𝟑𝟒. Reencuentro

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Cuando llegué a casa todo está muy silencioso, subía por las escaleras; la puerta de Jake estaba abierta, vi como mi madre le curaba unas heridas —¡¿Qué ha pasado?!

Mi madre se levantaba para abrazarme —¡Gracias a Dios que estás aquí! Un chico rubio llegó y entró para buscar a ese chico Munson, casi destruye tu habitación completa y cuando vio a tu hermano lo golpeó queriendo información, tu padre fue a la policía— es verdad, la puerta de mi habitación también estaba entre abierta, di un vistazo; la cama estaba volteada y las fotos que tenía con Eddie yacían destrozadas en el suelo, no quedaba ninguna, regresaba con Jake para tomarle del brazo —Vámonos, aquí no estarás seguro.

—¡¿A dónde van?! ¡Ustedes se quedarán aquí donde pueda protegerlos!— por primera vez entendía que mi madre estuviera molesta y desesperada, no obstante, era una situación de vida o muerte. Los tres bajábamos con prisa por las escaleras, cómo mi padre se había llevado su auto solo me quedaba tomar el de ella.

—Usaré tu auto— sin dudar agarraba las llaves, antes de salir por la puerta le escuchaba gritarnos.

—¿Puedes decirme que mierda pasa?— Jake parecía cansado de seguirme —, dicen que Eddie mato a Chrissy Cunningham.

—¡Esas son tonterías y lo sabes!— daba un suspiro —Henderson me dijo cosas muy...locas acerca de otro mundo parecido a este, criaturas extrañas y así— mi hermano paraba en seco —, espera...¿ya sabías sobre eso?

—Mike y Dustin intentaron explicarme cuando sus amigos, Will y Ce, vinieron en las navidades, sin embargo, no les creí— este pueblo es espeluznante —, ¿tú les crees?

—Es eso o pensar que Eddie realmente mato a alguien— encendía el coche, tenía un amigo que vivía cerca de Holland; iba tan rápido que, si la policía no estuviera tan entretenida con un asesinato, seguramente ya estaría con una multa por exceso de velocidad; de verdad era un lugar alejado de todo pues la noche nos alcanzó —2121...2121...— iba repitiendo en voz baja para ubicar la casa, pude localizar el auto de Steve. No llevábamos ninguna linterna así que el camino lo seguíamos al tanteo, una especie de discusión nos guiaba hasta el almacén.

—¡Eddie, soy tu amigo! Soy Dustin— le escuché decir a Henderson —¡Él es Steve, no quiere hacerte daño!

Por correr casi tropezaba con una rama, eso no me detuvo para llegar al almacén —¡Eddie!— le llamaba mientras abría la puerta; ahí estaba él, con una botella rota en la garganta de Harrington. Me miraba, pero no parecía feliz, más bien se le veía desconcertado.

Tiraba la botella al suelo, yo intenté acercarme, pero él retrocedía —¿Qué haces aquí? Te dije que no me buscarás— creo que intentaba parecer frío y distante conmigo.

—Me debes muchas explicaciones, una de ellas es decirme ¿por qué apareció Chrissy Cunningham muerta en tu casa?— me estaba alterando, Robin se interpuso en mi camino con su brazo para que no fuera a hacer una estupidez.

—Eddie, estamos de tu lado, ¡te lo juro por mi madre!— Dustin de verdad quería calmar toda la situación —Solo queremos hablar— se arrodillaba usando un tono suave.

—Queremos saber qué pasó— Robin hacía lo mismo.

—No van a creerme...— me sentaba a su lado, cuando intenté tomarle la mano él la alejó como un reflejo para protegerse, volvía a intentarlo, esta vez con éxito, se le veía realmente mal.

—Inténtalo— la pelirroja lo alentaba a que hablara.

Empezó a relatar los sucesos del día anterior, de cómo Chrissy le había pedido algún tipo de droga más fuerte y él la invitó a su casa para dársela, de verdad quería darle una bofetada en ese momento, ¿cómo se le pudo ocurrir venderle drogas a una de mis mejores amigas? Sé que él puede venderle a quien quisiese, no obstante, escucharlo era cómo sentir un pinchazo en el corazón —...de repente su cuerpo se elevó en el aire y se quedó ahí, después...— recordar lo que había pasado parecía dolerle pues tuvo que pausar y apretar mi mano —todos sus huesos comenzaron a romperse en partes y sus ojos, en serio, fue como si hubiera algo en su cabeza jalándolos, no supe que hacer así que...salí corriendo— todos hacíamos un silencio —, creen que estoy loco, ¿no?

—No, no creemos que estés loco— respondió Henderson.

—¡No me digas mentiras, sé cómo suena!— me miraba directamente buscando una respuesta de mi parte.

—Yo...te creo Eddie— las historias de Dustin y Max cobraban más sentido —, Hawkins está realmente maldito.

—Al parecer hay otro mundo— intervino Jake —, un mundo oscuro debajo de Hawkins.

—A veces se filtra al nuestro— mencionaba el joven de gorra.

—¿Cómo fantasmas y así?— Eddie parecía tan desorientado como yo la primera vez que lo escuché —¿Crees en esto, ______?

—Decidí creer en ellos, por eso debíamos encontrarte, para saber que es lo qué pasó la noche de ayer— Eddie seguía describiendo cómo intento despertarla pero no pudo.

—¿Era cómo si estuviera bajo un hechizo?— mi hermano parecía entender muy bien la situación junto a Henderson.

—La maldición de Vecna— Dustin sacaba de ejemplo algo de su juego en DnD.

—¿Quién es Vecna?— preguntaba Steve.

—Es un muerto viviente que tiene un poder impresionante— le contestaba Jake.

Procesaba toda esta información, era un escenario complicado —Lo siento ______, no quería venderle a Chrissy, pero ella insistió tanto y yo estaba ahorrando dinero para- — lo callaba dándole un beso en los labios, realmente sentía cómo si no lo hubiera visto en décadas. Comenzaba a llorar, él limpiaba mis lágrimas, pero ninguno nos separamos.

—Ejem— Robin hacía cómo si se aclarara la garganta —, muy lindo reencuentro y todo, sin embargo, debemos planear que hacer ahora— el estómago de Eddie empezó a rugir.

—No he comido en horas— recargaba su cuerpo en la pared.

—Ya es muy tarde para ir al supermercado y nuestras casas están muy lejos como para ir y regresar, ¿crees que puedas esperar hasta mañana?— consulto Max.

Se lo pensaba un poco —Sí, creo que aún queda un poco de sopa que le robe a Rick...

—¡Perfecto! Regresaremos mañana por la mañana con más comida— indicaba Robin, la mayoría se despidió de Eddie, sin embargo yo quise quedarme un poco más.

—Me cegó el hecho de conseguir más dinero...— enunció de la nada —, más dinero para empezar una vida junto a ti, me termino dando igual que le estuviera vendiendo a Chrissy...

—Hey, lo único que queda por hacer es sacarte de esta mierda— tomaba su rostro entre mis manos —, eres inocente, eso debes tenerlo muy en cuenta— volvía a besarle antes de despedirme de él, separarme otra vez sería una tortura, el no saber si estaría bien durante la noche me preocupaba.

Llegábamos a casa donde nuestros padres nos esperaban furiosos, nos mandaron a nuestras habitaciones mientras nos decían que no podríamos salir de casa hasta nuevo aviso. Colocaba una pequeña colchoneta junto a la cama de Jake —¿Qué haces?— cuestionaba mientras arreglaba todo para dormir.

—Me da miedo que Jason vuelva a atacarte, si se le ocurre entrar por la noche lo recibiré con esto— de mi espalda sacaba un cuchillo que había tomado de la cocina.

—Puedo defenderme solo— veía a propósito todas las heridas que tenía en el rostro —, bien, duerme aquí si gustas— aunque lo dijo con tono de hartazgo, sabía bien que agradecía el hecho de estarlo protegiendo. No volví a pegar el ojo en toda la noche, cualquier ruido en el exterior me alertaba, podía ser Jason o ese tal "Vecna", no importaba, cualquiera de los dos tendría que pasar sobre mí antes de hacerle daño a mi querido hermano.


𝑯𝒖𝒏𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝑭𝒓𝒆𝒂𝒌 || Eddie Munson y tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora