𝑯𝒖𝒏𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝑭𝒓𝒆𝒂𝒌 || Eddie Munson y tú (+18)

𝟓𝟒. Huye

Enzo se había escondido detrás de una maceta, no sin antes darme una pequeña advertencia "Lo mataré de ser necesario", fue lo que me dijo. Me pare firmemente frente a la entrada, si Eddie seguia ahí podía sacarlo de esto. Él dio una última patada a la puerta, tirándola y destrozando las sillas y la mesa; era verdaderamente aterrador con esas alas gigantes —Eddie...¿qué te hicieron?— daba un paso adelante recibiendo un gruñido como respuesta —. Quiero creer que sigues ahí— Enzo se acercaba sigilosamente —, creer que el chico del que me enamore sigue conmigo, debes recordar todas las promesas que nos hicimos mutuamente...— mis manos temblorosas intentaban tocar su rostro, sin embargo, daba un zarpazo lastimando el brazo que ya estaba herido por la caída de hace rato.

Enzo estaba a punto de sacar su arma, más le pedí que esperara. Volví a intentar tocarlo, la sangre goteaba de mi brazo y caía al suelo, el dolor no me detenía, necesitaba llegar a él —Mi amo...— pronunciaba palabra por primera vez, su voz era apagada y ronca —Debo...obedecerle...debo...matarlos a todos...

—No Eddie, no debes obedecer a ese monstruo— por fin podía tocar sus mejillas, estaba helado. Sus ojos se relajaron, era el momento, mire a Enzo de reojo asintiendo con la cabeza. Él saltó sobre Eddie que intento sacárselo de encima, pero el ruso pudo colocar los auriculares —, tus amigos te necesitan, Dustin te necesitas, ¿lo recuerdas? El Hellfire club no puede seguir sin ti, YO te necesito.

Ponía las manos en la cabeza, parece ser que su cerebro intentaba sacar todas las memorias, no obstante, lo que sea que le hayan hecho impedía que sucediera —¡No!— grito —¡Ustedes...son un estorbo para mi señor!

—Aceptalo ______, no puedes salvarlo— su negatividad no ayudaba en nada.

—¿______?— repitió mi nombre.

—¡Sí, soy yo Eddie!— ¿lo estaba consiguiendo? ¿Acaso estaba revirtiendo la maldición que le puso Alison? —¡Sabía que seguías ahí, no sabes cuanto te extra-!— se abalanzaba sobre mí, no de forma cariñosa, iba directo a matarme. Cerré mis ojos esperando el golpe y cuando los volví a abrir Enzo lo retenía con la lanza.

—¡Te lo dije!— señalo, era obvio que le superaba en fuerza. La vara de la lanza se rompió y Enzo recibía un zarpazo en el pecho aparte de terminar siendo lanzado hasta el otro extremo de la habitación —¡Corre niña, busca a los demás!

Pude escabullirme entre las piernas de Eddie y corrí en dirección a mi amigo, estaba muy malherido, de su pecho completamente desgarrado brotaba muchísima sangre —No te dejaré aquí...

—Olvidate de mí...— apretaba su pecho soltando un quejido, incluso hablar le dolía.

—Tu hijo te está esperando en su hogar. Debemos vencer a Vecna para que vayas a Rusia como un héroe.

—Le deje en buenas manos, por eso debes dejarme y ayudar a los otros, para que siga siendo así, debes evitar que el mundo de ese imbécil se expanda y nos devore a todos, ¿entendiste?— asentí con pesadez —. Eres una buena chica con mucho por delante...— tosía sangre, estaba muriendo en mis manos. La presencia de Eddie se acercaba a gran velocidad —. ¡Vete y vive, ______ Hughes y no mires atrás!— me entregaba su arma dándome la orden de irme inmediatamente, quise hacerle caso y no voltear mi cabeza, pero me fue imposible; cuando mire atrás Enzo estaba parado, una proeza para alguien con heridas tan mortales.

Enzo gritaba abalanzándose, lograba dar puñaladas en el abdomen de Eddie, pero este no paraba de caminar, le dolía, podía notarlo, pero su fuerza sobrehumana le ayudaba a resistir. Tuve que dar un giro a la izquierda perdiendo de vista a Enzo, ya no supe más de él, ya no sabría más de él. Recostaba mi cuerpo en la pared, dejando una línea roja por donde caminaba, nada discreta, pero mi brazo estaba roto —Mi cabeza da vueltas...— y las lámparas parpadeantes del corredor no ayudaban en nada, yo tampoco duraría mucho con toda la sangre que perdí. Las lámparas se apagaron por un lapso más prolongado, tal vez unos cinco segundos y cuando la luz volvió Chrissy aparecía frente a mí; no era la misma Chrissy que conocía, sus ojos estaban vendados con un pañuelo blanco cubierto de sangre, sus brazos se encontraban completamente magullados y su boca no cerraba, creo que su mandíbula estaba dislocada.

—Chrissy, pensé que tú...oh Dios mío, ¿qué te han hecho?— era imperdonable que usaran a las personas que más quiero para hacerme sufrir.

—¡Tu culpa!— grito.

—¡Creeme que lo siento mucho, yo debí pasar más tiempo contigo y estar al pendiente de tu progreso y tus recaídas!— miraba atrás, una sombra que se hacía creciente advertía la llegada de Eddie en cualquier momento —¡No puedo imaginar cuanto miedo pasaste en tus últimos momentos!— en estas horas supe que era imposible razonar con las cosas que viven aquí.

—¡Me dejaste morir!— me culpaba completamente, pero espera, su boca no se movía y su voz se escuchaba más cercana, ¿todo lo escuchaba en mi cabeza?

—Esto me dolerá más a mí que a ti...— apunte a su cabeza y con gran pesar apreté el gatillo —. ¿Pero qué mierda...?— la cabeza de Chrissy se esfumó como neblina, ¡COMO NEBLINA! Nada de entrañas de su cerebro por el suelo, ¿era esto una ilusión? El tiempo se me acaba, tenía que probar la teoría ahora o nunca.

Camine hacía ella a paso veloz, alzo sus brazos para atacarme, pero solo me atravesaban como si fuera un holograma. Claro, este lugar saca cosas de tu cabeza y las pone en la vida real. No prestaba atención al camino y de repente caía en una absoluta oscuridad, llegaba a una gran habitación que parecía no tener fin y se encontraba vacía; no sabía si media unos cuantos metros o kilómetros, todo en este sitio era confuso.

—Aquí se ve seguro— la entrada parecía inexistente, sin embargo, Eddie se manifestó, no supe por donde había llegado —. ¡Si tanto me quieres muerta, ven y pelea conmigo hija de puta!— gritaba a la nada, sabiendo que Alison escucharía mi pequeño mensaje. Aquí no había escapatoria, estaba a su merced para morir. Las puñaladas hechas por Enzo apenas y eran meros rasguños, su tiempo de cicatrización era impresionante —Escucha Eddie— le apuntaba, solo quedaba una bala, no podía fallar —, te están controlando, este no eres tú, tú eres una buena persona que tomo decisiones malas en su vida, pero esas decisiones no deben afectar en este instante— ¿por qué seguía tratando de razonar con él? Solo disparale, por Enzo. Jale el gatillo, sin embargo, este se trababa.

—Oh no, no, no, no, ¡NO PUEDES HACERME ESTO, MALDITA ARMA INÚTIL!— pegaba la pistola contra la palma de mi mano repetidas veces, como si fuera el control remoto al que se le acaban las baterías —¡POR ESO ODIO ESTAS COSAS!

—¡Ríndete..._____...hay que terminar con esto!...Ríndete, por favor...— ese "por favor" sonaba muy suave, sonaba al Eddie de antes. Me distraje un momento y cuando volvía a la realidad unas enormes garras me tiraban al suelo, él se tiró sobre mí para cumplir su misión de quitarme la vida.

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Estamos en la recta final de "Hunting the Freak". Ha sido una gran travesía, pero no saben cuanto he disfrutado escribir cada cap <3