-La gente no debería de alejarse de ti por tu cuerpo-soltó Lana después de un instante silencioso.
-No-respondió Ebi con voz baja. Agacho la mirada y Lana se volvió hacia Ebi.
Lana se sintió feliz de que Ebi la estuviera escuchando, normalmente sus compañeros de la escuela no le hubieran prestado atención, pero ella le había respondido-aunque sus respuestas fueran cortas- y eso lo apreciaba. Quizá podían ser amigas.
A Lana le parecía interesante Ebi, parecía un misterio. Su cuerpo con marcas te hacía preguntar el porqué de cada una de ellas -al menos las que quedaban expuestas- incluso quería preguntar sobre la gasa en la frente, pero sabía que Ebi no le contaría.
Ella levantó la mirada y se encontró con Lana sonriendo, creyó que se reía de ella hasta que levantó su mano y la dirigió a su cabello.
-Tu cabello es más oscuro que el mío-dijo como si fuera un gran descubrimiento-Apuesto a que si pongo mi cabello en la sombra, aún se veria la diferencia.
Ebi se hizo un poco para atrás, se asustó por su agarre. Nadie le había sujetado el cabello de ese modo y menos para admirar. Al menos no en esta etapa de su vida.
-Oh, perdón-se disculpó Lana con un poco de pena-Es que tu cabello se ve bonito.
Ebi no sabia que decir, no es que se sintiera incómoda, sino que su reacción involuntaria fue en defensa propia. Sabía que si alguien le agarraba el cabello era para jalar o cortar.
-Creí que me ibas a jalar el cabello-explicó.
Lana rió.
-¿Por qué haría eso?
-No sé, siempre lo hacen-Ebi sujetó su brazo emanando consuelo para sí misma-Y no me gusta.
Lana observó a Ebi. Bajaba su mirada triste y se encogía mientras parecía recordar el porqué. Sintió lástima, así que intento animarla con una sonrisa sincera
-Yo no te haría eso, Ebi-dijo buscando su mirada entre el cabello que le cubría la cara. Ella levantó la mirada y Lana sonrió-Tu cabello es bonito.
Ebi volvió a mirar al suelo sin creer lo que decía.
-Y tus ojos, y tus labios y tu uniforme-Lana señaló con las manos cada característica en Ebi-Eres bonita.
Los ojos de Ebi se empañaron, sin embargo, esta vez los levantó y se atrevió a sostener la mirada hacia los ojos cafés de Lana.
-¿Quieres llorar?-Lana hizo un puchero-Lo siento, no soy buena haciendo amigas. No sé si dije algo malo, estoy segura de que dije halagos bonitos. Los halagos se supone que son bonitos y hacen feliz a la gente.
En realidad, Ebi estaba sintiendo aprecio por su persona gracias a ella y era una sensación tan agradable. Sabía el significado de "Bonito", no podía creerlas fácilmente, pero valoraba sus comentarios aunque los viera lejanos en una persona como ella. Ebi sonrió ante la confusión de Lana.
-¡Estás sonriendo!-exclamó Lana.
-Baja la voz-pidió Ebi mientras miraba a su alrededor asustada.
-Mi mamá tiene razón-comentó Lana con una sonrisa. Se subió al barandal y se recargó emocionada-Si eres buena con los demás, tendrás amigos reales.
-¿Somos amigas?-preguntó Ebi lentamente con sorpresa.
-¡Sí!-dijo con emoción, después dejó de sonreír y miró a Ebi-¿O es que no quieres?
Ebi comenzó a asentir lentamente y giró su cuerpo hacia ella. Sus ojos se iluminaron.
-Sí, sí. Quiero una amiga, por favor. ¿Podemos ser amigas, por favor?-Ebi juntó sus manos con ansia y miró a Lana.
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VÍCTIMA
Teen FictionEbi se miró en el espejo. Estaba inquieta por la presencia de Dean que salía lentamente de la oscuridad detrás suyo. Él le sonrió y se acercó. Fue fácil, pensaba ella. «Él escogió una víctima para su venganza, fue lo suficientemente hábil para que l...