Pasó un gran rato, hasta que Ebi reaccionó después de forzarse a recibir ese golpe tan doloroso. La luz de la luna que entraba suavemente a su habitación iluminó su rostro cansado. Se dio la vuelta para no quedar expuesta ante ésta y se puso en posición fetal.
«¿Por qué sigo viva?» gimió mientras lloraba por haber fallado. La sangre mojó una parte de su rostro y ella se quedó quieta, no tenía intención de limpiarse aunque aquella sensación le causara asco. Su intención ahora era morir desangrada.
Ella se quedó dormida, dejando que la herida misma hiciera su trabajo, liberando la sangre de su cabeza. Todo quedó en silencio, incluso Nieve no se encontraba en la habitación para socorrer a Ebi, estaba en el patio castigado por morder a su padre en la mañana, cuando los dos pasaron de la discusión a los golpes.
Ebi se despertó al sentir una patada en su espalda -aún era de noche- al girarse sólo contempló la silueta que formaba la luz del pasillo que entraba por su puerta.
-¿Qué haces?-preguntó la voz de su padre.
-¿Qué te importa?-dijo ella para después volver a su posición.
Su padre la sujetó del cabello con la intención de levantarla.
-¡Ya dejame!-ella apartó su mano y se sentó en su cama. Gran parte de la sangre emanada se había secado y la que proseguía era mínima.
-Sé lo que estás haciendo, Ebi.
-¡¿Por qué no me sacas de ahí?!
-¡No te daré la satisfacción!
-¡Sabes que haría las cosas por mi cuenta!
-¡Pero no puedes! ¡Así que si quieres estudiar ahí te quedarás!
Ebi lo miró fijamente mientras la rabia recorría todo su cuerpo, estaba limitada, no podía hacer más.
-Te odio
Su padre lo sabía perfectamente y por el odio mutuo le correspondía de modo que ella sufriera.
-No saldrás de esa escuela.
--------------
-¿Eres estúpido?
El padre de Dean golpeó su cabeza y miró el espejo para asegurarse de que Lana no mirara la escena, estaba dormida.
-Respetame, soy tu padre
Dean apretó su mandíbula, era extraño que se llevara golpes por contestar mal pero aquella situación sacaba poco a poco su enojo.
-Eres mi padre ¿Qué? ¿Y tu perra es mi madre?
-¡Callate!
-¡Cuantas perras pasaron por ti! ¡Increíble que hayas escogido a una!
El padre de Dean se quitó el cinturón de seguridad y comenzó a golpearlo, su cabeza la empezó a empujar con fuerza hacía el cristal, por su parte, Dean respondió intentando jalar al cinturón de seguridad y atarlo a su cuello.
-¡¿Qué haces maldito psicópata?!
-¡Sueltame!
-¡Te vas a arrepentir!
-¡Sueltame ya!
-¡Deja el cinturón!-su padre sujetó la mano de Dean que estaba agarrando el cinturón, los dos comenzaron a forcejear mientras los agarres eran más bruscos, uno tras otro acompañado de diversos golpes repentinos.
-¡Estás loco estúpido!
-¡Tú me provocas!
-¡Suelta el maldito cinturón!
-¡¿Me tienes miedo?!
-¡Papá! ¡Dean!-gritó Lana mientras lloraba al ver tan espantosa escena.
Los movimientos se detuvieron por un momento, pero ambos no retiraron sus agarres. Los agarres de su padre dejaron de estar tensos ante la voz de su hija, pero Dean seguía aferrado y no se contuvo en soltar una amenaza.
-Repetiría lo de Neimenia sólo para manchar tu nombre.
ESTÁS LEYENDO
VÍCTIMA
Teen FictionEbi se miró en el espejo. Estaba inquieta por la presencia de Dean que salía lentamente de la oscuridad detrás suyo. Él le sonrió y se acercó. Fue fácil, pensaba ella. «Él escogió una víctima para su venganza, fue lo suficientemente hábil para que l...