09. Padre e Hija

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-Adam

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-Adam

-¿Qué?-respondió sin levantar la vista del celular.

Ebi dejó el tenedor sobre la mesa. Miró a Nieve cómo masticaba su pelota de hule. Nieve era un Kuvasz en etapa adulta. Su mejor y único amigo.

Apretó sus manos por debajo de la mesa y miró por un instante a su padre que sonreía de repente al celular.

-¿Puedo faltar hoy a la escuela?-él dejó de sonreír y dirigió su mirada hacía Ebi.

-¿Es por tu mano? ¿Te duele otra vez?

-No, no es eso.

-Están iniciando el año, Ebi.

-Lo sé, pero no he tenido buenos días.

-¿Cómo esperas tener buenos días si no haces nada?

-He hecho diseños...esperaba vender uno en el callejón del beso.

-¿En la boutique CoCo?

-No, no me aceptaron-dijo avergonzada. Él se levantó indicando el colmo-Pero la señora del puesto ambulante dijo que me ayudaría.

Adam se rió. Llevó su plato al fregadero y lavó el plato con mucha fuerza.

-Te dejé escoger la carrera técnica que querías y ve como te va. Deberías darte vergüenza.

-Pero nadie me da la oportunidad para...

-¿Crees merecer una oportunidad?

-No, bueno, creo...

-Entonces, ¿Porque has vuelto problema lo que te gustaba? Mejor dicho, ¿Porque te has vuelto un problema?

-Es que...me siento mal...

-No seas estúpida, Ebi.

Ebi se levantó repentinamente. Se limitó a defenderse y se dirigió a las escaleras.

-En unas semanas voy a tener un viaje de negocios. Me iré 4 meses a Inglaterra-dijo él a su espalda-Pero tranquila, le pedí a la escuela que se encarguen de vigilarte y me dirán si ocurre algo.

Ebi sólo subió el primer escalón. Se giró bruscamente con la respiración agitada y agarró el barandal con fuerza como si su vida dependiera de ello.

-¿Sabes por qué quiero faltar, Adam?- preguntó Ebi con un nudo en la garganta-¿Sabes por qué te pido que me cambies de escuela?

-Porque eres débil e irresponsable.

-Por mis compañeros de clase, yo...

-¡Ay! ¡Ya callate, Ebi!-exclamó harto de la misma historia.

-Te estoy hablando de verdad.

-"Es que Dean hace esto" "Es que Dean me golpea" "Por Dean me bajaron puntos"-imitó sus lloriqueos y manos temblorosas.

-¡¿Por qué no me crees?!

-¡Aunque ese sea el caso no tienes que demostrar debilidad! ¡Por favor, Ebi! ¡No estás en un manicomio, estás en una escuela!

-¡Es lo mismo! ¡Todos los putos días estoy en un manicomio!

Adam reaccionó a la palabra altisonante. Se acercó rápidamente a Ebi, casi igual que como lo hacía Dean, y de igual forma levantó su mano para abofetearla. Nieve se alertó del movimiento hacia su dueña, así que se puso entre ambos y le ladró a Adam. Ebi bajó la mirada, y Adam la mano.

-¿Tanta atención necesitas, Ebi? Siento pena por ti. Me molesta que seas tan débil.

«Es más que molestar, era más que acoso escolar. Ellos me están matando. ¿Cómo decírselo sin sonar exagerada?» Se preguntó Ebi, ante las palabras dolorosas de Adam.

-¿No te has preguntado porque mis calificaciones han bajado?- Intentó argumentar. Tratando de que entendiera cuánto le afectaba.

-Ya no, sólo acepte que no puedes dar a más.

-Tengo un problema-confesó con voz quebrada.

-Problema o no, no me importa, deja de hacerte la víctima, así como dejar de refugiarte en tus traumas, poner de pretexto el que eres adoptada o problemas estúpidos. Muévete, sirve de algo.

Finalmente Ebi no pudo, agachó la cabeza y dejó caer sus lágrimas. Estas cayeron sobre el blanco pelaje de Nieve, después levantó lentamente la mirada hacia él. Esta vez, en lugar de insistir, decidió atacar con dolor.

-Ya veo porque su hija se suicidó.

Él cambió su expresión endurecida por un momento, demostrando su debilidad. Sin embargo, el silencio no se apoderó de él como la mayoría de veces.

-Y yo el porque tus padres te abandonaron. No sabes como me arrepiento de haberte escogido.

VÍCTIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora