En cuanto vi a Eddie bajar del escenario corrí para abrazarlo, fue una presentación tan poderosa que en todo momento la piel se me erizaba y esa emoción seguía recorriendo mi cuerpo —ESO. FUE. ASOMBROSO— decía mientras me colgaba de su cuello, él me atrapo por la cintura sorprendido —, ¡toda la banda fue tan genial!
—¿He conseguido a mi fan #1?— me separo un poco de él para mirarme a los ojos.
—Creo que ese lugar ya está ocupado— señale con la cabeza a dos groupies que miraban en nuestra dirección.
—Nah, te doy el puesto a ti— una pequeña risa salía de sus labios —. Estoy muy feliz de que hayas decidido venir, no pensaba que este fuera, ya sabes, tu ambiente.
—¿Y cuál se supone que es mi ambiente?— le retaba.
—Un lugar color rosa, lleno de dulces y peluches tiernos— no pude evitar reírme ante tal comentario.
Alguien toco mi hombro y al girarme vi a Jake parado —¿Ya podemos irnos?— decía impaciente por salir del lugar.
—Ve tú a casa— respondí en seco —, ven Eddie, te invitaré un trago— le jalaba de la mano para ir a un lugar donde nos pudiéramos sentar. Vi como Jake salía del local así que solo estábamos él y yo —. Pide lo que quieras, yo invito.
—Ohhh así que alguien quiere emborracharme.
—No seas tonto— dije entre risas —Es por lo de la otra vez, te la seguía debiendo.
—Una cerveza está bien.
—Entonces que sean dos— pedía al hombre que atendía la barra.
—La princesa se va a arriesgar, ¿no le vendría mejor una mimosa?
—Tienes un concepto muy raro de mí, ¿sabes?— cuando nos traían nuestras cervezas le pase la suya.
Tomó un pequeño trago antes de volverme a ver —Pues te juntas con Jason y toda esa bola de imbéciles, lo siento, sé que son amigos tuyos.
—Jason no es tan mal chico— lo decía de verdad, tenía un carácter algo fuerte, pero eso lo distinguía en ser un buen líder del equipo de baloncesto, hay que añadir también la manera en la que trataba a Chrissy, ambos eran una pareja magnífica. Pasamos unas cuantas rondas más de tragos hasta que me empece a marear un poco, vi que eran la 1 a.m. —. Me lleva...mi madre va a matarme.
—Puedo llevarte a tu casa si gustas— se ofreció dándole un último sorbo a su botella.
—Nunca dejas de hacerme favores— tome mis cosas y pague la cuenta, al salir la luna iluminaba un poco de la calle y otro poco de iluminación lo daban las farolas —. Que noche tan preciosa...— me quede hipnotizada por la luna, tenía un mayor tamaño que el normal. Eddie se paro a mi lado para observar también, podría haberme pasado la eternidad viendo la luna junto con él.
Abría la camioneta del lado del copiloto para que yo pudiera entrar y él se subió en el asiento del conductor; íbamos hablando de cosas triviales como los profesores que nos habían tocado en las diversas asignaturas y de vez en cuando le daba direcciones para llegar a mi casa.
Entramos a la calle donde vivía indicándole a Eddie donde parar, cuando aparco frente a mi casa solo dijo "espera", bajo del vehículo y volvió a abrir mi puerta —Gracias, que caballeroso— tenía un toque de sarcasmo en mi voz a lo que él chasqueó la lengua —Hablando en serio, gracias por todo, Eddie.
—No tienes que agradecerme, ya te lo he dicho.
Nos quedamos mirándonos el uno al otro en un agradable silencio que decidí romper cuando le di un beso en los labios, sin saber que me hizo hacerlo, quizá el efecto del alcohol o este solo me dio el coraje para realizar aquello. Pensé que me rechazaría y se mostró sorprendido al principio, sin embargo a los segundos se relajó y me agarro por la cintura.
No sé cuanto tiempo duramos así, no sé si fue la divinidad pero un poco de mi raciocinio volvió a mí, me separe de golpe —¡Lo-lo siento tanto!
—Ey, ey, no tienes que disculparte— intentaba tomar mi rostro entre sus manos pero lo aleje.
—Ten buena noche, Eddie— corrí lo más rápido que pude hasta entrar a mi hogar, escuche como prendía el motor de su camioneta y se iba. La noche para mí aún no terminaba, apenas di unos pasos y me encontré con mi madre y su cara de furia total; papá trato de apaciguarla pero fue casi imposible, solo me salve de una regañiza más larga porque era miércoles y había escuela así que simplemente me enviaron a dormir. Me metí entre las sábanas y tome un peluche de pingüino el cual apretuje contra mi pecho; estaba TAN CONFUNDIDA, no quería una relación, no obstante voy y le planto un beso a Eddie Munson. Lo mejor será pedirle que lo olvide, usar la excusa de estar borracha y hacer como que esto no paso, sí, eso será lo mejor.
Mis ojos se cerraron poco a poco hasta entrar en una completa oscuridad, me había dormido y, a decir verdad, fue la noche en la que mejor dormí en mucho tiempo.
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Capítulo un poco más cortito pero lleno de emociones ;D Si alguien llega a leer esto, sepa que lo tqm <3
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𝑯𝒖𝒏𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝑭𝒓𝒆𝒂𝒌 || Eddie Munson y tú (+18)
Fanfiction______Hughes ha venido desde Nueva York con su familia para instalarse en el tranquilo pueblo de Hawkins; sin muchas ganas dejo a todos sus amigos y comodidades de la gran ciudad para cursar su último año de preparatoria. Tendrá que descubrir por el...