12. Solo Estamos Jugando

1K 56 0
                                    

Dean al estar tan cerca de ella, sometiendola con lenguaje corporal, la agarró de la muñeca fuertemente y sacó el taser, después se lo puso en la frente mientras ella trataba de asimilar lo que pasaba. Por supuesto que Dean solo le daba pequeñas descargas. Los demás se sorprendieron del taser, la mayoría solo lo había visto en películas, querían experimentar más.

—¡Más!

—¡Ahora en el estómago!

Ebi estaba por perder el equilibrio, justo cuando tenían el control sobre ella, levantó la mano soltandose del agarre de Greta y soltó un golpe aleatorio implorando que paren, abofeteó a Dean.

«Maldita deformada de mierda.»

Todos miraron a Dean un poco impresionados mientras su cara se llenaba de furia.

Estaba por regresar el golpe hasta que Uniel lo detuvo en seco. Y agarró el taser para esconderlo.

—¡Maestra! —aviso Joe.

—¡¿Qué sucede aquí?! —gritó la profesora clavando la mirada en la escena.

Algunos de nuestros compañeros que estaban alrededor se empezaron a sentar en sus pupitres para que no se les interrogará y Dean pensara algo rápido.

—Ebi abofeteó a Dean —acusó Margot.

La maestra frunció el ceño indignada.

—¿Por qué hiciste eso Ebi?

—Por qué...él...

Ebi suspiró y se encaminó a su pupitre tratando de no llorar. La maestra se acercó a su escritorio y se sentó esperando su respuesta.

—¿Ebi?

—Lo siento.

—No me lo digas a mí, díselo a Dean.

Dean bajó la cabeza para reírse.

—Pero...

—No hay problema, profesora —interrumpió él quitándole tensión al asunto, sin olvidar lanzarle una indirecta a Ebi —Después de todo solo estamos jugando.

La maestra observó a Dean analizando lo que había dicho. Los demás por estar tan tranquilos, no argumentó y solo asintió a lo que había dicho.

—Esto se los digo chicos —explicó ella —Por qué no quiero que ningún salón tenga problemas—Todos se sentaros fingiendo poner atención.

—Tranquila, maestra —dijo Uniel —No es como que aquí hagamos algo malo.

—Como que nos lancemos comida —dijo Joe. Todos sabían por donde iban. Dean volvió a reír silencioso mientras pateaba el pupitre de Ebi.

—O nos pongamos apodos... —dijo Aria negando con la cabeza como si no lo creyera.

Ebi se hundió en su asiento, sintiendo las indirectas. Sujetó la correa de su mochila con fuerza, estaba lista para salir corriendo de ahí.

—O nos culpemos injustamente.

—O nos golpearamos.

—O que nos escupamos. Eso sería terrible.

Ella no soportó, se levantó de su asiento conteniendo las lágrimas y salió del salón.

—¡Ebi! —exclamó la maestra.

—Tranquila, maestra-intervino Aria rápidamente—Yo la traeré.

La señorita Agnes agradeció mientras pensaba en lo que había pasado. Antes de que Aria se marchara, Dean le hablo y trato de cubrir nuevamente alguna sospecha.

 Antes de que Aria se marchara, Dean le hablo y trato de cubrir nuevamente alguna sospecha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Por favor, no la pierdas de vista—dijo en voz alta —Me preocupa mucho.

VÍCTIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora