Mi Chico Revoltoso

Capítulo 11: "¿Tiene que ser una chica?"

Podía jurar que ya estaba cansando a Conan después de tantas repeticiones y repeticiones sin que aún pudiera manejar sus dedos para que no se movieran por sí solos y tocaran la tecla equivocada.

Y también podía jurar que medio vecindario estaba harto de escuchar los desafinados acordes que inexpertamente tocaba para tratar de replicar las teclas que antes Conan había tocado como muestra de lo que debía hacer.

Las clases de piano no estaban saliendo bien, Roy lo había predicho horas antes cuando Conan con una sonrisa le había recordado que ese día comenzaban a practicar. Se veía tan contento con la idea hasta que había llegado el momento y se había dado cuenta de lo inútil que era en ese ámbito.

Se le podía ver en el rostro que quería rendirse.

—No debería decir esto, pero sí que eres un desastre en esto.

—¿Lo ves? Esto es una pérdida de tiempo—gruñó el castaño con un resoplido cruzándose de brazos. Conan suspiró y sonrió un poco, queriendo ser paciente.

—Sabía que iba a ser difícil, pero no es imposible, Roy—le dijo con cansancio en la voz.

—¿Sabes que creo?—inquirió de repente lleno de energía, Conan lo miró esperanzado—que necesitamos un descanso, vamos a la calle.

—Roy—masculló el rubio con tono de advertencia.

—¿Qué? Tus padres no están—Conan rodó los ojos y miró el reloj en la pared.

—Tómate un descanso de cinco minutos, y practicamos otros veinte. Tengo algo que hacer a las tres—el castaño rodó los ojos, a veces le parecía irreal que un chico como él tuviera tantas obligaciones a tan corta edad.

—¿Qué es esta vez? ¿Marco polo?—inquirió con mofa, tomando una galleta del plato puesto en la mesita al lado del piano y extendiéndole una a Conan, quien se negó.

—Solo es un pendiente personal—contestó viendo al contrario saborear la galleta con gusto.

—Bien, de todos modos es el cumpleaños de mi mamá, así que debo llegar a casa a hacer limpieza para recibir a unos familiares—comentó con hastío.

—Eso es genial, debiste decirme, podría haberle comprado algo—dijo curioso por la actitud del castaño con respecto a la visita.

Roy bufó.

—No es genial, mis familiares a veces son muy molestos aunque con eso no quiero decir que no los quiera—comentó con la boca llena de galletas, Conan sonrió—y sobre el regalo, no te preocupes por eso. A mamá lo único que le gustaría es que coman su comida y se derritan por lo bien que cocina. ¿No quieres venir?

Conan hizo una mueca de lástima.

—Tengo ese compromiso, así que no puedo—musitó con desagrado en la voz.

Roy lo miró intrigado.

—¿Y de qué se trata ese compromiso?—inquirió sin querer tragarse su curiosidad.

—Se acabó el descanso—dijo para cambiar el tema.

—Conan.

—¿Qué? No es nada importante.

—¿Y por eso estás rechazando mi oferta de ir a comer a mi casa?

—Bueno...

—¿Se trata de una chica?—inquirió entrecerrando los ojos con sospecha, acercándose a él para leer su expresión.

El rubio frunció los labios desviando la vista y Roy abrió los ojos, queriendo hacerse el sorprendido cuando por dentro algo pareció molestarse con la sola idea.

—¿En serio es una chica?—cuestionó y Conan se rascó la nuca.

—Pues, es una cita que mis padres arreglaron para mí—respondió resignado, Roy alzó las cejas incrédulo.

—Vaya, eso es tan... Tan raro. ¿No odias la idea?

Conan se encogió de hombros.

—Estoy acostumbrado y sí, tal vez no sea muy emocionante pero ellos quieren que lo haga y no pierdo nada con complacerlos.

—Quizá pierdes tu derecho a elegir con quien quieras salir—siseó Roy molesto por su sumisión, aunque fuera solo problema de Conan le era inevitable no sentirse enojado.

—En realidad no tengo interés en salir con nadie—comentó tocando distraídamente una tecla del piano—así que, como dije, no me molesta salir con otras chicas.

—A mí sí—dijo Roy de repente como un impulso y de inmediato quiso golpearse por la conmoción en el rostro del contrario, quien volteó hacia él alzando las cejas—e-es decir, no me molesta que salgas con alguien o bueno, sí, pero no de esa forma—explicó rápidamente y suspiró frustrado—a lo que quiero llegar es que no me gusta el hecho de que ellos predisponen con quién debes salir o quienes deben conformar tu círculo social ¿si me explico?

Conan se rió entre dientes, provocando que Roy, algo asustado por como se removió su pecho ante aquello, desviara la vista y carraspeara.

—Entiendo, la verdad es que estoy tan acostumbrado que ni siquiera protesto, pero he de admitir que sí es una molestia.

—¿Por qué? ¿Las chicas no son bonitas? —le preguntó el castaño con un deje de diversión.

—No es eso—Conan frunció los labios—solo se siente algo vacío ¿sabes?

Roy asintió con la cabeza, entendiendo su punto.

—Y si pudieras elegir un tipo de chica en especial ¿cómo sería? —inquirió curioso el castaño, y Conan sonrió.

—¿Tiene que ser una chica? —lo miró inquisitivo mientras a Roy se le reiniciaba el sistema y trastabillaba en sus palabras.

Conan se rió levemente desviando la vista hacia el piano de nuevo, internamente sintiendo que quizá no debió haber dicho eso.

—Bien, creo que deberíamos seguir.

Roy asintió sin chistar al ver aquello como una salida del incómodo momento al que él no había podido reaccionar. Y es que lo había tomado tanto por sorpresa que habría jurado que sus mejillas se habían enrojecido.

De reojo lo miraba mientras le explicaba las siguientes teclas a tocar, sus pestañas caídas y abundantes hacían sombra en sus mejillas suaves y delgadas, no podía negar que Conan Freeman era hermoso en todas sus letras y él solo pensamiento incluso lo asustaba, pero aquella pregunta lo había dejado dudando.

¿A Conan le gustarían las mujeres?

Holiii
¿Qué tal les va pareciendo la historia? Pregunta seria.

¡Gracias por leer!❤️‍🩹