Ebi observó como el agua del grifo caía. El sonido la relajaba un poco. Agarró un poco y mojó su cabello que estaba pegajoso por el jugo. Juntó sus manos debajo del agua y mojó su rostro tres veces. Se maquilló para disimular, miró el reloj y se preparó para las últimas 3 horas de clase, 3 horas de infierno.
Salió del baño decaída y se obligó a asistir antes de tener más problemas. Azotó su cabeza cuando llegó a su locker y lo abrió para sacar su tarea -un abrigo que había hecho en las vacaciones- y cerró la puerta de su casillero lentamente.
Se dirigió con lentitud a su clase, sintiendo como su abrigo pegaba contra su falda. Al menos llevar su tarea la alivió un poco, había cumplido y la maestra no tenía que señalar su irresponsabilidad al menos por hoy.
Mientras tanto, la maestra Falis siguió su clase tratando de ocultar el inconveniente de la directora y continuó dando su discurso sobre la importancia de las prendas y sus clásicas categorías.
Dean, por su parte, sólo repetía en su cabeza: "Viva la indiferencia". Refiriéndose a lo que había causado Ebi, más lo que pasaría con ella.
Después de algunas horas, Dean se privó de poner atención y posó su mirada sobre la entrada. Esperaba a Ebi, el juego todavía no terminaba. Y de repente apareció: con el cabello sucio, cara mal difuminada por el maquillaje. Ella era una imagen demacrada.
Nadie se dio cuenta de su presencia hasta que habló dando señal de que se encontraba ahí.
-¿Puedo pasar?-susurró en medio del silencio.
-Puedes pasar, pero ya tienes falta-dijo la maestra Falis mirándola de reojo e ignorando sus golpes a leguas.
Ella entró sin importarle la advertencia y recorrió las filas acompañada de risas burlonas, bajó la cabeza avergonzada sin hacer mucho caso. Cuando llegó, puso el abrigo sobre la mesa, acomodo su mochila y bajó la cabeza.
-Bien -prosiguió Falis- El tema de las categorías deben aprenderlas de memoria, será parte de sus proyectos a lo largo de los parciales. Eso sería todo por hoy.
-Maestra, aún falta la tarea de la exposición-comentó Aria, mostrando su gran abrigo con encaje, mientras algunos calificaban con miradas la prenda.
-Claro, claro-dijo la maestra que había olvidado pedirlos. Volvió a abrir la lista.
Dean se enfocó en Ebi que estaba escuchando como pasaba lista cuando decidió divertirse, lanzó una bolita de papel babeada hacia ella, y luego otra. Este método era sensacional por ser tan silencioso y rápido, sin que nadie lo notara y claro, sin que la víctima se quejara.
Ebi juntó sus manos y las levantó un poco mientras se negaba a mirar a Dean. Aún con la mirada en el suelo se quito la bolita tratando de restarle importancia al asunto con la esperanza de que Dean se aburriera. Pero eso sólo enfureció a Dean, así que le lanzó otras dos con una gran hostilidad dejándole en claro que no iba a parar.
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VÍCTIMA
Teen FictionEbi se miró en el espejo. Estaba inquieta por la presencia de Dean que salía lentamente de la oscuridad detrás suyo. Él le sonrió y se acercó. Fue fácil, pensaba ella. «Él escogió una víctima para su venganza, fue lo suficientemente hábil para que l...