Ebi se miró en el espejo. Estaba inquieta por la presencia de Dean que salía lentamente de la oscuridad detrás suyo. Él le sonrió y se acercó.
Fue fácil, pensaba ella. «Él escogió una víctima para su venganza, fue lo suficientemente hábil para que l...
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Todos estaban en el salón, excepto Ebi. Pero ya era normal, siempre le hacían algo para que se atrasara.
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Llegaron a lo suyo, sacaron el abrigo que había pedido la maestra Falis y cada uno lo presumió para destacar un poco.
Dean se encaminó a su asiento mientras miraba fijamente a Uniel con una sonrisa de maldad en su cara. Su amigo levantó la mano mostrando el celular de Ebi.
Constantemente tenían planes para ella, querían que su día fuese pésimo. Y este mal momento tuvo una planeación previa: Dean había creado un grupo falso en las redes sociales donde agregaron a Ebi, excusándose que la "maestra" la había invitado, puesto que no estaba en el grupo virtual de su salón.
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Ahí, la "maestra" -Dean- informaba que el proyecto bimestral que había pedido para la presentación escolar regresando de vacaciones, era "un abrigo con cierre chillón".
Algo inaceptable para una tarea con temática establecida sobre botones. Un entregable importante para presentarse ante los nuevos aspirantes y obtener un premio.
-¿Están seguros de que funcionará?-preguntó Dina, coqueta. Ella se sentó en la mesa de trabajo de los chicos. -Alison me contó lo del grupo falso.
-Cuidado, linda-dijo Dean, tranquilo. Apartó la máquina de coser que estaba conectada para evitar un accidente.
-Claro-contestó Uniel -Dean usó el número de su mamá y se aseguró de que Ebi estuviera en el grupo falso. Ella ni sospechó un poco.
-Además como estuvimos mandando mensajes suponemos que se estaba guiando por lo que decíamos. -argumentó Dean- Si eso funciona y no tiene cómo defenderse, la maestra se enojará.
Dinna puso su dedo índice sobre sus labios rojos y rió candorosa. Un intento por alabar el plan de Dean. Sin embargo, aún quedaba duda.
-Pero...¿Y si ella muestra su celular? La maestra verá que no es su número
Dean miró a Uniel. Su amigo sonriente deslizó el celular de Ebi sobre la mesa. Dina soltó una sonrisa a modo de sorpresa.
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La directora y sus discípulos recorrieron lentamente los talleres que involucraban las carreras más importantes como diseño de modas, química farmacéutica, turismo, entre otras.
La directora entró al taller de diseño imponiendo silencio desde su llegada con sus tacones resonantes. Dean vio cómo algunos compañeros que se encontraban a su lado imitaron su llegada, sintiendo adrenalina por el peligro de ser descubiertos y que los sacara del salón por hacer reír a los demás.
Los ejecutivos que acompañaban a su director, rieron por la burla del alumnado, ya eran adultos, y tenían que pensar como tal, pero no negaban que la directora era la persona más insoportable con la que habían convivido los últimos minutos de su vida. Todos comprendían la repentina burla.
-Buenos días, jovencitos -saludó la directora con elegancia -Como podrán ver nos encontramos con el director de nuestra escuela amiga "Talento". La escuela especializada en las artes cinematograficas.
El salón celebró con un grito y varios aplausos dando la bienvenida, mientras que Dean y los demás hacían una mueca confusa, recordando que la directora había dicho que todas la escuelas eran rivales y que no tenían instituciones amigas, sobre todo públicas.
-Ustedes sigan con lo suyo-dijo con gentileza el director Quintilo. Miró a la maestra Falis con una inclinación y volvió la mirada a la directora -Hábleme del perfil estudiantil, directora.
-Ellos regularmente son muy responsables, los maestros que se les asignan tienen la misión de formar personas capaces y confiables -ella se paseó con seguridad por el espacio de las mesas de trabajo de los alumnos -Saben usar los mejores equipos de trabajo para el desarrollo de la carrera y sobre todo su conocimiento. También son muy respetuosos, unidos entre ellos, y sobre todo son muy puntuales en sus clases.
-¡Keynes! -exclamó la maestra Falis que pasaba lista buscando a la alumna -¿Ebi?
Todos miraron a su alrededor, hipócritas, mientras buscaban a Ebi, ellos sabían muy bien de su ausencia y que tardaría. La paliza fue tan buena que apostaban que ella seguía en el piso, como se supone que una marginada como ella tenía que estar siempre, en el suelo.
La directora esperó que alguien la justificara, pero nadie respondió fingiendo confusión.
Todo se vino encima de Ebi: golpeada por sus compañeros, pronto regañada por la tarea, por su retraso y probablemente por la directora.
«Oh, dulce vida» deleitó Dean.
-Muy puntuales, decía... -remarcó el director Quintilo, desconfiando de las palabras de la directora.
-¿Dónde está Ebi Keynes? -preguntó la directora, molesta.
Todos se miraron intercambiando miradas malévolas, sin embargo, la escondieron muy bien, fingieron inocencia.
-No la vimos hoy en todo el día -dijo Dean llamando la atención de todos en el salón.
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Hola! 😊
Gracias por leerme, espero que la historia los entretenga. Si les gusta lo que leen por favor voten y comenten (incluyendo críticas) así me animan a seguir :D
