𝟑𝟐. La calma antes de la tormenta

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La mayoría de estudiantes se sentían relajados, era el último día de clases antes de las vacaciones de primavera, había que sumarle el partido de esta tarde.

—Entonces, ¿no vendrás a verme?— me encontraba con Eddie justo después del almuerzo, no se le veía nada feliz.

—El niño Sinclair va a faltar por la misma razón y Wheeler se va mañana a California, es una campaña muy importante que llevo planeando por meses y que concluye hoy— resoplaba visiblemente frustrado —, les pedí a Henderson, a Wheeler y a tu hermano que encontraran un reemplazo, les dije que podrían, no obstante, el Hellfire Club no es muy popular.

—Ya encontrarán a alguien, no debes preocuparte mucho— debimos separarnos para la siguiente clase y, cómo había comentado Eddie, los tres chicos estaban tan desesperados por encontrar a alguien que hasta me lo pidieron a mí —. Lo siento, tengo el partido...

—¡Anda ______!— suplicaba Dustin —Podrás ver feliz a Eddie.

—Eddie sería más feliz si encuentran a alguien que entienda el juego, me dijo que es uno muy importante— sacaba cosas de mi casillero para cambiarme, habría un pequeño ensayo antes del partido —, de verdad lo siento chicos.

Les dejaba solos, rezaré por sus almas para cuando Eddie los vea sin un nuevo jugador. Llegando a los vestuarios Chrissy me saludaba —Será un buen juego el de hoy— comentaba mientras se quitaba la camisa, dándome la espalda pude ver marcados todos sus huesos.

—Chrissy...¿has recaído?

—¿Qué? ¡Claro que no!— intentaba reír de mi comentario, sin embargo, se le notaba nerviosa, era obvio que mentía —Es...no es...

—Dime la verdad, quiero ayudarte— la tomaba de las manos —, podemos buscar a alguien mejor que la consejera escolar.

—¡Tonterías! No debes tomarte tantas molestias por algo insignificante— se alejaba un poco y empezaba a vestirse mucho más rápido —, te veo en la cancha.

Genial, ni siquiera el último día de clases dejan de aparecer las situaciones más estresantes; veía a Chrissy tan sonriente cómo siempre y las personas a su alrededor también lo estaban, de verdad desconocían lo que pasaba. Hoy el ensayo fue especialmente pesado para mí, sentía que algo no saldría bien, no sabía el que, pero en mi corazón presentía un gran desastre acercándose.

—Bien chicas— nos llamaba la señora Wooger, ella nos supervisaba de vez en cuando —, el ensayo ha salido casi perfecto, solo necesito que ______ se concentre más.

—Sí señora, daré lo mejor— intente concentrarme lo mejor que pude, llegando las 4 p.m. la señora Wooger nos ordenó cambiarnos al uniforme de porristas, la gente no tardaría en llegar para el partido.

Veía a Steve llegar con una chica diferente y a Robin en la banda, hablaba con una chica pelirroja que jamás había visto. Antes de empezar el partido Jason daba un pequeño discurso dónde incluso declaraba otra vez su amor por Chrissy, ojalá ese amor pudiera ayudarle en lo que estaba pasando. El partido se desarrollaba en una completa tensión, íbamos perdiendo por casi nada, pero el tiempo se agotaba.

—¡Sinclair, entra a la cancha!— escuché cómo le llamaban a Lucas, creo que por primera vez le daban la oportunidad de estar en un partido. Parecía que nada podría salvar esto, no obstante, Lucas hacía un lanzamiento que nos hizo ganar el partido pocos segundo antes de finalizar. La mayoría fue a abrazarlo, cargarlo y darle el trofeo del campeonato.

—¡Todos están invitados a la fiesta de esta noche!— Jason era el más feliz, besaba a Chrissy y ella intentaba demostrar la misma emoción.

—Vamos ______, hay que prepararnos un poco para la fiesta— una de mis compañeras jalaba de mi brazo.

—Estoy muy cansada, iré a casa— lo que realmente quería era ver a Eddie, sabía que si se enteraba de la hazaña de Sinclair sería feliz, aun si finge no importarle o estar enojado con él. Fuera del gimnasio veía a todo el grupo salir de su sala de club, corría hacia ellos —¡Tengo buenas noticias!

—Yo igual— Eddie me sostenía por la cintura —Resulta que la hermana de Sinclair es buena para DnD.

—Ricitos de oro lo dudaba— una niña, que había visto algunas veces, respondía a lo que dijo Eddie, esa debía ser la hermana de Lucas Sinclair, creo que se llamaba Erica.

—Oh, eso es genial— replicaba.

—¿Qué es lo que debías decirme?— tal vez no sería buena idea decirlo en este momento, de cualquier manera se enteraría más tarde.

—Nada, es algo sin importancia— la mayoría pasaban a retirarse hasta quedar él y yo solos; alzaba la cabeza para ver el cielo, estaba despejado —. La luna así me recuerda a ese concierto...

—Donde te pusiste borracha y me besaste— le empujaba fingiendo indignación, ambos reíamos —, pero ahora no necesitas estar ebria para hacerlo— tomaba mi cara entre sus manos y, antes de besarme, su reloj emitió un sonido.

—¿Por qué una alarma?

—Perdón princesa, tengo un asunto importante— daba un beso en mi frente —, nos vemos mañana— se iba corriendo; mi hermano y yo regresábamos a casa dónde mamá había hecho un estofado especial para celebrar el inicio de vacaciones.

—¿Qué piensan hacer estas vacaciones, niños?— preguntaba mi padre.

—Quiero subir de nivel en DnD— contestaba Jake, a mamá no pareció agradarle la idea.

—Mañana es el límite para que llegue la carta de Princeton, de ahí quiero pasar el mayor tiempo que pueda con Eddie— esto le desagrado todavía más, tanto mi hermano cómo yo decidimos ignorarla, no nos arruinaría las vacaciones.

Con mi pijama puesta lavaba mis dientes, escuchaba el teléfono de casa sonar sin cesar, una y otra vez por un largo rato —¡______, es para ti!— indicó mi padre —Es Eddie Munson— ¿Eddie? ¿Qué querrá tan tarde?

Bajaba las escaleras confundida, tomaba el teléfono y lo posicionaba en mi oreja —¿Eddie?

—¡Gracias al cielo que contestaste! Escúchame, no tengo mucho tiempo, he encontrado un teléfono público...ha pasado algo muy, MUY jodido— jadeaba y hablaba tan rápido que sus palabras tropezaban unas con otras.

—Habla más despacio, ¿qué ha pasado? ¿Estás bien?

—No...no estoy bien, no puedo contarte mucho, pero seguramente lo descubrirás por la mañana, de la peor manera posible.

—Dime dónde estás, iré a buscarte— buscaba en el tazón junto al teléfono las llaves del auto.

—¡Ni se te ocurra!— tal vez noto mi temor porque suavizaba su tono —Lo que quiero es que, si va la policía a tu casa-

—¡¿La policía?!— interrumpía, el desconocer la situación no ayudaba en nada.

—Sí, si aparecen por tu casa di la verdad, tú no has hecho nada, no trates de defenderme— escuchaba un suspiro de su parte —. Yo desapareceré y quien sabe cuando regrese, lo más importante, NO ME BUSQUES, ¿okay?...Te amo.

—¡Espera Eddie!— escuchaba cómo colgaba —¡¿EDDIE?! Maldita sea...— ¿Qué había pasado en este lapso de unas horas? ¿Estaría bromeando? Se le notaba muy serio para que fuese así.

—¡A dormir jovencita!— mi madre me acarreaba por las escaleras hasta mi habitación. De verdad esperaba a que todo fuera una mala broma de su parte.

—¿Qué hago?...— mis opciones eran tomar el auto, sin embargo, no sabía dónde estaba, sería una búsqueda a ciegas. Intentaba dormir, podría aclarar el asunto mañana, dudo que Eddie haya hecho algo malo, él no es así.

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Oficialmente hemos comenzado con los acontecimientos de Stranger Things 4

𝑯𝒖𝒏𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝑭𝒓𝒆𝒂𝒌 || Eddie Munson y tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora