Aunque era mi cumpleaños, a las cuatro de la tarde ya tenía a los amigos de mi hermano en casa lanzándose palomitas; aún faltaba Mike, él llegaría con Nancy. No podía evitar notar una distancia incómoda entre Lucas y Max, parecían forzados a llevarse bien, voy a inferir que su relación no es muy estable en este momento.
El timbre de mi casa sonaba, imaginé que mis amigos habían llegado, aún era algo temprano —¿Puedes abrir la puerta?— pedía mi madre mientras terminaba lo que sería la cena de esta noche.
—Los esperaba más tar...de— parada en la entrada se encontraba Chrissy —. ¿Qué haces aquí?
—Sorpresa— alzaba una bolsa de regalo —Feliz cumpleaños— no pensaba que se acordaría, después de esa discusión sobre su problema había estado evitándome y eso fue hace casi dos meses.
—Gracias...— tomaba el regalo que me extendía —, pasa, hace un frío tremendo.
—No quisiera incomodarte, solo venía a darte este regalo— un silencio incómodo de unos segundos se formaba entre nosotras, sin embargo, Chrissy volvía a romperlo —. Tenías razón, yo tuve...tengo un problema, la consejera me está ayudando— no pude evitar abrazarla, unas cuantas lágrimas rodaron por sus ojos —, quizá sí acepte tu invitación a entrar— la hacía pasar, se rodeaba con sus brazos temblando del frío.
—Ah, Chrissy, por fin alguien decente— mi madre había salido de la cocina, le saludaba con un beso en la mejilla —. Se me hizo raro cuando ______ dijo que no vendrías, ¿te quedarás a cenar, cierto?
—Ya tiene la comida hecha, solo me calentaré un poco.
—Tonterías, siempre hay lugar para ti— Chrissy agradeció la amabilidad, charlamos hasta que dieron las seis, el timbre volvía a sonar.
—¡Feliz cumpleaños!— dijeron mis amigos al unísono, estaban todos menos Eddie. Entraban a mi casa, Mike fue directo al sótano para reunirse con mi hermano y los demás. Quería preguntarles dónde estaba Eddie, pero seguramente ni ellos mismos sabrían. El tiempo pasaba y ningún rastro de él, incluso se habían acostumbrado a la presencia de Chrissy, alguien a quien nunca le hablaban.
—Aquí falta alguien, ¿y Munson?— por fin Robin sacaba el tema, puede que no fuera el más puntual, no obstante, esto ya era excesivo. Mi madre nos llamaba a todos para cenar; Eddie Munson, cuando llegues ten por seguro que estás muerto.
—Veo que tu novio no ha llegado— el comentario de mamá iba con dobles intenciones, yo no dejaba de juguetear con el anillo en mi dedo por los nervios.
—Es un lindo anillo, ¿quién te lo dio?— comentaba Nancy para calmar el ambiente.
—Eddie...— otro incómodo silencio volvía a reinar en el lugar. Se escuchaban los cubiertos chocar contra la porcelana, ni siquiera Robin sabía cómo salvar esta situación, no quería que mis amigos se vieran tristes en mi cumpleaños —Alguna buena razón tendrá para llegar tan tarde— intentaba tranquilizarme.
Por detrás de nosotros pasó lo que parecía una estampida, eran nada más ni nada menos que el mini Hellfire Club —¿A dónde y por qué tanta prisa?— mamá los detenía a todos.
—Vamos a casa de Mike, me quedaré a dormir allá; mañana llegan dos de sus amigos y vamos a recibirlos— respondía mi hermano sin ningún tipo de preocupación.
—¿Con permiso de quién? Es el cumpleaños de tu hermana y mañana navidad.
—Déjalo mamá, no pasará nada si se pierde una navidad o mi cumpleaños, es algo qué pasa todos los años.
—Sí, lo que dijo ella— señaló Dustin.
—Primero tu padre con sus horas extras y luego esto...— murmuraba, pero asentía con la cabeza dando su autorización, cuando salieron por la puerta escuché a Dustin soltar un "Oh, hola Eddie"; me paraba de inmediato, casi corría a la entrada para encontrarme con ese idiota.
Ahí parado estaba el hombre que está mañana me había hecho vivir un cuento de hadas —Tengo una buena razón— sacaba un ramo de flores que tenía escondido a sus espaldas.
—Seguro que sí.
—De verdad, mi tío tuvo que hacer unas cosas y necesitaba un remplazo en la planta— le miraba, no había ni pizca de malicia en sus ojos, no estaba mintiendo, es más, se le veía cansado por haber trabajado todo el día y tampoco ayudaba esa mirada de cachorro perdido.
Tomaba el ramo de flores entre mis manos pegándolas a mi nariz para olerlas —Nunca puedo enojarme contigo.
—¿Qué puedo decir? Es parte de mi encanto— daba un beso en su mejilla llevándole al comedor.
—Ha llegado el rey de Roma...— soltaba Steve, poco contento de ver a Eddie.
—No te emociones tanto, Harrington, no vayas a mojar tus pantalones— le jalaba del brazo para indicarle que mi madre estaba ahí —. Buenas noches, señora Hughes— trataba de enmendar su actitud anterior con una más formal.
Cuando terminamos nuestra cena llevaba a todos a mi habitación, Chrissy se había ido antes pues sus padres no le dejaron quedarse tan tarde —¿Ya saben a qué universidad irán?— interrogaba Nancy —Estoy pensando en Emerson.
—Cualquiera que tenga una carrera administrativa, manejaré la empresa de mi familia y así podré formar la propia— contestaba Steve.
—Creo que me quedaré un año más trabajando— seguía Robin.
—No tengo ni la más remota idea, no pensaba llegar tan lejos en la vida— y ahí estaba Eddie con sus típicas bromas. Los cuatro me miraban para conocer mi respuesta.
—Yo...no estoy segura— era una mentira a medias —Ojalá lo tuviera tan claro cómo mi hermano, desde pequeño supo que entraría a Juilliard.
—¿Jake sabe tocar algún instrumento?— Eddie parecía genuinamente interesado.
—Es más fácil numerar cuáles no sabe— miraba la bebida que tenía entre las manos; la universidad, el futuro, una familia, envejecer, morir, eso era la vida. Supongo que mi cara debía mostrar esas dudas existenciales pues Eddie apretaba mi mano; pude redirigir la conversación a cosas más triviales hasta que dieron la 1 a.m., cuando mis invitados se disponían a irse.
—Creo que mentiste— soltaba Eddie cuando estuvimos solos.
—¿De qué hablas?
—Sabes a qué universidad ir, lo que no sé es, ¿por qué mentir?— tomaba mi cintura abrazándome por la espalda —Dime cuál es tu opción universitaria.
—Princeton.
Aunque no podía ver su rostro sabía que se encontraba sorprendido —¿Estás considerando no aplicar a Princeton? Espero que sea para aplicar a otra dentro de la Ivy League.
—Una universidad cercana no sería mala idea, así podría estar contigo y-
—No— me interrumpió con firmeza, giraba mi cuerpo para que pudiera verle directamente a los ojos —, tú debes ir a Princeton.
—Pero...
—Me sentiría muy culpable de ser la razón por la que nunca fuiste a la universidad de tus sueños. Yo no me iré a ningún lado y el anillo que te di esta mañana es la prueba de eso— juntaba nuestras manos —. Te postularás a Princeton y serás la nerd de tu clase.
—No soy una nerd.
—¿Eres consciente de tus calificaciones?— alzaba una ceja —Eres una completa nerd, toma la oportunidad que tienes delante y no la desperdicies— tenía razón, debía asistir a Princeton y, en el caso de no ser aceptada, sabía que siempre podía contar con Eddie para animarme, él siempre estaría aquí.
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No quiero llegar al año '86 donde pasa todo lo de ST4 😢
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𝑯𝒖𝒏𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝑭𝒓𝒆𝒂𝒌 || Eddie Munson y tú (+18)
Fanfiction______Hughes ha venido desde Nueva York con su familia para instalarse en el tranquilo pueblo de Hawkins; sin muchas ganas dejo a todos sus amigos y comodidades de la gran ciudad para cursar su último año de preparatoria. Tendrá que descubrir por el...