𝟒𝟒. Manchas extrañas

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—Aquí murió Chrissy— la maldita teoría de Henderson era real, un portal estaba en el techo de mi remolque, justo donde Chrissy se golpeó cuando elevó su cuerpo —, es exactamente el mismo lugar donde sucedió— algo intentaba traspasarlo ejerciendo presión —. ¿Qué carajos es eso?— no se podía distinguir muy bien por la opacidad de la membrana, misma que fue rota por lo que parecía un palo.

Steve se acercaba a paso lento para observar por el portal, los demás seguimos detrás de él —No es cierto...— del otro lado estaba mi casa, la del mundo normal. Veía a ______ y los otros que nos saludaban alegremente; reíamos de los nervios y de alivio por haber encontrado una maldita salida.

—¿Cómo podemos salir de aquí? No quiero estar un segundo más en este lugar— hablaba Buckley y no podía estar más de acuerdo. Nos pidieron esperar, solo les miramos atando sábanas y trayendo el colchón de mi habitación —. Asqueroso...

—Esas manchas son...— no tenía ninguna excusa que ofrecer —, no sé dé que son.

—¡Oye ______, Munson pensaba tanto en ti que daba gritos de felicidad!— gracias por el comentario más innecesario, Buckley.

—¡Robin!— Wheeler le daba un golpe en el brazo para callarla.

—¿De verdad la traías a tu casa con eso puesto en tu cama?— otro que se unía a la conversación, no podía faltar el comentario del hombre perfecto, Steve Harrington. Entre Robin y Steve me hacían burla, ______ fingía no oírlos.

—¡Si ya terminaron de jugar, pongan un poco de atención aquí arriba!— dijo Henderson con voz autoritaria —No sé cómo funciona la física de esto perooo...aquí va— lanzaba las mantas que estuvo amarrando, por más extraño que parezca esta soga se sostenía de ambos lados —. ¡Ya pueden jalarla, vean si se sostiene!— Robin fue el conejillo de indias, puso todo su peso y la soga no cayó.

—Voy primero— ella comenzó a subir —, mierda...esto me recuerda a las clases de gimnasia— le fue duro, pero consiguió trepar la parte de nuestro lado, en el mundo normal simplemente caía al colchón —. Fue divertido, incluso olvidé que caí en el sucio colchón de Eddie— ¿podrían dejarme al menos una vez?

—Creo que sigo yo— tomaba las mantas y hacía lo mismo que Buckley, el golpe aún era algo duro por el colchón viejo. Una mano se extendía frente a mí, era de ______ —. Yo...las manchas no son lo que crees, o sea, sí pienso en ti, digo, no es que lo necesite, pero- — era interrumpido por ella.

—Deja de intentar arreglarlo, cariño— me dejaba caer de nuevo, tuve que pararme yo solo para dar paso a Steve y Nancy.

—¿Nancy? ¡Oye Nancy! ¡Quédate conmigo! Despierta— Harrington sacudía a Nancy y daba pequeños golpes en sus mejillas para hacerla reaccionar, parecía en un trance.

—Vecna— fue lo único que dijo Mayfield.


[...]
—¡Steve dice que se apresuren!— nos gritaba Erica, yo revolvía los cajones de Eddie en busca de algo que pudiera ayudarnos.

—¡No hay nada!— gritaba Jake que parecía a punto de tener un ataque de ansiedad.

—¿Qué mierda estamos buscando exactamente?— Eddie dejaba algunos cassettes en su cama.

—¿Madonna, Blondie, Bowie, Beatles?— Robin tiraba los cassettes que parecían no ayudar —¡Música, daños música!

—¡ESTO. ES. MÚSICA!— todos estábamos entrando en pánico.

Me harté tanto que incluso sacaba cajón por cajón tirando al suelo su contenido, ni siquiera me importo que uno de ellos fuera de su ropa interior —¡Debes tener algo que le pueda gustar a Nancy!

𝑯𝒖𝒏𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝑭𝒓𝒆𝒂𝒌 || Eddie Munson y tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora