25. Secreto Ácido

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Ebi salió de la sala de profesores. Sentía su corazón latir con fuerza, estaba asustada, tenía miedo de que Dean se enterara de la reunión.

«No puede sospechar…no puede sospechar…no puede sospechar» repetía  Ebi una y otra vez en su cabeza.

El pasillo se llenó de alumnos, todos chocaban con ella, pero eso no le importaba, pensaba en lo sucedido. Se preguntaba qué era lo que estaba pasando.

Uniel y Joe —que venían silenciosamente detrás suyo— la tomaron por sorpresa. Joe la agarró del cabello y la llevaron al gimnasio que estaba de paso. Ebi se quejó. 

—¡Por tu culpa Dean tuvo que ir al hospital!—exclamó Joe mientras la soltaba con un empujón.

—¡Yo no hice nada!—lloró.

—¡Tu puto perro!—acusó Uniel.

—¡Espera!—dijo Joe mientras levantaba la mano y miraba la entrada—No gritemos, ni la hagamos llorar. No sabemos si los profesores están cerca.

Ebi se sobo la cabeza y después secó sus lágrimas. Uniel miró hacia la puerta.

—Hoy, Dean fue a tu casa.

Ella sintió un hueco en el estómago.

—¿De-Dean?

—Fue con su padre por un negocio a tu casa, te dejó una sorpresa y ese puto perro salió de la nada para arrastrarlo por las escaleras.

Ebi abrió la boca, incrédula.

—Por tu culpa, Dean fue al hospital a que le cosieran la mordida.

—¿Ahora qué harás?—dijo Joe. Le dió un golpe en la cabeza y Ebi se quejó de nuevo.

—No llores—Advirtió Uniel.

—No-no sé.

—Él no vendrá hoy, pero tranquila no te dejaremos sola.

—Yo no lo hice—susurró Ebi.

—¡Chicos!—gritó una voz varonil desde la entrada.

Los tres voltearon sorprendidos.

—¿Qué están haciendo aquí?

—Nada, profesor Emiliano.  Sólo estamos discutiendo, Ebi me debe dinero.

—Ha estado huyendo de nosotros todo el día y Uniel lo necesita para su pasaje y comida.

—Ebi, eso no se hace. Si alguien te presta dinero tienes que ser agradecida y devolverlo.

Uniel y Joe fruncieron el ceño siguiendo su papel.

—Y ustedes no tienen porqué acorralarla así.

—¡Pero me debe dinero!—dijo Uniel con falsa indignación.

—Ebi, regresale su dinero. Él fue amable al prestartelo.

—Dámelo.

VÍCTIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora