulsar a los responsables y pasar a mayores!

Dean puso su mano en la frente algo incrédulo

-¡Además van a buscar grabaciones! -dijo Uniel, atropellando algunas palabras de los nervios -¡Dean, todo nuestro salón está asustado! ¡Dijeron que si el caso era fuerte podía proceder la ley!

Uniel comenzó a agitarse un poco esperando una respuesta de parte de Dean.

-¡¿Y si pasa lo mismo que en Neimenia?!

-Cállate -dijo Dean con la respiración agitada.

-¡Dean si ella habla sabes que abrirán nuestros expedientes y todo se irá al carajo!

-¡Uniel! ¡Deja de hablar y hablar! ¡Me pones nervioso!

-¡Dean, tengo miedo!

Dean comenzó a caminar de un lado a otro pensando lo peor. Lana -quien se levantó por los leves ruidos- miró a su hermano desde el marco de la puerta dispuesta a mostrarle el golpe que le habían dado los chicos de su salón. Ella no sabía que estaba hablando por celular.

-¡No quiero ir a prisión!

-¡DIJE QUE TE CALLES! -gritó Dean a todo pulmón mientras aventaba su celular a su espejo haciendo que este se rompiera.

Lana agachó la cabeza asustada.

Lana agachó la cabeza asustada

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-¡Dean! -exclamó. Se armó de valor para calmarlo al ver que no se percataba de su presencia y comenzaba a buscar que más destruir -. ¡Dean!

-¡Fuera de aquí, Lana! -Dean apartó las manos de su hermana, la giró con la mirada hacia la puerta y agarró su blusa para sacarla de la habitación.

-¡Dean! ¡Tengo que contarte algo! -dijo ella mientras comenzaba a llorar y ponía sus manos sobre el marco de la puerta para evitar salir.

-¡Vete a tu cuarto!

-¡Tengo que decirte algo, Dean!

-¡No me importa, Lana! ¡Sal de mi cuarto!

-¡No!

Dean y Lana comenzaron a forcejear cada vez más fuerte. Ella estaba asustada, pero quería decirle lo que le habían hecho. Pasó todo el día pensando en cómo decirle a pesar de las amenazas.

-¡No seas estúpida y obedece!

-¡Tengo que decirte algo! ¡Dean!

-¡¿No ves que mi vida se puede ir a la mierda?!

-¡Me golpearon! ¡Me golpearon! ¡Dean, me lastimaron!

-¡Pues yo también te voy a golpear si no te vas!

Lana recibió un fuerte empujón que la hizo soltar el marco y caer al suelo. Su cara golpeó nuevamente los azulejos haciendo que su ojo volviera a doler y al parecer sangrara. Ella puso sus pequeñas manos sobre su boca incrédula mientras comenzaba a sollozar cada vez más fuerte. Se giró con dificultad y sólo vio cómo Dean le cerraba la puerta en la cara.

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Lamento la tardanza. Mañana publicaré otro capitulo como recompensa. Puede no ser el día asignado, pero no las dejaré sin capítulo. 💜🐰

Muchas gracias por estar aquí y leerme, regalarme un poco de su tiempo y su interés en la novela. Muchas gracias 💜

VÍCTIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora