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Primero fuimos a la tienda y compré lo que necesitaba, después Lena me dijo que quería ir a un concesionario.

— ¿Quieres comprar un coche?

—Sí, pero no es para mí, es para Alex y Sam.

— ¿Quieres comprarles un coche, porque? —le pregunté sorprendida.

—Como regalo para Jeremiah, tú haces su habitación y yo quiero regalarles algo que necesitan también.

—Entiendo. —sonreí.

Fuimos a varios sitios y Lena no encontró nada que le gustara, así que fuimos a ultimo concesionario que era la de marca Toyota.

Encontró un monovolumen, entró y vio que había mucho espacio de maletero y los asientos eran amplios.

Encontró un monovolumen, entró y vio que había mucho espacio de maletero y los asientos eran amplios

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— ¿Qué te parece este? —me preguntó.

—Es bonito y creo que a ellas les vendría bien, pero ¿Dónde lo aparcaran? Ellas no tienen un garaje tan grande como tú.

—No te preocupes por eso. —es todo lo que me dijo, después vi que hablaba con el vendedor y compró el vehículo que tenían allí, parece ser que llevaba un par de años allí y no habían conseguido venderlo porque la gente lo veía demasiado grande.

Lena con los papeles de la compra, dijo que quería ir al ayuntamiento, así que fuimos y pidió hablar con alguien de tráfico.

— ¿Qué hacemos aquí? —le pregunté.

—Matricular el coche, tenemos que registrarlo para que nos den un número y el taller de Toyota que hay en la tienda nos hará la matrícula. —explicó.

Esperé como una hora ya que quería hacerlo ella sola, cuando volvió nos fuimos de nuevo a la tienda y entregó la matrícula al vendedor, él lo registró y después llevó la documentación al taller.

Nos fuimos a comer, era la primera vez que comíamos las dos solas fuera de casa, era como una cita pero algo extraña.

Después de comer volvimos a la tienda y el coche estaba listo con la matricula puesta en los dos lados.

Nos entregaron las llaves y Lena dijo que quería conducirlo hasta la casa de Alex y Sam, así que me monté en mi coche y nos pusimos rumbo a su casa. Yo iba delante porque sabía donde vivían.

Cuando llegamos, Lena tocó el claxon un par de veces y en pocos minutos salieron las dos de casa con el bebé en brazos.

Me bajé del coche y saludé a mi hermana y a mi cuñada, no entendían que pasaba, era lógico.

Lena apagó el motor y se bajó del coche, después se acercó a ellas con una sonrisa.

—Lena, pero que... —dijo Sam.

—Este es mi regalo para Jeremiah. —dijo mientras entregaba las llaves a Alex.

—Espera ¿Qué? —preguntó mi hermana.

La niñera (supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora