𝟒𝟐. La mayor prueba de amor

3K 239 22
                                    

—Esto es tan estúpido, es DEMASIADO estúpido— Buckley y Wheeler se habían lanzado al rescate de Steve y no podía creer que las estuviera siguiendo; el agua estaba helada, sin embargo, al fondo una luz roja iluminaba gran parte del fondo del lago. Tanto Wheeler como Buckley traspasaban el portal "No queda de otra, Munson", pensaba mientras traspasaba ese portal. Fue una experiencia extraña pues de repente estaba en tierra firme, el lago había desaparecido por completo.

—¡Steve!— escuchaba el grito de Nancy, unos cuantos animales parecidos a murciélagos atacaban a Harrington. Tomaba un trozo del remo, ¿cómo esta cosa apareció en el otro lado? En fin, Nancy se me adelantaba quitándole de encima a Harrington esos pequeños animales que le mordían el torso, junto a Robin intentaban matar al que lo ahorcaba. Creo que llamamos la atención de esos bichos pues otros tres se acercaban rápidamente.

—¡Carajo!— me defendía a como podía con el trozo de madera, eran veloces y muy escurridizos; llegaron a morder a Wheeler, sin embargo, Buckley pudo ayudarle —Por dios...¡¿Qué carajos fue eso?! Quiero irme a casa...— repetí esto unas cuantas veces dando vueltas en el mismo lugar.

—¿Saben si estos murciélagos tienen rabia?— Robin miraba a uno de los murciélagos que yacía en el suelo —Es que la rabia es mi miedo número uno y creo que deberíamos llevarte con un médico muy pronto.

—Que considerada Buckley, se te olvida un pequeño detalle...¡ESTAMOS ATRAPADOS EN ESTE MALDITO LUGAR!— levantaba la voz lo más que podía —No saben cómo desearía-

—Ir a casa, ¡ya te escuchamos!— interrumpía Steve. Un pequeño grupo de 6 murciélagos se paró justo encima del portal —Bueno, no son tantos, podemos con ellos— hablaste demasiado pronto Harrington, otro grupo mucho más grande venía en camino y preparados para comer nuestras entrañas.

—¡El bosque, vengan!— ordenaba Nancy y yo la seguía sin dudarlo, ella era la cerebrito en este grupo.

[...]
—Entonces, ¿qué hacían ustedes en el lago?— nos preguntaba el oficial Powell entregándome una bolsa de hielo, después de que salimos corriendo y que mi adrenalina bajo, el dolor en el tobillo había regresado.

—Fuimos a dar un paseo— indicó mi hermano, mintiendo de la manera más vergonzosa posible.

—¿Caminar? ¿A las 9 de la noche?— Callahan parecía harto de nosotros.

—El viento es fresco— mantenía la mentira de Jake lo mejor que podía.

—Queríamos...nadar un rato— Oh Henderson, esta mentira ya se estaba hundiendo, ahora acabas de enterrarla en el maldito fondo del lago —. No nos dimos cuenta de lo que pasó hasta que llegamos.

—Por eso no nadamos— añadía Lucas. Mientras los demás se revolvían, mi madre me llamaba apartándome de todos.

—Uhmmm tengo esto, para ti— me entregaba un sobre, cuando lo abrí vi las fotos que tenía con Eddie completamente restauradas, las había pegado con cinta adhesiva.

—¿Pero cómo...?— no podía creer que mi madre hubiera hecho esto, esta a punto de abrazarla cuando me paro en seco.

—Hay una condición— asentía, haría la limpieza de la casa un año entero si me lo pedía —, estoy segura de que todo este tiempo estuviste con Munson, mi condición es que no lo vuelvas a ver nunca más— la sonrisa en mi rostro desaparecía —, digo, lo atraparan y lo encarcelaran, no lo volverás a ver de todos modos; además le dirás a la policía todo lo que sepas de su paradero.

—¿Cómo puedes decir algo así?— la sangre me hervía de la rabia, nunca le había levantado la mano a mi madre, pero tuve que contenerme mucho para no hacerlo.

𝑯𝒖𝒏𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝑭𝒓𝒆𝒂𝒌 || Eddie Munson y tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora