16. Escuela Corrupta

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—Ebi no era la única, creo que fue Dean quien la golpeó también—opinó la maestra Agnes.

—No tiene derecho a ver las cámaras de seguridad—obstaculizó la directora.

—No lo hice, sólo creo que eso fue lo que vi.

—En ese caso necesito que sea "verdad" y no un "creo", necesito evidencias.

—Directora, la evidencia está ahí—señaló la maestra Agnes a regañadientes—Yo creo en lo que vi, y sé que usted también. Ebi quizá no está diciendo toda la verdad.

—¿Recuerda lo que pasó con Sara? Todo era una broma.

—Sí, pero Sara solo quería atención, Ebi no.

—¿Por qué lo cree?

—Por favor directora, ¿No ha escuchado lo que deriva en la escuela? ¿O notado un cambio radical en ella?

—Ella siempre ha tenido problemas alimenticios, lo demás es parte de su personalidad

—Si, lo de los problemas alimenticios es aparte. Pero creo que hay algo.

—Concuerdo con usted, quizá hay algo, pero no pondré a mi escuela en peligro.

La profesora Agnes frunció el ceño.

—Usted siendo directora debería de saber que esto está mal.

—Y usted como profesora debería mantener la boca cerrada. Esto puede dar mala reputación a mi escuela ¿Quiere eso?

—Creo que sería lo más correcto.

—Ebi ya hubiera presentado cosas preocupantes, lo del gimnasio fue algo, pero sólo pasó una vez.

—No debió pasar ni una, se supone que estamos inscritos a un programa anti-bullying, a la primera tenemos que reaccionar. Las cosas preocupantes están en el salón, sus compañeros de clase intentan ayudarla, pero ella no dice nada.

—Creo que la respuesta es clara, quizá Ebi tiene problemas en casa y no aquí. En la adolescencia sabe que los jovencitos están un poco perdidos. Quizá sus problemas dieron un malentendido en el gimnasio. Ebi está perdida.

—Podríamos eliminar cualquier duda. Por favor directora, antes de enviar los vídeos al encargado de las cámaras podría revisarlo usted y así sabremos si pasa algo.

—Ya bastante tenemos con la mirada de los directores. No me gustaría correr el riesgo de que la escuela tenga mala fama. No revisaré nada.

—Va por mal camino directora—dijo Agnes incrédula.—Lo va a lamentar

La directora se cruzó de brazos. El argumento fue lo bastante directo para que las amenazas salieran a flote.

—¿Por qué señorita Agnes?.

—Porque si no ayuda a Ebi, la voy a denunciar con las autoridades locales por cubrir los acosos de las instalaciones.

La directora tomó el mouse de su computadora que estaba frente a ella, y lo movió seleccionando todo los archivos que habían guardado las cámaras de seguridad. La profesora Agnes vio como todos los archivos sostenían la palomita a través del cañón que se encontraba a lado de la directora —reflejando un acto descarado— los eliminó permanentemente.

—Antes de eso, me aseguraría de tener pruebas.

VÍCTIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora